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Pepu Hernández: “Carmena ha gobernado con el programa del PSOE pero la sensación que deja es de ineficacia”

El candidato del PSOE al Ayuntamiento de Madrid, Pepu Hernández.

Fátima Caballero / Irene Castro

El candidato del PSOE al Ayuntamiento de Madrid, Pepu Hernández (Madrid, 1958), llega a la política con la idea de que “el servicio público merece la pena”. Tiene ya un diagnóstico de lo que ha fallado en el Partido Socialista para no haber conseguido gobernar en la capital durante los últimos 30 años: el exseleccionador de baloncesto y fichaje estrella de Pedro Sánchez asegura que “se han perdido determinadas sensibilidades”. El fichaje de Sánchez, que conoció al presidente cuando ambos estaban vinculados con el Estudiantes,  quiere evitar –no siempre con éxito– los símiles deportivos en sus intervenciones políticas. Llega a un PSOE en horas bajas que ve con escepticismo la posibilidad de una remontada y que teme que la fractura en la izquierda expulse a Carmena de la Alcaldía de Madrid.

Los socialistas creen ahora que compartir el Gobierno municipal puede incrementar sus aspiraciones de cara al futuro. Hernández reivindica frente a su mayor contrincante, la candidatura de Más Madrid que lidera Carmena, un PSOE que “ya viene cohesionado de casa”. A pesar de las suspicacias que produjo su aterrizaje, el exseleccionador ganó con holgura las primarias. El candidato independiente asegura que Carmena ha gobernado con el programa del PSOE pero que la sensación que dejan estos cuatro años de gestión es de “ineficiencia”. El exentrenador se muestra muy crítico con el plan de la Operación Chamartín y pide “repensarlo”. Cita a eldiario.es para esta entrevista en un bar cerca de la estación de Chamartín, y se esfuerza por insistir desde el principio en las desigualdades que ha detectado en la ciudad, empezando por ese mismo barrio.

Se ha sometido a las primarias del PSOE y durante sus visitas a las agrupaciones dijo que iba a escuchar a los militantes para aprender. ¿Se ha estudiado ya Madrid?

Cada vez voy conociendo un poquito mejor Madrid. Es una ciudad amplia, diferente, diversa y lo que estoy intentando es eso, conocer mejor Madrid. Tenía un punto de vista como ciudadano. Alguien que ha vivido muchos años en Madrid, 61, y tenía unas percepciones determinadas. Lo que es importante es confrontar con otro tipo de sensibilidades como hemos hecho con las agrupaciones o como estamos haciendo ahora.

¿Cuál es su diagnóstico de cómo está la ciudad?

Puede sonar muy fuerte pero es verdad que hay una desigualdad grande en Madrid, no solamente a nivel de zonas sureste con el resto del norte u oeste. También entre los distritos hay unas diferencias muy importantes. Está algo desequilibrada. En muchos sentidos: económicos, sociales, de prestaciones... y sería deseable que tuviéramos un Madrid un poquito más equitativo, un poquito más igual. Crecer todos de la misma manera. No solamente por partes y a distintas velocidades.

Usted ha sido el último gran fichaje de Pedro Sánchez, pero aún así el Partido Socialista en Madrid no consigue remontar en las encuestas. ¿A qué lo atribuye?

No estoy mucho en las encuestas. Para nosotros es imprescindible primero escuchar y después tratar de comunicar. Convencer para después intentar ganar, lógicamente. Creo que debemos estar en ese camino. Es complicado, es difícil porque también muchas veces se nos percibe de una forma distinta por la última trayectoria que ha tenido el Partido Socialista en Madrid. Pero entendemos que somos capaces de remontar esta situación. Por eso quizá he sido de alguna manera llamado y estoy muy orgulloso de que se me haya escogido, porque podemos aportar algunos valores distintos, diferenciándonos de otras opciones. Porque las propuestas del Partido Socialista son muy interesantes.

¿A qué atribuye que el Partido Socialista no haya sido capaz de gobernar Madrid en los últimos 30 años?

Es cierto que a lo mejor se han perdido determinadas sensibilidades. Creo que la aportación a Madrid del Partido Socialista en los años 80 fue extraordinaria. Muchas cosas que se avanzaron en aquel momento luego vinieron a retraerse por los 26 años del Partido Popular en Madrid, que influyeron definitivamente en que Madrid fuera más desigual y creciera a distintas velocidades. Y sobre todo con el peso de una deuda brutal, con una carga impositiva tremenda hacia los madrileños que ha traído otra serie de dificultades. Los últimos cuatro años, aun con buenas sensaciones, han resultado ser un fiasco, por así decirlo. Cuando la gente esperaba muchísimo más y muchísimos más avances, ha sido una gestión difícil, complicada, que no ha llegado a satisfacer la ilusión de los madrileños.

Habla de la ilusión de los madrileños por la llegada de un cambio con el Gobierno de Manuela Carmena. Usted ha afirmado que Manuela Carmena llegó a la política con una experiencia y unas aptitudes extraordinarias en 2015. ¿La votó usted entonces?

No, siempre he votado al Partido Socialista.

Hace poco le preguntábamos a Carmena qué opinaba de usted. ¿Qué opina usted de la alcaldesa?le preguntábamos a Carmena qué opinaba de usted

Me parece una figura interesantísima, por su actividad ciudadana, su trayectoria civil y política. Me parece también un ejemplo el paso que dio en aquel momento. Puede ser un ejemplo para mí que desde la ciudadanía, desde otras actividades, se puede hacer un trabajo directo sobre la actividad política. Es muy importante dignificar la actividad política porque es cierto que la concepción que puede tener la ciudadanía sobre la política no es del todo gratificante. El servicio público merece la pena y por eso quizá yo también he dado este paso. Como repito en muchas ocasiones, a la gente que se dedica a la actividad política, gracias por servir que es algo que no se utiliza mucho aquí pero sí en otros países.

Ha hecho un esbozo de rápido de lo que cree que ha supuesto el Gobierno de Carmena. ¿Qué opina de la gestión en estos cuatro años?

Creo que ha sido una gestión que tenía muy buena voluntad, los propósitos eran muy interesantes. Pero sin un programa político, se ha basado en el proyecto político del Partido Socialista. Se han sacado muchas cuestiones adelante y ha sido sobre todo con el apoyo del Grupo Municipal Socialista. Creo que no ha sido nada gratificante para el grupo municipal socialista porque cuando se hacía alguna cosa bien, los parabienes iban hacia el grupo de Ahora Madrid y cuando se hacían las cosas mal, o peor, no se podían hacer, parecía que la culpa la tenían los dos grupos que se estaban apoyando mutuamente en el Gobierno.

¿Fue un error del PSOE no entrar en el Gobierno de Carmena?

Se pudo cometer un error al no entrar en el Gobierno. Es algo que podemos aprender para el futuro. La situación que ha tenido Manuela Carmena con sus grupos, equipos, plataformas, no tenía una consistencia como puede tener el Partido Socialista. El PSOE es un partido con historia, con experiencia y sabe gestionar. La sensación que se ha tenido sobre estos últimos cuatro años ha sido de ineficacia en la gestión, por no llevar a buen puerto o una velocidad razonable como esperaban los madrileños, determinadas iniciativas que pueden ser realmente positivas.

Se ha rodeado en las primarias, y ahora también en la lista, del sector más crítico del grupo municipal del PSOE hacia el Gobierno de Manuela Carmena. ¿Esto puede dificultar el acuerdo con Más Madrid?

Espero que no. Como he dicho antes nuestra primera opción lógicamente es no tanto ganar sino convencer. El ganar será una consecuencia de lo que podamos convencer. Y, a partir de ahí, escuchar qué es lo que puede ocurrir. Escuchar también al partido porque tienen una decisión importante sobre los posibles pactos y acuerdos que podamos tener después. Pero sobre todo sabiendo que particularmente puedo expresar cuáles serían mis preferencias. Por supuesto que se puede llegar a un acuerdo para que se nos apoye en el Gobierno de Madrid.

¿Y haría un gobierno de coalición con Ciudadanos?

No sé si un gobierno de coalición o apoyos puntuales. Pero me gustaría poder llegar a acuerdos puntuales absolutamente con todos. Creo que el diálogo es muy importante y no me opongo a esas situaciones, por eso me extraña mucho que se pongan barreras que la ciudadanía no percibe como claras. Se va a necesitar porque las ciudades tienen que ser gobernables y los países tienen que ser gobernables. No soy de los que van poniendo barreras, con nada ni con nadie. Pero sí quiero significar que algunas políticas del PP en el pasado no deberíamos repetirlas, y sobre todo que no podemos aceptar un Madrid que excluye, un Madrid que no sea tolerante, un Madrid retrógrado.

¿Pero con quién se sentiría más cómodo, con Begoña Villacís en el Gobierno o con Manuela Carmena?

Lo he dicho antes, con las ideas progresistas y las ideas progresistas están para mí mucho más en Manuela Carmena o en su agrupación de Más Madrid.

Atendiendo a las encuestas, es posible que el PSOE y la candidatura de Manuela Carmena no sume. ¿Estaría dispuesto a hacer alcaldesa Begoña Villacís para que no dependa de la extrema derecha de Vox?

Ya he dicho que nosotros tenemos que estar en lo que estamos ahora mismo, que es tratar de convencer. Hay que ser muy respetuosos con los plazos, ser muy respetuosos con el voto de Madrid. Es muy importante también la capacidad que podamos tener de mentalizar, de concienciar y de movilizar porque va a ser imprescindible. La democracia es más fuerte cuando más gente vota. Parece de una simpleza pero es así.

Habla de sentarse a hablar y negociar con todos, ¿también con Vox?

Creo que no. Sinceramente sería muy difícil por los planteamientos que están haciendo. Estamos muy alejados de esas posturas, simplemente por la mentalidad que tenemos de un Madrid unido, de un Madrid diverso, amplio y tolerante. Imposible.

¿Le preocupa el auge de Vox? ¿Cree que se está combatiendo bien a la extrema derecha?

Me preocupa el auge de Vox. Me preocupa porque es una especie de revisionismo en algunas cuestiones que no me agradan. Creo que en lo político hemos estado demasiado tranquilos porque habíamos pensado que algunas libertades y algunos derechos estaban consolidados, y no es cierto. Hay que luchar por la democracia constantemente.

Una de las medidas con las que Ahora Madrid Madrid ha ido de la mano con el PSOE es Madrid Central, pero al final en el propio PSOE hubo conflicto y el secretario general en Madrid, José Manuel Franco, dijo dos semanas antes de implantarse que había que repensarla, en contra de los concejales. ¿Qué piensa usted de Madrid Central?

Es una buena medida, pero todo es mejorable, absolutamente todo. En el momento que dejemos de preguntarnos cómo podemos mejorar la gestión, cómo podemos mejorar Madrid en todos los sentidos, sea en un distrito, sea una acción puntual, no estaremos haciendo nuestro trabajo. Todo es mejorable.

¿En qué es mejorable?

Primero quizá dando un poquito de tiempo para ver exactamente cuáles están siendo los efectos de Madrid Central. En el aspecto ecológico, en el aspecto medioambiental, en el aspecto económico, en el aspecto social, porque no es una cuestión que se pueda mantener aparte. Tenemos que estar interrelacionando en los distintos distritos de la ciudad. Cómo afecta a otros y cómo afecta a otras cuestiones. Por lo tanto, primero un tiempo para pensar realmente cuáles están siendo los efectos y por supuesto, si es necesario corregir, hacerlo. Cuando se hace una gestión de este tipo surgen dudas inmediatas y muchas veces el tiempo las va colocando en su sitio. Pero es imprescindible que siempre estemos atentos; no se puede tomar una medida y prácticamente olvidarse de ella. Siempre es mejorable. Estudiando, analizando cómo se puede mejorar en todos los aspectos posibles.

¿Usted cree que está funcionando ahora Madrid Central?

La idea es buena. Pero parece que hay una prohibición sobre entrar en Madrid. Es el concepto que parece que percibimos y no es así. Yo sigo entrando en Madrid Central como antes. Sé que no puedo ir con mi automóvil y posiblemente hay que utilizar el transporte público. Por supuesto, hay que mejorar el transporte público. Siempre hay que pensar en el Madrid de futuro; estas actuaciones van a ser necesarias porque al final es necesario para el bienestar conjunto de toda la ciudad, no solamente de una parte.

Ha dicho que uno de los problemas de Carmena ha sido el grupo interno de Ahora Madrid. A usted el partido en cierta medida le ha impuesto a su equipo. ¿Conoce a todos los miembros de su lista y se fía de ellos?

Los que inmediatamente me han prestado un apoyo, por supuesto. Después estoy conociendo cada vez a más gente y estoy plenamente convencido de que en el Partido Socialista de Madrid no solamente hay talento sino que hay unas capacidades de liderazgo impresionantes. Yo no creo en el liderazgo único, creo en los liderazgos compartidos y hay muchos tipos de liderazgo que creo que podemos desarrollar.

A la hora de elaborar las listas ha habido algunas críticas dentro del partido porque se ha olvidado o se ha marginado a representantes de distritos como Carabanchel y Puente de Vallecas. Se ha hablado de las desigualdades en Madrid, ¿cree que han convertido al Partido Socialista en un error al dejar un poco apartados a los representantes de estos distritos?

Creo que tenemos aportación de absolutamente de todos. Es imposible tener una aportación directa y principal de todos los distritos de Madrid. Pero sí que hemos concitado una especie de acuerdo, de gente que puede tener experiencia en la gestión. Por supuesto vamos a prestar una atención muy especial a determinados barrios para equilibrar Madrid. Voy a hacer un símil deportivo: cuando entrenas un equipo de formación puedes hacer dos cosas cuando tienes dos extraordinarios jugadores, dedicarte a ellos directamente –y llamar mucho la atención porque ellos van a ser muy buenos, van a entrar en la selección, van a ser fantásticos– o trabajar por los otros diez. Si trabajamos por los otros diez el nivel de exigencia y el nivel de la ciudad va a crecer muchísimo más.

¿Le hubiera gustado contar en su equipo con los que fueron sus rivales en las primarias, Manolo de la Rocha y Chema Dávila, que se han quedado fuera?

No es algo que me haya planteado directamente, pero sí es cuestión de saber exactamente qué se puede aportar en cada caso. También hay incorporaciones que no están en la actividad municipal pero que sí tienen experiencia en otros campos. Lo importante es el equipo y creo que vamos a formar un gran equipo.

¿Y por qué no se les ha incluido en ese equipo?

Bueno, porque tienes que elegir. Entre la aportación, la experiencia, el conocimiento que viene de fuera... hay que elegir entre el potencial tremendo que tiene el partido, de la experiencia que tiene el partido en otras cuestiones. Y hay que equilibrar. Para mí, vuelvo a insistir, el equilibrio es muy importante.

Se le vio incómodo en el debate en las primarias con sus compañeros de partido. ¿Está preparado para el debate con adversarios de otros partidos con la crispación política que hay actualmente?

No es la cuestión que más me agrada, lógicamente. En algunos casos hay una sensación de crispación que es demasiado teatral. Creo que debemos plantear las cuestiones con razón y no con insultos, no con mentiras, no con datos falsos. Es algo que me exijo mucho, procurar que mis datos sean los buenos. Algún error cometeremos. Pero para mí es muy importante razonar y hablar. Discutir si es razonable y, sobre todo, tratar de convencer. La confrontación la ciudadanía la percibe como artificial. Yo creo que la naturalidad en la política es lo que realmente puede ser efectivo.

Usted ha dicho que su proyecto es a largo plazo y también ha prometido que si no gana las elecciones se quedará en la oposición. ¿Están los candidatos independientes exentos de rendir cuentas?

No, ni mucho menos. Cuando aceptas con ilusión una responsabilidad hay que estar rindiendo cuentas constantemente. Vamos a ser muy exigentes con nuestra propia actividad política, y lógicamente los ciudadanos tienen que ser exigentes con nosotros.

Usted tuvo una sociedad patrimonial similar a la de la polémica con Màxim Huerta y a quien Pedro Sánchez le señaló la puerta de salida. ¿Cuál ha sido la diferencia? ¿Por qué en su caso el presidente lo ha entendido?

Esa palabra similar no creo que sea justa. Fue una sociedad que mantuve por facilitar la gestión con la empresa que llevaba mis cuestiones sobre las charlas. En ese momento nos parecía correcto. Han sido actividades legales, y tampoco tengo dudas éticas. Sé que se han dado algunas informaciones que han sido inexactas sobre la actividad de esa sociedad y a partir de ahí creo que se ha obrado correctamente, y en ese sentido me siento cómodo.

¿Y qué opina de la sociedad de Begoña Villacís?

No puedo valorarlo porque me gustaría tener más datos, y tampoco es una cuestión que me importe demasiado. Creo que es una cuestión distinta y que es cierto que pueden existir algunas dudas sobre determinados temas que pueden influir en otros o si puede estar relacionado realmente con la actividad municipal. No lo sé, no quiero opinar sobre un tema que no conozco en profundidad.

Este martes se ha confirmado, si no hay una negociación in extremis entre Podemos e IU que lo evite, que habrá cuatro listas progresistas a la Comunidad de Madrid. ¿Qué opina de esta fragmentación de la izquierda?

Uno hace las cosas como cree que tiene que hacerlas. Entiendo que en este caso no está atendiendo a lo práctico, por así decirlo. Nosotros somos también la izquierda y somos una izquierda coherente y creo y nos gustaría recibir el apoyo mayoritario de las fuerzas progresistas porque no solamente es una izquierda coherente, sino una izquierda con el potencial de ponernos de acuerdo.

¿Hay preocupación en el PSOE de que Gabilondo se quede las puertas de ser presidente de la Comunidad de Madrid, teniendo en cuenta este escenario?

Entiendo que hay una cierta preocupación porque, claro, hay gente que está muy dedicada a hacer cuentas. Yo no me dedico a hacer esas cuentas, me dedico a tratar de comunicar y a tratar de ser capaces –también que la comunidad– de que den los números, porque entonces podremos llevar a la práctica lo que estamos proponiendo.

Para el Ayuntamiento el escenario es un poco parecido, ¿le preocupa que la tercera lista no entre?

Es preocupante, pero como he dicho lo más importante es que nuestra ciudadanía sepa exactamente qué es lo que nos estamos jugando. Madrid es una ciudad con un potencial tremendo, es una ciudad extraordinaria en muchos sentidos y también nuestra imagen es importante, y por eso es imprescindible motivar, movilizar, ilusionar y sobre todo concitar apoyos.

Nos ha traído al entorno donde se desarrollará la Operación Chamartín. En otra entrevista ha manifestado que le gustaría “dar una vuelta” al plan diseñado por el Ayuntamiento porque puede generar problemas de movilidad y se puede conseguir más vivienda pública, pero el PSOE ha manifestado que apoyará la modificación del plan general si se presenta en el pleno antes de las elecciones. ¿Su posición actual cambia ese sentido del voto?

No es un cambio del voto en sí. Yo ahora mismo no puedo proponer eso. Lo que sí puedo proponer es que debe ser revisable. Primero porque hay que volver al origen. Simplemente el cambio de nombre me está preocupando. Que ya no sea Operación Chamartín sino Madrid Nuevo Norte me preocupa. Tenemos que ir al origen, y el origen es que existe una herida de las vías del tren en Madrid y no solamente para Chamartín sino para el resto de la ciudad. Esa división, esa herida, tiene que ser subsanada. El problema está en la estación de Chamartín porque hay que dotarla de una mayor energía funcionalidad que sea realmente un centro de comunicación muy importante con el resto de la nación.

A partir de ahí vienen las oportunidades para equilibrar Madrid en cuestiones de vivienda, en una zona que ya es bastante complicada para la movilidad, para la conexión de Madrid. A partir de ahí deberíamos de repensarlo, porque con todo este tiempo que ha transcurrido no debemos tener prisa ahora por tratar de solucionar o de crear un conflicto si no está perfectamente estudiado. Se debe construir, por ejemplo, un eje verde. Son cuestiones muy importantes para arreglar problemas de movilidad, tráfico y transporte. También hay una oportunidad para crecer en vivienda. ¿Por qué se va a aceptar un 40% de vivienda pública si puede ser de hasta el 50%? Una gestión de suelo público tiene que ser también gestión pública y las plusvalías deben de ser para Madrid.

Entonces cree que no debería aprobarse esta legislatura.

Creo que debe ser revisable y sobre todo volver un poquito a los orígenes. No me olvido de la oportunidad de negocio, de dinamización, de la oportunidad económica para el comercio y para la empresa que puede tener, pero creo que debemos priorizar y las prioridades son lo que necesita Madrid para equilibrar, para igualar barrios y no solamente dos distritos sino absolutamente todo.

Por lo que explica, lo que considera que puede cambiar en ese plan respecto a la movilidad o a las plusvalías coincide bastante con ese sector crítico del propio gobierno del Ayuntamiento que no quiere que la Operación Chamartín salga.

No sé exactamente cuáles son las coincidencias, pero lo que sí es cierto es que el planteamiento debiera ser un poquito más ir al origen. Si hay que utilizar un poquito más de tiempo, utilizamos un poquito más de tiempo para repensar, para no hacer simplemente una actividad que pueda ser muy buena para algunos. Da la impresión de que tanto Ahora Madrid en este caso, como el PP, podrían apostar por esta misma manera de hacer las gestiones. 

¿Le pedirá al Partido Socialista que no apoye la operación tal y como está ahora?

Veamos cuál va a ser nuestro potencial. Las tres administraciones tienen que ponerse de acuerdo, pero tenemos también que pensar un poquito más en Madrid y en la necesidad de equilibrio que necesita la ciudad: la necesidad de vivienda y de mejorar también su aspecto medioambiental.

Sobre los contratos entre Adif y DCN, la evolución en estas dos décadas de esa operación urbanística ha ido casi siempre a favor del socio privado. ¿No debió sacarse de nuevo la adjudicación a concurso tras cambiar tanto las condiciones iniciales?

Hay que tratar de repensar esta situación, tratar de volver al origen. Se trata de suelo público, generalmente. Por tanto, gestión pública más que privada. Aunque por supuesto, sin olvidarnos también de esa capacidad que puede tener Madrid de generar dinamismo, de ser competitiva.

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