Espinosa de los Monteros y Monasterio intentaron dilatar al máximo la legalización de su chalé: no abrían la puerta a los técnicos de Urbanismo
Rocío Monasterio e Iván Espinosa de los Monteros intentaron dilatar al máximo la tramitación de su expediente y el proceso de legalización de su chalé, una vivienda que no cumplía con los requisitos legales. Los técnicos de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid intentaron acceder, sin éxito, al inmueble de Monasterio y Espinosa de los Monteros en cuatro ocasiones, pero nadie respondía al timbre ni abría la puerta, según consta en las actas de inspección que publica este martes la Cadena SER.
En las actas, con fecha 1 de julio, 5 y 8 de agosto de 2015, figura que los técnicos acuden al domicilio para comprobar si ha sido acatado “el cese de actividad decretado el 23 de febrero” para el despacho profesional que tenía Rocío Monasterio en el sótano del chalé. El 11 de noviembre de ese mismo año la Policía Municipal se persona en la vivienda, pero la ahora diputada autonómica de Vox rechaza su entrada y niega que exista un despacho. En el caso de las notificaciones del Ayuntamiento, en los resguardos aparecen como “ausente”.
El chalé carece de la licencia de ocupación obligatoria para poder residir en él. Tampoco tiene la licencia de funcionamiento, necesaria para desempeñar allí actividades económicas, según adelantó en exclusiva eldiario.es. La construcción incumplió los compromisos de la licencia de obra que solicitaron. Según confirmaron fuentes de Urbanismo, los dirigentes de Vox levantaron un chalé mucho más grande de lo permitido en la licencia y añadieron otros elementos nuevos que no estaban en el proyecto inicial, que realizó la propia Monasterio.
Espinosa de los Monteros solicitó hasta en cuatro ocasiones la licencia de primera ocupación y funcionamiento de la vivienda, pero nunca aportó la documentación necesaria, según figura en el expediente urbanístico.
Los dirigentes de Vox Iván Espinosa de los Monteros y Rocío Monasterio clausuraron por iniciativa propia el estudio de arquitectura que tenían en su sótano en la última semana de septiembre de este año. Fue el primer paso para legalizar el resto de la vivienda de lujo: el matrimonio ha logrado librarse de la clausura y precinto de la vivienda presentando en el registro de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid un escrito en el que informan de que se ha cesado la actividad en la planta sótano y también un proyecto “para ajustar lo construido a la legalidad urbanística”.