Obama, Clinton y Bush liderarán “una de las mayores campañas de recaudación de la historia”
El ex presidente Bush aplaudió la respuesta “rápida y coordinada” ordenada por Obama para hacer frente al desastre, y se comprometió, junto con el ex presidente Clinton, a “movilizar la compasión del pueblo americano”. “La forma más eficaz de ayudar a los haitianos es contribuir con dinero”, indicó Bush. “Sé que hay gente que quiere mandar mantas o agua... sólo manden efectivo”, precisó durante la breve comparecencia celebrada en el Jardín de las Rosas de la Casa Blanca .
“Clinton y yo nos aseguraremos de que su dinero será gastado sabiamente por organizaciones en el terreno”, explicó Bush, en una de sus poco habituales comparecencias públicas tras abandonar la Casa Blanca. Bush aplaudió “el increíble espíritu” del pueblo de Haití, cuya voluntad ha salido indemne de la catástrofe, aseguró.
Clinton, designado enviado especial de Naciones Unidas para Haití, también elogió la respuesta estadounidense tras las primeras horas del terremoto, y recordó que el incidente supone la mayor pérdida de vidas humanas en un sólo día en toda la historia desde la creación de la ONU.
“Trabajaremos para asegurar la integridad de los fondos recibidos y que lleguen a la gente que lo necesite”, declaró Clinton. “Ahora esa gente necesita agua, medicinas y un lugar seguro para resguardarse, pero cuando comiencen los esfuerzos de reconstrucción, quiero asegurar que la gente sepa que su dinero será bien gastado y que se garantice la integridad del proceso, a largo plazo”, añadió.
“Creo que antes del terremoto, Haití tenía una oportunidad extraordinaria para escapar a su historia, de la que he sido una pequeña parte. Y lo sigo creyendo”, declaró Clinton. “Pero vamos a necesitar mucha ayuda, y mucho tiempo”, pronosticó.
Obama aseguró, para concluir, que sigue en contacto con el presidente haitiano, René Preval, para conocer de primera mano la situación. “Estamos haciendo un progreso constante”, declaró el presidente estadounidense, que recordó que las “primeras semanas estarán caracterizadas por la llegada inmediata de ayuda”.
“Serán días duros, con miedo, ansiedad y, en algunos casos, desesperación”, advirtió el presidente Obama, quien concluyó recordando que tanto él como Bush como Clinton serán capaces de asegurar que los esfuerzos de recogida de fondos serán “constantes”. “Es por ello por lo que les estoy tan agradecido”, remachó.
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