Strauss- Khan se declara “inocente”
El economista y político francés está contra las cuerdas. A las puertas del juzgado le esperaba un grupo de mujeres al grito de “avergüénzate”. Como era previsible, DSK se ha declarado totalmente inocente de lo que ocurrió en la suite 2806 de un hotel neoyorquino a mitad de mayo, un suceso que ha terminado con su carrera brillante al frente del FMI si tenemos en cuenta la tormenta financiera que azota al mundo occidental y que le ha tocado pilotar francés. Y, por descontado, que se ha acabado también su carrera política en Francia, au revoir a sus aspiraciones a las presidenciales de 2012, previas primarias socialistas de las que partía como favorito.
De todos los cargos que se presentaban contra él, no ha reconocido uno solo: Dominique Strauss-Kahn ha negado la mayor de los delitos relacionados con abusos sexuales e intento de violación, por lo que el juez que ha presidido la audiencia en el Tribunal Supremo de Manhattan, Michael Obus, ha decidido que la próxima vista a la que deberá acudir el político y economista francés, de 62 años, será el 18 de julio. La defensa ha alegado que necesitaba seis semanas para su preparación.
Sin embargo, la imagen más esperada no era la de un derrotado DSK, sino la de verle acompañado de su esposa después de saltar a la luz este escándalo, que no es el primero de estas características que salpica al político francés. Vestido con traje y corbata oscuros y junto a Anna Sinclair, apenas ha permanecido en la sala lo justo para declararse “no culpable” de los delitos que la fiscalía y un gran jurado le imputaban.
Hasta el próximo 18 de julio el caso quedará en punto muerto. Ese día se establecerá la agenda del proceso y las pruebas que la defensa y la fiscalía presentarán durante el juicio, que podría alargarse varios meses. La fiscalía le ha acusado de dos delitos por supuesta comisión de un acto criminal sexual, otro por tentativa de violación, los tres en primer grado y de tipo violento, además de otro de presunto abuso sexual en primer grado y de tipo violento y tres delitos menores más: privación ilegal de libertad en segundo grado, detención forzosa y abuso sexual en tercer grado.
De ser hallado culpable de todos, DSK podría llegar a ser condenado a 74 años de prisión, aunque lo habitual es que sólo tenga que cumplir la pena del delito más castigado (25 años). DSK está bajo arresto domiciliario tras haber pagado un millón de dólares en efectivo y depositado un aval bancario por otros cinco millones, y vive en una lujosa casa adosada del sur de la ciudad, valorada en 14 millones de dólares por la que paga un alquiler de más de 50.000 dólares mensuales.
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