Palacios, la empresa mejor valorada en La Rioja

La empresa riojana de alimentación, Palacios es la mejor valorada por los riojanos. Así se desprende de un estudio elaborado por DataCentric. Esta firma ha elaborado el ranking a través de encuestas a profesionales locales, presencia web, índice de crecimiento, tamaño de empledos y volumen de facturación.

Palacios, la mejor de La Rioja

Una vez realizado el estudio, las conclusiones hablan de una fuerte presencia, entre las compañías más destacadas, de empresas del sector agroalimentario, como ocurre aquí en La Rioja. Situación que se repite con Lactalis-Forlasa en Albacete, Chocolates Valor en Alicante, Valle del Jerte S. Cooperativa en Cáceres, Frimancha en Ciudad Real, Solán de Cabras (Mahou-San Miguel) en Cuenca, Noel Alimentaria en Girona, Dagu en Segovia, Puleva en Granada, Surexport en Huelva, Grupo empresarial Costa en Huesca, Coosur en Jaén, Palacios en La Rioja, Kalise en Las Palmas, Guissona en Lleida, Río en Lugo, El Pozo en Murcia, Coren en Orense, Siro en Palencia, Heineken-Cruzcampo en Sevilla, o Cárnicas Villar en Soria.

Importancia de la industria del automóvil

Asimismo, destaca el nivel de relevancia de la industria del automóvil y derivados, que se hace con los primeros puestos en Barcelona a través de Seat, Antolín en Burgos, Volkswagen en Navarra, Citroën en Pontevedra, Lear en Tarragona, Ronal en Teruel, Renault en Valladolid y Opel en Zaragoza.

También mantiene una importante presencia en el mapa, el sector bancario a través de marcas con un fuerte arraigo local. Banco Santander en Cantabria, Cajasur en Córdoba, Caja España-Duero en León, Unicaja en Málaga, Kutxabank en Vizcaya o Caja Rural de Zamora en Zamora.

“Hasta la fecha, todos los índices existentes se elaboraban atendiendo a una sola variable: facturación o empleados. Ambos datos son fundamentales pero insuficientes por sí solos para valorar unívocamente la importancia de una empresa en su entorno geográfico”, apunta Antonio Romero de la Llana, CEO de Data Centric.

Esta carencia se pone de manifiesto en el caso de pequeñas empresas que se cuelan en las primeras posiciones de múltiples rankings por haber gestionado comercialmente una operación de cientos de millones de euros; o en el caso de las categorizaciones que atienden a número de empleados, donde es frecuente hallar en el top tres a empresas de subcontratación de servicios que a pesar de tener miles de empleados en nómina una mayoría de éstos no llega a pisar la sede de la compañía en años.

Para Romero de la Llana, “este tipo de casos evidencia que utilizando sólo datos públicos estructurados se desatienden variables de gran importancia como el reconocimiento público de una marca, su capacidad de generación de negocio y empleo local o su papel como vehiculador de valores identitarios”.