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Un error de cálculo de Más Madrid permite a Almeida sacar sus primeros presupuestos sin los votos de Vox

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, con tres de sus ediles durante el pleno.

Fátima Caballero

José Luis Martínez-Almeida se tomará las uvas con la tranquilidad de haber sacado adelante sus primeras cuentas como alcalde de Madrid. El Gobierno de coalición de PP y Ciudadanos que dirige lograba este lunes aprobar los presupuestos municipales para 2020, y lo hacía además sin el apoyo expreso de Vox, que se abstuvo durante la votación. Una jugada que la oposición de Más Madrid y PSOE calificaron de “fraude democrático” y “filibusterismo parlamentario”.

Almeida aprovechaba la renuncia de una edil de Más Madrid el pasado viernes (sin que haya dado tiempo a reemplazarla) para que la aritmética del Pleno jugase a su favor: las cuentas saldrían adelante sin que Vox, que se había mostrado muy crítico, tuviese que apoyarlos con un sí. Valía solo con su abstención. Un error de cálculo de la formación de Marta Higueras, que no se dio cuenta de la argucia utilizada por PP y Vox hasta que el partido de extrema derecha desveló su sentido del voto.

Al haber renunciado Inés Sabanés a su acta el viernes para incorporarse como diputada en el Congreso y no haber sido sustituida aún, Más Madrid (18 ediles) y el PSOE (8) sumaban 26 votos, los mismos con los que cuentan PP (15) y Ciudadanos (11). Cuando se produce un empate de estas características, el reglamento del Consistorio permite que el voto de calidad del alcalde decante la balanza. Finalmente, ni siquiera hizo falta este voto de gracia de Almeida, después de que Más Madrid y PSOE decidieran abandonar el Pleno municipal como protesta denunciando un “fraude legal”.

Dos ediles menos en la izquierda

El Pleno extraordinario había comenzado a las diez de la mañana de este lunes con la ausencia de dos ediles en los bancos de la izquierda. Más Madrid no había sustituido a Sabanés y en el grupo del PSOE faltaba la concejala Maite Pacheco. A esa hora, sin embargo, todo apuntaba a que los primeros presupuestos del equipo de Gobierno de PP y Ciudadanos decaerían. “No vamos a apoyar estos Presupuestos”, anunciaba el portavoz de Vox, Javier Ortega Smith, a su entrada en el Palacio de Cibeles.

En Más Madrid y PSOE reconocen que no protestaron por la desventaja numérica al comienzo del Pleno porque daban “por asegurado el apoyo de Vox” a las cuentas y desconocían la afirmación de Ortega Smith a la prensa. Antes del Pleno, explican, se había celebrado una Junta de portavoces en la que, según detallan, PP y Ciudadanos aprobaron varias transaccionales de Vox que menguan los presupuestos en 10,5 millones de euros.

La abstención permite al Gobierno municipal desmarcarse de la formación de Abascal, cuyos votos fueron imprescindibles para colocar a Almeida en la alcaldía de la capital. “Acuerdo, acuerdo, no ha habido porque si no Vox habría votado a favor”, declaraba Almeida a la salida del Pleno. “Vox ha hecho un ejercicio de responsabilidad con la abstención para que se aprobaran los presupuestos”, añadía el alcalde.

Pero lo cierto es que esa abstención no ha salido gratis. El nudo gordiano del desencuentro entre Vox y el Gobierno municipal estaba en las subvenciones a entidades feministas, ecologistas, de memoria histórica y vecinales, además de las políticas de participación. La ayuda a la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM), por ejemplo, era uno de los puntos más polémicos. Vox también exigía una rebaja fiscal mayor que la que contemplan las ordenanzas fiscales presentadas en noviembre.

La formación de extrema derecha finalmente lograba este lunes arañar varios cientos de miles de euros de las subvenciones a las asociaciones que Vox ha calificado de “chiringuitos”. Entre otras, los presupuestos tendrán 425.000 euros menos para la Federación regional de Asociaciones vecinales de Madrid (FRAVM), una reducción de 175.000 euros a la ayuda para refugiados o 500.000 euros a las ayudas al alquiler. Vox no conseguía una mayor rebaja fiscal, por lo que la abstención ha sido una postura más cómoda para la formación de extrema derecha.

“El acuerdo estaba hecho, no había ninguna duda de que Vox votaría a favor”, asegura a eldiario.es la concejala socialista Mercedes González. “Nosotros creíamos que habría apoyo o bloqueo, tras aprobarse el recorte de diez millones no tuvimos duda de que el voto sería favorable”, asegura por su parte el edil de Más Madrid Jorge García Castaño, que se ausentó durante la primera media hora de esa Junta de portavoces.

La abstención: un jarro de agua fría para Más Madrid

Ortega Smith desveló pronto durante su intervención en el Pleno cuál era el acuerdo con el PP para terminar definitivamente con los últimos presupuestos de Manuela Carmena que días antes el partido de ultraderecha había amenazado con prorrogar: “Nos vamos a abstener para con ello facilitar que salgan adelante estos presupuestos, para que con ello todas aquellas iniciativas que hemos logrado sacar adelante no se queden sin la financiación”.

El PSOE llamó inmediatamente a su edil para que se presentase en el Pleno a votar. “Estaba previsto, Maite Pacheco no ha acudido a los últimos plenos por motivo de enfermedad pero estaba avisada de que si algo ocurría tenía que venir”, explican fuentes socialistas a este diario.

Desde Más Madrid aseguran que se dieron cuenta de que serían “uno menos” el “mismo viernes”, una vez que Sabanés ya había renunciado: “Descubrimos que era necesario un pronunciamiento de la Junta electoral y que no daba tiempo”, explica un edil de Más Madrid a este periódico.

La coportavoz de la formación en el Ayuntamiento Rita Maestre entiende que la estrategia de PP y Vox ha “violado la democracia” por no respetar la composición del Pleno mediante una “negociación” para la abstención del grupo liderado por Javier Ortega-Smith, un “juego desconocido” para el resto de la cámara y “a espaldas de la ciudadanía”.

Maestre defendió que “lo normal” es que ante la ausencia de uno de los concejales de uno de los bloques políticos, el arco parlamentario contrario decida que uno de sus representantes no acuda a votar para respetar las mayorías resultantes de las elecciones. “Es un fraude y vamos a impugnar”, aseguraba.

Desde el PP aseguran que ese acuerdo al que alude Maestre se utiliza “en casos de enfermedad o causas de fuerza mayor” y la renuncia de una edil no entraría en ninguno de esos supuestos, aseguran. Además, es algo que la formación afectada suele plantear “cuando se da cuenta de su desventaja” durante la Junta de portavoces y Más Madrid no lo hizo, según reconocen sus ediles.

“¿Alguien desconoce, salvo ellos, que el puesto de concejal y diputado es compatible? ¿Alguien obligó a Inés Sabanés a dimitir de concejal el viernes? Este pleno se convoca el viernes sabiendo en ese momento que Vox vota en contra. ¿Impugnaron la convocatoria (en Más Madrid) sabiendo que Inés Sabanés no estaba el lunes? Y esta mañana ha habido junta de portavoces pero no han dicho nada”, declaró el alcalde José Luis Martínez Almeida a la prensa a la salida del pleno.

En el PP reconocen que el mismo viernes fueron conscientes de la “ventaja” para su gobierno y afean a la formación de Higueras “no haber hecho las cuentas”. “Fuimos nosotros quienes se lo contamos a Vox”, aseguraron fuentes de la formación popular. Desde Más Madrid y PSOE buscan la manera de impugnar la votación.

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