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El PP se impone a Ciudadanos en los primeros desacuerdos de gestión en el Ayuntamiento de Madrid

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y la vicealcaldesa, Begoña Villacís. / Europa Press

Sofía Pérez Mendoza

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El gobierno bipartito del Ayuntamiento de Madrid ha superado el 2019 en el Palacio de Cibeles con relativa buena convivencia. Sobre todo si se compara con la del Ejecutivo homólogo en la región, formado por los dos mismos partidos. Sin embargo, el alcalde José Luis Martínez-Almeida, y la vicealcaldesa, Begoña Villacís, han evidenciado en las últimas semanas al menos dos desacuerdos políticos en los que el PP ha terminado imponiendo su criterio. Se trata del traslado de residuos a Valdemingómez y del recorte de Madrid Central en dos calles.

“Muchas cosas son mejorables. Una nota amarga es Valdemingómez. Si tengo que lamentar algo, es eso lo que lamento”, valoraba la vicealcaldesa en la última Junta de Gobierno del año, en la que sustituyó al regidor por vacaciones. Begoña Villacís llevó hasta el último momento la pelea para evitar que 220.000 toneladas de basura se volcaran en la planta de residuos de Valdemingómez, situada en Vallecas.

Logró retrasar la firma del acuerdo con la Mancomunidad del Este, cuyo vertedero colmataba el 27 de diciembre. El pacto fue impulsado por el alcalde socialista de Alcalá de Henares y presidente de la entidad, Javier Rodríguez, con el beneplácito de la consejera de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid, Paloma Martín (PP), y del propio regidor capitalino ante las críticas de la oposición a la gestión de Rodríguez y también del Gobierno regional por estirar la vida del vertedero de Alcalá sin buscar alternativas hasta el último momento.

Al final, la vicealcaldesa tuvo que ceder. Aludió a razones “técnicas” contra las que no “podía pelear”. El vertedero de Loeches, que tenía que estar abierto ya este año, sigue en construcción y no puede albergar todavía residuos, según la Comunidad de Madrid. Villacís se ha desmarcado de Almeida en decenas de declaraciones públicas y también en votaciones formales en el Pleno del Ayuntamiento de Madrid. A finales de octubre, una proposición de Más Madrid para rechazar que los vertidos fueran a Valdemingómez dividió al Gobierno municipal.

Oposición a una decisión ya ejecutada

Este viernes, Ciudadanos ha vuelto a desmarcarse del PP en un pleno extraordinario en el que ha refrendado su postura, pese a que la basura del Este ya se está vertiendo en Vallecas tras una decisión del Ejecutivo que integran. “Estamos en contra porque es injusto e insolidario. Y mandamos un aviso a todas las comunidades que puedan pensar que Vallecas puede ser su vertedero”, advertía Villacís, que ha intentado sin éxito incluir en el texto de Más Madrid que se votaba la reprobación de la gestión del presidente de la Mancomunidad del Este en este asunto.

El 27 de diciembre se hizo oficial la decisión del Ayuntamiento, tras varios meses con declaraciones cruzadas y confusas del alcalde y la vicealcaldesa. Villacís llegó a escribir a un periodista la palabra 'Valdemingómez' en un papel para forzar una pregunta que revelera su desacuerdo con la postura de Martínez-Almeida. “No lo vamos a aceptar”, dijo. Nada sirvió.

Después, Villacís se ha reunido con las asociaciones de vecinos de Vallecas afectados por los malos olores y también con el presidente de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM) para amortiguar la decisión rindiendo cuentas personalmente con ellos. A la vez, sin embargo, el delegado de Medio Ambiente, Borja Carabante, ha anulado un contrato para reducir las emisiones de olor en la planta y empezará de cero los pliegos.

Otro asunto que ya ha generado marejada dentro del Gobierno municipal son las restricciones en Madrid Central. La vicealcaldesa y su grupo municipal se oponen a recortar la zona de bajas emisiones para que entren los coches con etiqueta C, una intención en la que se reafirma el PP pese a la evidencia de que con las restricciones actual Madrid Central funciona y acerca a España a cumplir con la ley europea.

Los coches C, la batalla pendiente

Esta medida no es una salida del tiesto del PP, sino que está incluida en la estrategia Madrid 360, gestada por el Gobierno del que Ciudadanos forma parte y presentada con la vicealcaldesa en primera fila en septiembre. Sin embargo, el grupo municipal no solo ha manifestado su posición en contra sino que la ha escenificado en una votación en el pleno unos meses después. “Tenemos que descartar medidas que puedan tener efectos dudosos sobre nuestro aire”, apuntó el concejal Santiago Saura para justificar su posición. Algo similar ocurre con la línea de ayudas a la renovación de vehículos, de 50 millones de euros para 2020. El PP defiende subvencionar la compra de automóviles C mientras Ciudadanos insiste en limitarlo solo a los ECO y a los CERO.

Una semana después de esa votación, la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Madrid aprobó un recorte mínimo del perímetro de Madrid Central para abrir dos calles que antes estaban dentro de la zona de bajas emisiones al tráfico sin restricciones. “Suena a apocalipsis, pero son 100 metros”, argumentó Villacís. La vicealcaldesa restó importancia a la decisión y aseguró que el aumento de tráfico como consecuencia de la medida quedará “compensada con la peatonalización de la Puerta del Sol” que pondrá en marcha el Gobierno municipal durante el mandato. “De ninguna de las maneras se puede decir que se esté transformando Madrid Central”, defendió la vicealcaldesa.

La gestión de Madrid Central es un asunto que requiere de una negociación constante y no siempre fácil dentro del equipo bipartito de Gobierno. El alcalde y la vicealcaldesa lo han admitido en varias ocasiones públicamente, incluso con bromas. “Él está muy seguro de que me va a convencer a mí y yo muy segura de que le voy a convencer a él, así que en eso estamos”, afirmó la vicealcaldesa a principios de noviembre.

En este desencuentro siguen encallados dos meses después. Las simulaciones para calcular las emisiones que el Gobierno prometió hacer para medir si su estrategia sería efectiva está paralizada hasta que el equipo municipal decida sobre este extremo, según ha podido confirmar eldiario.es. Y Ciudadanos está convencido de que, esta vez sí, su criterio ganará.

El alcalde de Madrid ha admitido ante los periodistas que habría eliminado Madrid Central pero el pacto con Ciudadanos le impidió hacerlo. Falta por ver si los de Villacís tendrán capacidad suficiente para disuadir al PP de ejecutar su medida estrella. Cuentan con una baza a su favor: cualquier cambio en la ordenanza de movilidad sostenible solo puede salir adelante si lo respalda una mayoría del Pleno. Y Más Madrid, PSOE y Ciudadanos la suman.

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