Una fábrica de empleo en Santo Domingo de la Calzada

Tiene 35 años, es educador social y alumno de la Escuela de Hostelería de La Rioja en Santo Domingo de la Calzada. Su nombre es Javier Ruiz Marín y en tan solo dos meses finalizará el grado medio de Cocina y Gastronomía que está cursando en la Escuela. Él ya tiene trabajo pero muchos de sus compañeros han elegido esta opción profesional animados, quizás, porque esta escuela es una fábrica de empleo. De hecho la directora de la Escuela, Mari Carmen Sáenz, asegura que “todos los alumnos de la escuela tienen trabajo asegurado”.

Alumnos con un denominador común

Una Escuela que ofrece una amplia variedad de ciclos y grados relacionados con este sector. “Somos un centro integrado público y tenemos formación relacionada con toda la familia profesional de la hostelería”, explica Sáenz. Y hasta allí se desplazan todo tipo de alumnos. Alumnos que tienen un denominador común, “a todos les gusta la hostelería”.

Y un ejemplo claro es Ruiz. Hace 13 años que trabaja como educador social en el Centro Virgen de Valvanera pero “el gusanillo de la cocina siempre había estado ahí”. Hace algo menos de dos años decidió hacer caso a ese gusanillo y matricularse en la Escuela de Hostelería de Santo Domingo de la Calzada, en el grado medio de Cocina y Gastronomía. Han sido dos años muy positivos, asegura, “aunque también ha sido una especie de muerte en vida” porque durante este tiempo su vida familiar y su vida social han quedado relegados a un segundo plano.

“Hoy solo he dormido tres horas y media”, asegura el día que conversa con Rioja2. “Ahora mismo salgo para Santo Domingo porque tengo clase hasta las 21:15 horas, cuando salga volveré a Logroño, le daré un beso a mi mujer y me iré a trabajar”. Su jornada laboral en el Centro Virgen de Valvanera comienza a las 22:30 y termina a las 8:30. Entonces volverá a casa a descansar, si todo va bien, hasta el día siguiente que vuelva a Santo Domingo de la Calzada como alumno.

“La hostelería tiene algo muy especial”

Pero esta “muerte en vida” como él dice merece la pena. “La hostelería tiene algo muy especial, ninguno nos embarcamos en una historia así para ganar dinero, la hostelería es algo vocacional”. En dos meses, Ruiz finalizará su grado medio y comenzará las prácticas en un restaurante de la capital. Después, el futuro es incierto. “Sí que me gustaría dedicarme a la hostelería de forma profesional”. Y es que el sueño de la mayoría de los alumnos de la Escuela es “tener un negocio propio”. Pero, hasta entonces, hay un largo camino que recorrer.

En la Escuela, explica Ruiz, “nos dan las alas para que aprendamos a volar”. Una formación global. “La mayoría de los alumnos que vienen a la Escuela quieren ser cocineros”, apunta la directora. “Sin embargo es fundamental que conozcan el resto de alternativas”. Algo en lo que Ruiz coincide porque tal y como explica, “un buen cocinero debe conocer cómo funciona un negocio turístico, la labor del jefe de sala, cómo trabaja un buen camarero y todo esto se puede aprender en la Escuela de Hostelería de Santo Domingo de la Calzada”.

Una formación muy práctica

De hecho, apunta la directora, “tratamos de que la formación que ofrecemos sea, sobre todo, práctica”. “Tenemos muchísimas prácticas y unas instalaciones adecuadas para ellas y, por eso, damos muchos menús, organizamos eventos y jornadas gastronómicas”, cuenta Ruiz. Y es que cada semana, apostilla la directora, “tenemos la visita de algún restaurante o bodegas, tenemos mucho dinamismo y estamos abiertos a cualquier colaboración”. Una colaboración que también realizan con las instituciones de la Comunidad ya que alumnos de la Escuela de Hostelería de Santo Domingo de la Calzada han participado en la feria de FITUR y también lo harán en otras como Alimentaria. “Siempre que se nos pide colaboración, allá vamos”, dice la directora.

Y es que estudiar en esta Escuela, confiesa la directora, “es un lujo porque no es un instituto al uso porque estamos en un Palacio del siglo XVII, un edificio muy valorado por la gente que viene de fuera”. De hecho, asevera con orgullo, “la escuela de La Rioja está muy bien valorada fuera de aquí, a nivel nacional e internacional”, incluso cuenta con 8 becas ERASMUS. “Este año hemos tenido alumnos de Italia, Alemania y Francia”.