Trenes para ellas

El acoso sexual es una constante para las mujeres Indias, por lo que su gobierno ha dedicido tomar cartas en el asunto vetando ocho trenes a los hombres para que las mujeres los usen con exclusividad, y así puedan realizar viajes más seguros cuando se desplazan desde los suburbios al centro de las grandes ciudades indias como Bombay, Delhi o Calcuta.

El número de mujeres trabajadoras es ahora en la India el doble de hace quince años, y la mayor parte de ellas utilizan diariamente el transporte público para llegar a su trabajo. Estos desplazamientos pueden resultar muy peligrosos: en los primeros cuatro meses de 2008 se denunciaron 300 casos de agresión sexual.

Calcuta es conocida como la “capital India de las violaciones”. Este tipo de delitos se han incrementado un 30 por ciento en los últimos años, y aparecen de manera rutinaria en los periódicos locales. Incluso un guardaespaldas del ex presidente Abdul Kalam ha sido declarado culpable de violar a una joven estando de servicio.

Muchas salas de cine indias aún conservan filas reservadas para hombres y para mujeres, que no se mezclan ni siquiera en el momento de comprar las entradas. También en los autobuses hay hileras de asientos que suelen reservarse por costumbre a las mujeres,

El machismo aún está extendido en el país, pese a tener mujeres a la cabeza del Estado, [Pratibha Patel] y del gobierno [Sonia Gandhi], y en otros cargos relevantes.