Zelaya baraja por primera vez la posibilidad de no ser restituído
El presidente derrocado de Honduras, Manuel Zelaya ha admitido por primera la posibilidad de no ser restituido en el poder, aunque vuelve a insistir en la necesidad de entregar a la justicia internacional a los que participaron en el golpe militar del pasado mes de junio que le expulsó del poder.
“Se debe entregar a los tribunales de justicia internacional a la Corte Penal”, afirmó refiriéndose tanto a los militares como a los civiles que participaron del golpe de Estado del 28 de junio. Añadió que “esa será la condición que se pondrá después de las elecciones, si no me restituyen antes”.
Zelaya, que permanece refugiado en la Embajada de Brasil desde su llegada a Tegucigalpa en septiembre, recordó que los comicios propuestos por el Gobierno interino de Roberto Micheletti para el próximo 29 de noviembre son su apuesta para acabar con el conflicto político que atraviesa el país.
“Si llegamos a las elecciones sin un arreglo, lo que pasará es que se va a profundizar la crisis, será un gobierno débil, espurio, la comunidad internacional va a continuar el aislamiento a menos que decidan entregar a los tribunales de justicia internacional a los golpistas”, subrayó en informaciones recogidas por el diario 'La voz de Honduras'.
Con respecto a la mesa de diálogo que celebró ayer su cuarta ronda entre representantes de Zelaya y de Micheletti, el mandatario depuesto dijo que se escucharán todos los planteamientos expuestos para facilitar “el retorno de la paz y la tranquilidad a Honduras”.
Esta reunión entre las partes culminó tras haber alcanzado el aprobado el 90 por ciento de los puntos expuestos en el Acuerdo de San José elaborado por el presidente costarricense y mediador del conflicto, Óscar Arias, aunque los negociadores se detuvieron en el sexto punto relativo al regreso al poder de Zelaya.
Concluyeron que se conversaría con cada una de las partes y que el miércoles se retomaría la mesa para encontrar una salida a la crisis generada tras el golpe militar de junio y al que siguió la formación de un Gobierno 'de facto' presidido por Roberto Micheletti.
Antes de comenzar las negociaciones, las partes mostraron su acuerdo en puntos esenciales como son la creación de un Gobierno de unidad nacional y la puesta en marcha de dos comisiones para verificar los acuerdos, aunque difieren en el polémico tema de la restitución de Zelaya, reclamada por toda la comunidad internacional.
Por su parte, el coordinador general del Frente Nacional contra el golpe de Estado en Honduras, Juan Barahona, dimitió ayer por el rechazo de Zelaya a convocar una Asamblea Constituyente para reformar la Constitución. Será sustituido por el abogado Rodil Rivera que se incorporará este miércoles a la ronda de negociaciones.
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