Ropavieja: arte con materiales pobres en la ermita de Lomos de Orios
El próximo sábado 5 de octubre se presenta en la Ermita de Lomos de Orios ropavieja, más de ochenta obras de pequeño formato -entre fotografías, ensamblajes, objetos encontrados, fotomontajes y collages- que su autor, Francisco Gestal Tofé, ha ido construyendo e ideando a partir de los objetos y los materiales que se ha ido encontrando en el camino. Muy posiblemente, tal y como admite Gestal, su ensamblaje para esta exposición tenga más relación con la poesía que con las artes plásticas, entendidas estas en su sentido tradicional.
“Lo que aquí te presento, querido viajero, es una parte de los materiales que he ido creando estos últimos años para mi blog miracomosuena, obras nacidas más o menos azarosamente a partir de mi memoria visual, construida a lo largo de toda una vida de curiosidad, contaminación e interferencias”.
En concreto esta muestra nace tras la organización de más de cuatrocientas exposiciones en los treinta y tres años en los que Francisco Gestal ocupó la dirección de actividades culturales del Ayuntamiento de Logroño entre cuyas responsabilidades se incluía la dirección y programación de la Sala Amós Salvador desde su apertura y el programa de difusión Cultural Rioja desde su creación. De su mano, la sala Amós Salvador alcanzó el prestigio necesario para poder programar en ella exposiciones monográficas de algunos de los más importantes artistas del siglo XX y del arranque del XXI como Pablo Picasso, Dubuffet, Joan Miró, Julio González, José Guerrero, Oteiza, Tapies, Eduardo Arroyo, Equipo Crónica, Carmen Calvo, Soledad Sevilla, Miquel Navarro, Carmen Laffón, Joan Brossa, Andreu Alfaro, Juan Uslé o Pierre Soulages, entre muchos otros, con un interés especial por la fotografía histórica y contemporánea.
Y de ese contacto con el mejor arte contemporáneo surge ropavieja, título que parece más propio de los antiguos saberes culinarios que del arte contemporáneo. La Academia de la Lengua define la “ropavieja” como un guiso que se hace a partir de restos sobrantes de otros guisos y los etnógrafos hablan de un plato de origen sefardí al que en el castellano de la época se llamaba también andrajos, lo que resulta esclarecedor acerca de su escasa valoración social, pero no afecta a lo suculento del resultado. Pero esta apreciación no parece del todo acertada porque como recuerda Francisco Gestal “mucho de ropavieja ha habido en buena parte de los movimientos artísticos de las vanguardias del último siglo (en el surrealismo, en dadá, en el constructivismo, en el arte povera, en los apropiacionismos pop, entre los situacionistas, en todo lo punk), conformando una actitud interesada por los márgenes, por lo barato, por lo que en general se desprecia y se considera desechable”.
Esa voluntad de aprovechamiento y reutilización ha guiado el propósito del artista cuya ropavieja se ha ido haciendo con lo que tenía a mano y con lo que se ha ido encontrando a lo largo de las caminatas por campos o ciudades, con lo que “ves por haber visto” después de haber ido por la vida con los ojos bien abiertos. Combinar, mezclar, enriquecer lo cotidiano a partir de una mirada no convencional, revolver entre los objetos y jugar con los conceptos.
“Esta exposición aspira a ser un elogio de la pobreza y de la imaginación, de los materiales humildes pero llenos de cualidades y posibilidades, de los saberes antiguos, a menudo considerados obsoletos y dados ya por inservibles, de la privilegiada pátina generada por el uso, del trabajo manual, de las herramientas primarias ... Un elogio también de la buena idea que es no tirar nada, en la seguridad de que todo acabará por tener una segunda oportunidad y volverá a sernos útil y placentero, nutritivo para la vista y para la mente. Demos una nueva vida a los objetos de nuestro entorno. Démosles una prórroga. Démosles otra vida, probablemente mejor”.
*Imágenes: Gabriel Santolaya
La exposición permanecerá abierta al público hasta el próximo 17 de noviembre.
Ermita de Lomos de Orios. Todos los días de 11 a 14 horas.
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