Marcha contra Garoña con el recuerdo de Fukushima
La Coordinadora contra Garoña, que agrupa a diversas asociaciones ecologistas y colectivos sociales de Burgos, La Rioja y País Vasco, celebra hoy domingo 11 de septiembre la XXXII Marcha Contra la Central Nuclear de Garoña, bajo el lema “Fukushima nunca más, Garoña cierre ya”.
Así lo ha informado hoy la ONG Ecologistas en Acción tras recordar que la marcha se celebra justo seis meses después del accidente de esa central japonesa para llamar la atención sobre este hecho, porque, afirman, Garoña es idéntica a la central número 1 de Fukushima-Daichii y “está sometida a riesgos muy similares”.
Con esta nueva marcha, han informado las fuentes en nota de prensa, se quiere recordar también que esta central de 40 años de antigüedad está aquejada de “múltiples problemas de seguridad”, tal como reconoce el propio Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) en sus informes.
Según los ecologistas aunque han pasado seis meses del accidente de la central japonesa todavía no se han controlado los reactores, que siguen calientes y están fundidos, a la vez que se van poniendo de manifiesto los efectos radiológicos del accidente.
Se ha observado, explican, una pluma con contaminación radiactiva más de 10 veces la permitida a unos 80 km de distancia de la central, y se han detectado alimentos contaminados como espinacas, carne de vaca o pescados.
Así advierten de que la destrucción del edificio auxiliar de Garoña por el choque de un avión daría lugar a un accidente similar al de Fukushima, y por ello defienden que las pruebas de estrés que va a realizar el CSN sobre las centrales españolas habrán de tener en cuenta este riesgo.
Para la organización ecologista, Garoña debería cerrarse ya “pues resulta obvio” que la resistencia del edificio auxiliar no es suficiente para soportar el choque de un avión y porque la destrucción de los sistemas de emergencia serían catastróficos para la central.
La marcha comenzará mañana al mediodía, desde Barcina del Barco, y finalizará, frente a las puertas de la instalación nuclear burgalesa, con la lectura de un manifiesto en el que se exigirá su cierre inmediato y definitivo.
Además, y de modo simbólico se instalará un gran candado a las puertas de la central, emulando el cierre de la misma.
El acto se celebra con un escenario de fondo totalmente distinto, ya que recientemente la Audiencia Nacional avaló la decisión de cierre de la central para el 5 de julio de 2013.
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