Víctor y Albisu, con la miel en los labios
La bulliciosa afición de Ezcaray ya celebraba el triunfo de Víctor Esteban con el 21 a 19. Se llevaba ya una hora y veintitantos minutos de intenso partido, y los cuatro contendientes ofrecían ya secuelas de la paliza. Ante el cuarto descanso solicitado por los colorados (Pablito Berasaluze e Ibai Zabala), ni Víctor ni su compañero Albisu se sentaron, ansiosos por apuntillar el encuentro.
Volvieron por fin a la cancha los colorados, y mientras el delantero cedía la pelota al zaguero, intercambiaron las típicas palabras de ánimo. Algo así como “ánimo Ibai, que podemos”, o “aupa Pablo, hasta el final”. El caso es que Víctor recibió el intenso aplauso del Adarraga en su último saque, pero el tanto cayó para los colorados al botarle mal la pelota al espigado Albisu (20-21).
En el siguiente Víctor desbordó a Berasaluze, pero al intentar cruzar la pelota al vacío ancho, tropezó con las piernas de Zabala, así que los jueces concedieron la pertinente vuelta. Volvió a sacar Pablito, aunque pronto pasaron a dominar los azules. Albisu puso la pelota en el rebote, pero Zabala la devolvió de botivolea. Ahí le vino pelota clara para rematar a Víctor, y ahí parecía que el partido terminaría. Pero no, el ezcarayense estrelló la pelota en el colchón inferior al intentar el gancho definitivo.
21 iguales, moneda al aire. Cayó feamente del lado de Berasaluze e Ibai Zabala, al escapársele a este último la bola al ancho, justo donde Víctor no podía llegar.
Finalizó así el primer partido del torneo en el grupo en el que están Titín y Merino II, por lo que Víctor y Albisu serán sus rivales el próximo miércoles. Un partido largo, duro y por momentos eléctrico, pero en el que los zagueros brillaron en su afán por evitar el juego de los delanteros.
Si Jon Ander Albisu tuvo muy buena actuación, sacudiendo largo y duro, y con “solo” 4 fallos, Ibai Zabala estuvo igualmente acertado, sorprendiendo con potentes y estirados pelotazos que le ponían a la altura de su bombardero rival.
En los cuadros alegres, bonita pelea entre Berasaluze y Víctor, con acciones meritorias de ambos, el vizcaíno aparentemente recuperado de su lesión en el pie, y el riojalteño sin evidenciar demasiado nerviosismo ante su debut en el campeonato de campanillas de la feria matea.
En total, durante toda la refriega, el respetable tuvo ocasión de aplaudir hasta en 15 ocasiones los alardes rematadores de los cuatro pelotaris.
El marcador favoreció en la primera parte a la pareja de Berriz, pero sin escaparse a más de 3 tantos. Los azules consiguieron empatar a 10, momento a partir del que la ventaja fue para el tándem Víctor-Albisu, aunque el último tanto sonrió a los colorados.
Datos
Una hora y 29 minutos de dura y sudada pelea.
Casi tres cuartos de entrada en el Adarraga, con bonito ambiente, especialmente debido a los ruidosos ezcarayenses que poblaban el rebote. Colgada, una pancarta con el siguiente texto: “Se va un grande, llega otro. Hasta siempre Titín. ¡Aupa Víctor!”.
Berasaluze II: 6 tantos y un saque, cuatro fallos (uno al restar el saque). (+ 2)
Ibai Zabala: Un tanto y 6 fallos (uno al no llevar un saque restable) (- 5)
Víctor: 7 tantos y un saque, 6 fallos (dos a resto de saque) (+ 2)
Albisu: Un tanto y 4 fallos (- 5)
Detalles
Pablito y Zabala solicitaron 4 descansos, mientras que Víctor y Albisu solo pidieron uno. En la rueda de prensa posterior, el ezcarayense opinó que sus rivales lo hicieron para ponerle nervioso, parando el partido.
Berasaluze, que se retiró renqueante, entró al vestuario en el tanto 16 a 19.
Los ruidosos aficionados de Ezcaray ofrecieron todo un recital de cánticos, desde los típicos ánimos con el nombre de sus pelotaris preferidos, hasta los no menos típicos cantes tradicionales de fiesta a la riojana (“Apaga luz, Mariluz”, o “A mí me gusta el pi piriví pipí”). Al final, los cánticos menos elegantes y más cansinos fueron dedicados a la chica que atiende el set de descanso de los pelotaris.
Víctor Esteban, a pesar de afirmar que no le gusta hablar del material, declaró que la última pelota puesta en juego por sus rivales tenía más bote, lo que hacía que Albisu tuviera más difícil quitar el aire a Berasaluze: “Esa pelota ha sido clave para que nos ganaran el partido”.
Albisu, por su parte, comentó algo complicado de descifrar: “A mitad de partido he notado que me dolía un poco la derecha, así que me he puesto más con la izquierda. Pero he acabado bien”. El miércoles lo comprobaremos.
Pablo Berasaluze, tras reconocer que aún le falta un poco para alcanzar su mejor forma, no tuvo reparo en vaticinar que Víctor pronto va a jugar con los mejores: “Titín va a tener un buen sustituto”. Sobre su duelo con Titín el próximo viernes, el ratón de Berriz dijo sentirse orgulloso de jugar contra el caracolero en uno de sus últimos partidos.
Ibai Zabala reveló que la clave de su triunfo había sido seguir trabajando hasta el final. Sobre el enfrentamiento contra la pareja riojana el viernes que viene, dijo lo siguiente: “Vendremos a ganar. Aunque tengamos el frontón en contra, vendremos a hacer nuestro trabajo”.
Los complementos
El festival comenzó con un 22-21, igualito que sucedió el primer día de feria. En este caso, el gato al agua se lo llevaron Retegi Bi y Cecilio ante Urrutikoetxea y Apraiz. Incomprensiblemente, sobre todo para los apostantes, Alexis Apraiz decidió jugarse una dejada al choco desde el 4 con el empate a 21, pero se le fue bajo chapa.
Hasta el tanto 17 no lograron reducir la desventaja Julen Retegi y Cecilio, ya que Apraiz, a pesar de su altura, se desenvolvía con comodidad ante el juego movido que practica el zaguero de Ezcaray. Adelante, la potencia de Urruti también dominaba a la ciencia pelotística del hijo del gran Julián.
En la recta final, Retegi Bi y Cecilio se colocaron 21 a 19, pero dos ataques exitosos de Urrutikoetxea colocaron el empate a 21, terminando el partido como se cuenta más arriba.
Para finalizar la velada, un incomprensible mano a mano a toda cancha entre dos zagueros riojanos, Miguel Merino y Álvaro Untoria. Con un pundonor de mérito, a pesar del “regalito” que les han hecho las empresas, los dos pelotaris ofrecieron un bonito espectáculo.
El de Villar de Torre ganó el desafío gracias a un planteamiento arriesgado: buscar el remate de aire a la menor oportunidad. 16 a 9 fue el resultado final de un partido que no recordará gratamente ni su vencedor.
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