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La marea blanca pide a gritos la dimisión de Ayuso por su gestión sanitaria: “Apoyamos la huelga”

Miles de personas en la manifestación en defensa de la sanidad publica

Clara Angela Brascia

Madrid —

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La Mesa en defensa de la Sanidad Pública de Madrid, conocida como Marea blanca, ha vuelto a la calle de la capital este sábado con su 96ª edición en apoyo de los médicos de familia en huelga indefinida y para denunciar la “barbaridad” del modelo de reapertura de las urgencias extrahospitalarias del Gobierno de Ayuso. Tras 26 días de paro y protestas, y un encierro del comité de huelga en la Consejería de Sanidad que duró 36 horas y se acabó cuando se le negó la comida y cualquier tipo de posibilidad de negociar, el choque con el Gobierno ha alcanzado su límite. 

Bajo el lema “Sin sanidad pública, no hay derecho a la salud”, más de 10.000 personas han marchado a mediodía desde la estación de Atocha hasta la Plaza de Cibeles, según datos de la Delegación del Gobierno en Madrid. Al frente de la marcha, decenas de manifestantes sostienen una sábana blanca gigante: “No a los recortes y privatización. Sí a la sanidad y servicios públicos”. Detrás, cientos de carteles en contra de la gestión de la presidenta. “Con Ayuso, mil abusos”, “Ayuso nos mata”, “El PP nos arruina la Atención Primaria”, “Se vende tu salud” o “Fuera Ayuso”, rezan los mensajes.

Como los carteles, también las consignas de la manifestación estaban dirigidas en su mayoría contra la Presidenta de la Comunidad: “Ayuso y su hermano nos roban a dos manos” y “Ayuso dimite, el pueblo te lo pide” han sido las frases más repetidas a lo largo del recorrido. 

Los vecinos han vuelto a salir a la calle en defensa del sistema de salud madrileño solamente un mes después de la concentración que reunió a cientos de miles de personas en la ciudad. “Hace 12 años que empecé a manifestarme en defensa de la sanidad pública. Desde entonces no falto nunca”, explica Piedad Esteban, de 71 años. Por encima del abrigo lleva puesta una camiseta blanca con un corazón verde, mientras en las manos tiene una pancarta con la cara de la Presidenta del Gobierno regional, que reza “Ayuso culpable: 700 ancianos muertos por Covid sin atención médica”. “Lo que no se puede permitir son los recortes que se están haciendo. Que la gente se tenga que ir a un hospital para una chorrada a saturar las urgencias porque en su centro no hay médico”, añade esta vecina de Quintana. 

A menos de veinte metros de llegar a Cibeles, el final del recorrido, la cabecera tuvo que parar al encontrarse con dos furgonetas de la policía nacional aparcadas en medio del Paseo del Prado. “Tenéis que ir por la acera”, han explicado los agentes. El desvío ha durado pocos segundos, ya que los manifestantes han empezado a volver al centro de calle o a pasar entre las furgonetas al grito de “vergüenza, vergüenza”. “Pero qué broma es esta. Hacen de todo para pararnos”, ha comentado indignado un presente.

Un sistema al borde del colapso

El sistema de salud madrileño lleva años de desgaste. Los profesionales sufren el agotamiento físico y emocional, intensificado por la pandemia, debido a la falta de personal en los centros de salud, la sobrecarga de trabajo y el maltrato recibido desde la Comunidad. Este viernes, cuando aún seguían encerrados en la Consejería de Sanidad, Ayuso despreciaba a los miembros del comité de huelga sacándolos de “ocupas” y asegurando que “no son médicos” sino “liberados sindicales”. 

“He llegado a ver 90 niños en una tarde. Para optimizar el tiempo, usaba tres consultas: mientras un niño se cambiaba en una, visitaba a otro en la sala de al lado”, explica un pediatra de un centro de salud de Madrid. Como hay solo dos profesionales en todo el centro, le ha tocado estar siempre de servicios mínimos, aunque le hubiera gustado apoyar la huelga. “Es indignante el trato que nos reserva la Comunidad. Hay días que vuelvo a casa y me siento inútil, que me he equivocado en todo”. 

Rita Maestre y Mónica García, las candidatas de Más Madrid al Ayuntamiento y la Comunidad en 2023 respectivamente, han expresado su apoyo hacia los profesionales en huelga. “El Partido Popular no solo no escucha las demandas de nuestros sanitarios, también les insulta”, ha recordado Maestre. “Es una actitud vejatoria y humillante hacia nuestros profesionales que aplaudimos todos los días a las ocho de la tarde durante la pandemia”, ha remarcado García. “Le decimos a la señora Ayuso lo que le venimos diciendo desde hace meses. Con la sanidad no se juega. Lo que debería hacer el Gobierno es sentarse con los médicos de la misma forma que hacen con los fondos buitre y hablar”. 

La diputada autonómica de Podemos, Alejandra Jacinto, ha exigido a la presidenta de la Comunidad “que deje de torturar a los sanitarios que piden derechos mínimos para poder atender bien a los pacientes” y ha advertido que seguirán las movilizaciones. El precandidato de Podemos a la Alcaldía de Madrid, Roberto Sotomayor, también ha calificado de “muy triste” que la ciudadanía “tenga que esperar 15 o 20 días para llevar a sus hijos al pediatra o que haya 925.000 personas en listas de espera”.

Conversaciones atascadas

Esas negociaciones, sin embargo, se encuentran en punto muerto tras la negativa del Gobierno autonómico a ampliar el presupuesto de Atención Primaria. Las medidas propuestas por la administración regional no convencen a los sanitarios porque son un conjunto de promesas ya incumplidas y de obligaciones de Bruselas que no solucionan el problema actual de la Atención Primaria que consideran que está “en peligro de muerte”, informa Fátima Caballero.

A la huelga de los médicos de familia se añade la crisis de las urgencias extrahospitalarias, que abrieron en octubre sin personal suficiente tras el cierre durante la pandemia. También en esta circunstancia los sanitarios empezaron un paro, que fue desconvocado cuando los profesionales alcanzaron un acuerdo con la Consejería de Sanidad. La Comunidad dio marcha atrás y renunció a abrir todos los puntos de urgencia con médico, como prometió en un principio la presidenta Ayuso, garantizando equipos completos en todos los 39 antiguos Servicios de Atención Rural (SAR) y en diez centros urbanos. 

Para los manifestantes esto no es suficiente. “La felicidad de ver las urgencias de mi centro abierto ha durado un día. Al siguiente ya no había médico, y nunca volvimos a tenerlo”, dice Jorge Ramírez, vecino del sur de la capital, que también lamenta las largas esperas de las consultas con su médico de familia. “Estas semanas está de huelga. Lo entiendo y lo apoyo al 100%”, afirma. 

La marcha ha acabado en Cibeles, cuando los manifestantes han colocado en la calle en frente del Ayuntamiento la pancarta de la cabecera y han leído el manifiesto de la convocatoria. “Consideramos inviable un modelo que nos deja sin apenas médicos, poniendo responsabilidades que no corresponden a enfermeras”, han indicado los organizadores. “Todo lo que concierne a la atención primaria es el reflejo de un proyecto pensado para darle las espaldas a los profesionales, que de nada les importan”. 

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