Prolifera en La Rioja el ácaro que provoca insoportables picores en personas e incluso la muerte en animales

El servicio de Urgencias del Hospital San Pedro ha atendido estos dos últimos fines de semana a numerosas personas afectadas por los neotrombicúlidos inopiata, un ácaro que cada año prolifera en los montes riojanos desde mediados de septiembre (suele aparecer cuando comienza la berrea) hasta que llegan las primeras nieves.

Según ha detectado la Unidad de Enfermedades Infecciosas del San Pedro, este año hay una mayor presencia de estos trombicúlidos, que, sin provocar afecciones graves, sí son altamente molestos ya que provocan dermatitis con importantes picores en las personas y, en el caso de los perros, pueden llegar a ser mortales.

Estos ácaros se encuentran en prados y matorrales de alta montaña, así que son habituales en las sierras riojanas como el Collado de Sancho Leza o Sierra La Hez, entre otros puntos. El cambio climático está provocando una alargamiento de la temporada de este ácaro, que prolifera con climas humedos y altas temperaturas. Además, también hace que los trombicúlidos desciendan a altitudes más bajas.

Actúan de manera similar a las garrapatas, que también son un ácaro aunque más conocido. Se pegan a la piel y, en vez de alimentarse de la sangre, lo hacen de la piel. Digieren y disuelven la piel del cuerpo en el que se han colocado a través de varios ácidos. “Digamos que se beben tu piel”, explica el biólogo Luis Martínez Zaporta de manera sencilla.

El doctor José Antonio Oteo, jefe de la Unidad de Enfermedades Infecciosas, explica que los efectos de este ácaro se notan al cabo de unas horas. “Lo normal es que, si has salido por la mañana, a última hora del día, al atardecer, empieces a notar picores por las piernas y, al día siguiente te levantes con un montón de pápulas (granitos) por todas las piernas hasta la cintura”, explica, “no es nada grave pero sí es muy molesto, pican muchísimo y no se puede aguantar”.

En los perros sí que resulta de gran gravedad. “Al no ir protegidos con ropa, los animales sufren ataques masivos por todo el cuerpo, se lse suele notar decaídos, tienen incluso vómitos y se tambalean al andar, llegando incluso a provocarles la muerte por el proceso de neurotoxicidad”, señala Oteo.

En el caso de las personas, las lesiones cutáneas duran varios días, hasta una semana, y son realmente molestas. “No es necesario acudir al médico porque no es nada grave pero las personas suelen acudir porque los picores son insoportables. En cualquier caso, lo mejor son las medidas preventivas, salir al monte con ropa adecuada, bien cubiertos, evitar las zonas herbosas (este ácaro tiene el mismo niño que las garrapatas). Se pegan a la ropa por arrastre y, si encuentran un hueco, llegan a la piel, alimentándose de las capas escamosas”. Oteo advierte de que hay zonas en las que “o entras muy bien protegido o sales con trombicúlidos”.

Asegura que en los últimos días se han dado muchos casos en La Rioja por la proliferación de boletus que ha hecho que muchas personas salgan al monte a coger setas. Si te pica uno de estos ácaros, se recomienda lavar bien la ropa con agua caliente, por si ha quedado en ella alguno de los “bichitos”, hidratarse bien y evitar rascarse para prevenir infecciones a causa de las bacterias de la piel.

El caso índice se dio en la zona de Lumbreras hace ya más de dos décadas. Desde entonces se ha ido extendiendo y, aunque se encuentra en zonas parcheadas, este año se ha registrado una densidad mucho mayor. “Antes sólo se daba en zonas de mayor altitud pero vemos que cada vez se ha extendido más. No se conocen bien las causas de esta proliferación”, señala el doctor Oteo.

Además de la proliferación de consultas por esta causa en los servicios sanitarios riojanos, se están recibiendo numerosas llamadas en la Unidad de Infecciosas en los últimos días procedentes de otras comunidades porque La Rioja es referente en esta materia.