María y Raquel, dos mujeres rurales que cuidan cada día a 34.000 animales en su granja
Este martes, 15 de octubre, conmemoramos el Día Internacional de la Mujeres Rurales. Representan más de un tercio de la población mundial y el 43 por ciento de la mano de obra agrícola. Si embargo aún sigue habiendo reticencias y rechazos. Así, este día tiene como objetivo el reconocimiento al papel decisivo de la mujeres en el desarrollo, la seguridad alimentaria y la erradicación de la pobreza. Fue establecido por la Asamblea General de la ONU en 2007 y se observó por primera vez el 15 de octubre de 2008
María y Raquel son dos mujeres riojanas emprendedoras de 40 y 41 años, respectivamente, que hace un año dejaron sus trabajos y dieron un cambio a sus vidas para volver a sus orígenes y poner en marcha un negocio propio en el seno del mundo rural: una granja de engorde de pollos en Santo Domingo de la Calzada.
“Hemos tenido dificultades pero con ganas siempre se sale adelante” nos comenta María al comienzo de la entrevista. Son mujeres emprendedoras, con ansias de crecer. Así son ellas y así lo han plasmado en su vida laboral. La historia comenzó tras el fallecimiento del padre de María, el año pasado, dedicado durante toda su vida al mundo de las granjas de animales.
María, que en esos momentos vivía en Logroño y trabajaba desde hace siete años como educadora de personas con discapacidad -tras haber estudiado en Madrid Fisioterapia- regresó a Santo Domingo y, junto a su cuñada, Raquel, empezaron a conformar la idea de montar su propio negocio.
“Queríamos emprender -continúa detallando- ganar en calidad de vida y comenzamos esta andadura muy ilusionadas”. Reconoce que los inicios nunca son fáciles. “Siempre es complicado a la hora de buscar ayudas o subvenciones pero merece la pena. En este sentido estamos a la espera pero seguimos sin perder las ganas y las ansias por seguir creciendo”. Estas son sin duda sus señas de identidad.
Mujeres en el mundo rural
María nos remarca el importante papel que ocupan las mujeres en el mundo rural aunque reconoce que, en este sentido, queda camino por recorrer. “En líneas generales estamos hablando de un mundo de gente aún mayor y sigue siendo un entorno algo machista. Nos hacen chistes fáciles pero la mentalidad está cambiando”.
Pero con todo, están muy contentas de haber podido sacar adelante un negocio tan especial para ellas. “Yo lo he conocido desde que era pequeña así que está siendo una experiencia muy enriquecedora” nos explica María que también relata el día a día en la granja.
Situada en una amplia nave de la localidad de Santo Domingo, cuenta actualmente con 34.000 animales. La jornada laboral empieza muy pronto, controlando desde los ordenadores que todos los mecanismos funcionen bien. Cerca de las 8.00 horas se acercan a la nave para empezar su labor diaria.
En su jornada habitual, contabilizan las bajas y cuidan de manera pormenorizada de los animales. “Es un trabajo muy intenso y cuidadoso. De hecho los veterinarios nos dicen que las mujeres criadoras somos mejores porque somos más detallistas y en este sector eso es muy importante”
Finalmente, María reconoce, con una gran sonrisa, “la importancia de poder compatibilizar nuestra jornada laboral con la familiar. Nos ayudamos mucho entre nosotras y este aspecto es fundamental”. Asimismo, resalta la satisfacción por haber podido emprender un proyecto propio.
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