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El Ayuntamiento de Pozuelo proyecta un aparcamiento de 186 plazas en medio de la mayor zona verde

Un grupo de niños participa de actividades inclusivas cerca de la explanada donde estará el aparcamiento.

Constanza Lambertucci

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El Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón, gobernado por el PP, ha empezado a construir un aparcamiento en el parque forestal Adolfo Suárez, la mayor zona verde pública del municipio. El proyecto aprobado en Junta de Gobierno prevé 186 plazas para coches –ocho de ellas reservadas para personas con movilidad reducida–, dos rotondas y una vial de acceso que subirá entre pinos y encinas jóvenes hasta una explanada con vistas a Madrid.

Un cartel advierte en la entrada: prohibido hacer fuego, prohibido cazar, prohibido tirar basuras, prohibido aparcar. Al lado, otra señal describe el lugar como un “espacio integrador de la naturaleza en la ciudad”. En ese entorno, que los fines de semana visitan vecinos para hacer rutas de senderismo o andar en bicicleta, la Junta de Gobierno aprobó desarrollar un proyecto para meter “bicis, vehículos y autobuses”, que costará casi 1.730.000 euros.

El pliego firmado en julio de 2019 detalla que las obras, adjudicadas a Viales y Obras Públicas S. A., incluirán un viario de acceso desde la M-508, una glorieta de 30 metros de radio y más adelante, ya dentro del parque, otra de 20. Se acondicionará un sendero que ya existe, se incluirá luminaria, se plantarán unos 50 árboles nuevos y los conductores podrán recorrer 300 metros desde la carretera para acceder hasta una de las zonas más altas del parque a dejar el coche.

Por ahora, no hay máquinas ni se ha removido tierra. Las obras están en una fase “muy inicial”, según fuentes del Ayuntamiento. Hasta hace dos semanas, el acceso a la explanada donde se construirá el aparcamiento estaba abierto a los visitantes y un grupo de niños participaba de una actividad. A su alrededor, se extendían 150 hectáreas de un espacio natural “exclusivo”, según la definición del propio Consistorio.

Desde esa parte elevada, se divisa la Casa de Campo y detrás, las cuatro (ahora cinco) torres de Madrid. Al otro lado, cruzando la M-508, está el campus de Somosaguas de la Universidad Complutense y junto a esas instalaciones hay varias parcelas de uso dotacional aún sin construir. Hacia el otro lado se expande Húmera, un barrio de 1.870 habitantes, con chalés de lujo y una renta disponible de más de 62.000 euros.

“Actualmente, el acceso al parque forestal Adolfo Suárez se realiza atravesando Húmera y, por lo tanto, se genera un tráfico innecesario y molesto para los vecinos de este barrio”, asegura por correo electrónico una portavoz del área de Obras, Rehabilitación de Cascos y Patrimonio, que dirige la concejal Almudena Ruiz Escudero.

La misma fuente no precisa cuántas personas van en coche al parque y si existe una demanda de más plazas de aparcamiento en el entorno, que se ubica a tres kilómetros del principal eje del municipio, la Avenida de Europa. La construcción pretende, sobre todo, “mejorar el acceso de los vecinos” a esta zona verde pública que se regeneró a principios de 1990 con la plantación de 25.000 especies de árboles y 95.000 de arbustos.

Según las previsiones del Consistorio, el impacto de la nueva infraestructura será “similar o inferior” al que existe actualmente sobre el ecosistema que forman liebres, ardillas y distintos tipos de aves, como garzas y cigüeñas. La portavoz municipal afirma que no será necesario talar “ni un solo ejemplar arbóreo” para construirla. Las plazas estarán listas en siete meses, según los plazos del pliego de las obras, y se sumarán a las 60 que ya hay en el actual acceso al parque y a otras que hay fuera.

“Tienen obsesión con hacer nuevos aparcamientos. Aunque digan que creen en la movilidad sostenible, para ellos la prioridad es dar soluciones al tráfico rodado”, critica Helio Cobaleda, concejal del grupo municipal socialista en Pozuelo de Alarcón, que la semana pasada presentó una pregunta escrita para instar al Ayuntamiento a reubicar el estacionamiento.

El edil afirma que “desde el principio” su grupo señaló que la iniciativa era “un error”, aunque la aprobación del proyecto no estaba sometida a votación. El grupo municipal de Ciudadanos, en cambio, defiende que “no tiene inconvenientes” con las nuevas obras “si mejoran la vida” de los vecinos. El portavoz de la formación en el Ayuntamiento, Damián Macías, asegura que por “practicidad” están de acuerdo con que se siga adelante.

La gerencia municipal de Urbanismo evaluó que la zona verde pública, que el Plan General define como un “lugar de esparcimiento con el medio natural”, es compatible con las obras porque en entre los usos no permitidos en la parcela “no se encuentra el de viario y aparcamiento”. Elena Moreno, concejal del PSOE y arquitecta urbanista, opina, sin embargo, que es “completamente contradictorio”. “Si metes más coches, pierdes parte de la superficie del propio parque forestal. Como la gente quiere ir en coche, los coches los meto dentro. No, déjalos fuera”, apunta.

Propuesta para dejar los coches fuera

El PSOE municipal propone trasladar las plazas fuera del parque: hacer un vial paralelo a la carretera M-508 con un aparcamiento en batería. “No tiene originalidad, lo mismo ha hecho Boadilla en el acceso al Monte de Boadilla para dotarlo de aparcamiento”, afirma Cobaleda.

Pero el equipo de Gobierno, que dirige el PP desde hace casi 40 años, se niega a dar marcha atrás: “La obra ya ha comenzado y redefinir las actuaciones previstas a estas alturas supondría hacer un modificado del proyecto que, además de afectar el precio, implicaría la paralización y el retraso innecesario”, ha respondido la concejal Almudena Ruiz Escudero a la respuesta escrita presentada por el grupo municipal socialista.

La concejal popular defiende en el documento que los operarios trabajarán con “un método innovador de construcción” que reduce “mucho” el espesor de la capa de hormigón para construir lo que denomina un “aparcamiento ecológico”: “Supone un menor movimiento de tierras, menos residuos, menos trasporte de estos, así como menos emisiones de carbono”.

“Es surrealista”, zanja el concejal socialista. “Construyes una zona verde, te pasas 20 años plantando árboles, ya empieza a haber zonas frondosas, ¿y de repente metes los coches?”, se pregunta Cobaleda. Los vehículos ocuparán solo una parte de la explanada de 11.120 metros cuadrados con forma de óvalo alargado. Si se cumplen los plazos, los coches podrán aparcar a partir este año con las mejores vistas.

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