Raúl Ruiz trata de ordenar el 'Caos'

“He vivido todo esto en mi barrio de Logroño -Yagüe-, ahí jugué en campos de tierra, sin material, las botas tenían que durar toda la temporada. La ilusión era enorme, pero la desorganización también, es muy duro mantener un club sin los recursos necesarios y que haya gente que ocupe su tiempo por el club dejando a un lado familia u ocio para que no se abandone el fútbol en ese barrio”. Sabe de lo que habla porque lo ha vivido en primera persona. Raúl Ruiz (Logroño, 1966) saltó a la fama cuando cogió una cámara y grabó el antes y el después de su equipo, el Numancia, en la eliminatoria que les enfrentó en Copa del Rey al Barcelona.

En cuanto colgó las botas, encontró un camino, el de los medios de comunicación. Canal +, Cadena Ser y ahora Movistar han permitido a los espectadores asociar a Raúl Ruiz con el fútbol más modesto, con el más cercano a la realidad, no el de los millones de los profesionales. Y junto a Michael Robinson, y un amplio grupo de exfutbolistas profesionales, van a intentar acercar la realidad, de seis clubes aficionados cuyo principal objetivo es sobrevivir día a día, en 'Caos FC', los jueves a las 22.00 en Cero.

En cada capítulo, Michael Robinson y Raúl Ruiz viajan a una localidad -pueblos de Ourense, Madrid, Badajoz, Asturias, Almería y Segovia- para pasar una semana con un club amateur en el que todo es un caos, en el que las victorias parecen un milagro y la situación, además, no invita al optimismo. Para tratar de reconducir a este modesta entidad, aparecen una serie de estrellas -Donato, Rafa Alkorta, Pablo Alfaro, Gregorio Manzano, Pedja Mijatovic y Marcos Senna- que ayudan en los entrenamientos y en la motivación.

El logroñés Raúl Ruiz avisa que los milagros a Lourdes, pero “sí sentar unas bases de concepto de fútbol, compañerismo, de tener compromiso, de amor al color, de orgullo”. Él mismo sabe lo que “ es vivir un año entero sin cobrar en un club, pero en el caso de ellos, como son amateurs y no hay dinero de por medio, es totalmente sano y noble”, expuso durante la presentación del programa a los medios.

En este sentido, el programa está repleto de historias de superación, aunque no todo es tan positivo: “Lo más duro es que durante una semana les metemos caña cuando vemos que las cosas no se hacen bien y llega el domingo, no ganan y veo llorar a los chavales. Se me cae el alma a los pies. Ellos, por orgullo, aunque hayan perdido todos los partidos, quieren ganar porque estamos allí”. Claro que también “hay situaciones raras”, de difícil solución. “Hay veces que, por mucho que trabajemos, va a ser complicado”.