Viejos males
Rafa Sáez se vistió de Balta y vio lo que seguramente no esperaba después de que su equipo metiese tres goles al Guadalajara en la pasada jornada: el regreso del nulo olfato ofensivo, de los fallos casi a puerta vacía, del derroche de buen fútbol y mejores ocasiones.
Como si lo de la jornada anterior hubiese sido un espejismo, el LCF volvió a demostrar su negación de cara a portería y desaprovechó hasta siete ocasiones claras de gol por sólo dos del Burgos, lo que dice bastante del desarrollo del partido y también de qué males son los que amenazan con llevar al equipo rojiblanco a Tercera.
Ambos equipos salieron amodorrados, quizás por la inusual hora a la que se jugó el encuentro. Los veinte primeros minutos pasaron casi sin historia, salvo por un centro de Zazu lanza por alto y en diagonal hacia el área, donde Ibai remató de volea para que Vilches despejase.
Sin embargo, a partir del minuto 25, el CF se sacudió el letargo y comenzó a mandar sobre el terreno de juego con criterio, toques en corto, y sensación de peligro. La primera ocasión clara le llegó a Paixao enel 26 a pase de cabeza de Salcedo. El remate del portugués se marchó por muy poco. Antes del descanso, el Logroñés CF estuvo a punto de marcar en otra buena combinación dentro del área. Pulga, de espaldas a la portería dejó en corto para Pineda, quien, en carrera, enganchó un buen disparo raso que se fue rozando el palo.
La segunda mitad comenzó alocada. En el 48 Pineda centró desde la banda derecha un balón cruzado hacia el interior del área. En primera instancia, y en el punto de penalti, Paixao no llegó a rematar, pero sí lo hizo Salcedo desde el segundo palo, enviando al lateral de la red la ocasión más clara de gol hasta ese instante.
El Burgos respondió un minuto después, en la mejor jugada. Ibai recogió un balón en la frontal del área, sorteó a dos defensas y trató de superar la salida de Vilches con un toque raso, aunque el gol se le escapó por muy poco.
El aviso no echó para atrás a un LCF que le daba viveza al balón. En el minuto 53, un Salcedo muy poco acertado en el remate final tuvo en sus botas el gol de la victoria. Se plantó delante de Xabier, portero visitante, que tocó lo justo para desviar el balón. Antes de que saliese por línea de fondo, el propio Salcedo recupero la pelota y la dio atrás, a la frontal del área, desde donde Pulga enganchó un fuerte disparo que atajó Xabier.
Nueve minutos más tarde fue Paixao quien obligó al meta burgalés a lucirse, tras una fuerte volea a la media vuelta desde el punto de penalti.
Poco a poco, a medida que pasaron los minutos, los ataques del CF se hicieron menos peligrosos y más predecibles, aunque el equipo de Rafa Saéz no bajó los brazos en ningún momento. El Burgos dio por bueno el empate en los últimos 20 minutos de la segunda mitad y se limitó a parar las ofensivas logroñesas.
La mejoría en juego es obvia, pero la llegada de Rafa Sáez no ha traído, de momento, más gol o más fortuna en los metros finales. Y punto a punto, el CF no se salva.Hay que seguir trabajando.
0