Almeida asegura que Naviluz “agota” plazas con el subidón a 15 euros, pero no es cierto: a todas horas hay sitio libre

La llegada de los billetes de Naviluz a 15 euros ha soliviantado a muchos usuarios y familias que solían hacer uso de este servicio. Muchos antiguos usuarios lo han descartado por su elevado coste, ante la perspectiva de tener que abonar de 45 a 60 euros cada familia por un servicio que les hubiera costado 10 euros en total, como máximo, hace unos años.

El alcalde de Madrid se ha posicionado en varias ocasiones esta semana sobre la noticia publicada por este periódico, la de que advertía del encarecimiento de los tickets del Naviluz para esta temporada, después de la liberalización de sus precios y la cesión gratuita de la marca a la empresa Alsa. “Es un sistema que funciona adecuadamente (...) todas las plazas se agotan inmediatamente en cuanto salen a la venta”, afirmaba el lunes.

José Luis Martínez-Almeida lanzaba este dato incierto recordando lo que sucedía en años anteriores, cuando los bajos precios del servicio -operado al principio de forma direccta por la EMT, una empresa pública- facilitaba que se agotaran las entradas. Pero se equivoca: basta un vistazo a las páginas de venta de las compañías autorizadas para comprobar que a día de hoy lo que contó el alcalde es falso.

Actualmente hay plazas para todas las horas de este jueves, por ejemplo. Tanto en Naviluz como en otras compañías consultadas por este periódico. En algunos tramos horarios no se ha vendido ni un billete, como se puede comprobar al ver el listado de asientos disponibles en la web gestionada por Experience Travel Tours, una de las que opera este servicio con hasta 42 asientos por turno.

El alcalde Almeida trazaba un silogismo en sus declaraciones y deducía que, como él creía que se habían vendido todas las plazas, “parece que los usuarios están satisfechos con el servicio que se está prestando”. Y lanzaba una idea: “Nos gustaría desde luego que incluso pudiera haber más plazas”.

Pero la realidad es que las compañías autorizadas no comercializan todos los turnos que les han autorizado para todos los días de la semana (uno cada cuarto de hora) y solo montan el máximo de autobuses disponibles en momentos de mayor afluencia de visitantes como el próximo puente de la Consitución. Aún así, incluso en estas fechas les está costando vender los billetes más que otros años por el importante alza de precios.

Familias indignadas y la oposición lo califica de “atraco”

“Yo desde luego no voy a llevar a mis nietos, que los llevaba todos los años, me parece un robo manifiesto”, cuenta a este periódico Carmen, una abuela que hasta ahora tenía el plan del Naviluz como un fijo en su agenda navideña familiar. “Puedes poner que como yo, hay muchas señoras y abuelos que van a boicotear el Naviluz”, añade en conversación con Somos Madrid.

“¿22 pavos por tragar humo en mitad de un atasco? Ni de coña”, considera Alejandro, sumando el coste de subirse al bus de la Navidad con un menor. Otro va más allá, buscando alternativas más baratas: “En el grupo de familias del colegio estamos comentado que sale más barato el taxiluz”, indica Óscar sobre la posibilidad de que un grupo de cuatro personas recorra las mismas calles subida a bordo de un taxi.

El sentir de muchas familias consultadas por este periódico es el mismo ante una subida del 750% en los precios del Naviluz desde los tiempos de Carmena, en el año 2016, cuando el servicio se cubría con autobuses de la EMT, que llegaron a salir en turnos de cinco en cinco minutos ante el éxito de público. Hoy tres compañías cuentan con autorización muncipal para explotar económicamente este negocio en las calles de Madrid: Big Bus, Experience Travel Tours y Alsa, siendo esta última la única que lo comercializa con el nombre municipal de Naviluz, pese a que esta marca pertenece a la EMT.

Las críticas al alto coste de los billetes para ver las luces llegaban también desde la oposición y el portavoz en funciones de Más Madrid en el Ayuntamiento, Eduardo Rubiño, calificaba de “atraco” el perpetrado por el PP con Naviluz. “En Madrid desgraciadamente la libertad no es para todo el mundo” porque “depende de tu bolsillo”, criticaba este martes.

“Este servicio del Ayuntamiento de un autobús para ver las luces de Navidad tristemente vuelve a cumplir con el paradigma y con el canon del PP, que es coger una medida que funcionaba, implantado por el gobierno de Manuela Carmena, para privatizarlo dándoselo a una empresa amiga y que puede hacer un gran negocio con ello”, resumía.

Ante estas palabras, Almeida volvía a insistir en que “a los madrileños les gusta Naviluz y poder ir a visitar las luces” y calificaba a Rubiño de “Mr. Scrooge”, el personaje del cuento de Dickens más preocupado por su dinero que por vivir el espíritu navideño. El símil del alcalde es cuanto menos curioso, si tenemos en cuenta que la avaricia por explotar con elevados precios el paseo en bus a través de las luces de Navidad dejará a muchas familias de Madrid sin esa tradición que antes podían hacer a mucho menor coste.