Zapatillas para correr por asfalto: cómo elegir bien y no equivocarse con unas de montaña
Las mejores zapatillas son las que son más útiles para nosotros pero, ¿sabemos cuáles son las más útiles? Y, ¿sabemos diferenciar entre los distintos tipos de zapatillas? ¿Sabemos distinguir unas para correr por asfalto de otras para correr por montaña? Te voy a explicar la estructura de una zapatilla y dar las claves en las que me fijo cuando me compro unas zapatillas para correr y no equivocarme con unas de montaña.
Siempre procuro tener dos pares de zapatillas. Obviamente, corro por asfalto porque en Malasaña y en el centro de la ciudad hay poco campo. Pero a veces voy a zonas de campo cercanas (El Pardo, Casa de Campo, Aravaca, etc.) y así lo tengo en cuenta para hacerme con mis dos pares distintos.
La primera diferencia que tendremos en cuenta será la suela. Las hay para asfalto, para montaña y mixtas. Las de asfalto no tienen tacos, son suelas muy flexibles y con dibujo longitudinal en la suela. Las de montaña también tienen un dibujo longitudinal, sin embargo tienen tacos triangulares o en forma de rombo. Además, la suela para asfalto es más resistente a la erosión y a la fricción, mientras que una suela de montaña aguantará mejor el impacto y nos permitirá correr por terrenos más irregulares.
El material del que está hecha la suela es más dura en las de montaña y más ligera en las de asfalto. Podrás observar 3 niveles. El del medio es el más duro y ondulado para favorecer la absorción de los impactos incluso con espacios vacíos. Los otros materiales son varios (en función de cada marca) Eva, Flytefoam, Gel, etc y son más blandos que la zona media que amortigua y resiste el desgaste contra el terreno.
El retropié de la suela – parte trasera – tendrá una altura respecto a la parte delantera. Esta diferencia de altura se llama drop. Para asfalto tendremos un drop de entre 4 y 8 milímetros. Sin embargo, para montaña el drop será mayor. En este enlace tenemos un muy buen análisis.
Hay una nueva tendencia que elimina el talón de las zapatillas y es creación española. Esto hace que sean más ligeras y apoyemos menos el talón, gesto que nos frena en nuestra carrera. Está comprobado que son eficaces en corredores con buena técnica, pero cuidado cuando la técnica no es tan buena, pueden causar lesiones. La llamada lesión del corredor o inflamación de la cintilla iliotibial, tendinitis rotuliana, aquílea o condromalacia rotuliana son las lesiones más comunes por una mala elección del calzado junto con una mala técnica de carrera.
Cómo no equivocarme con las de montaña: las de asfalto tendrán un drop menor.
El contrafuerte, parte posterior que rodea al talón, de las zapatillas de montaña suele ser más rígido para ayudarnos a mantener la estabilidad en terrenos irregulares o pedregosos. En ciudad, incluso si vamos por parques, el terreno tiende a ser más regular, lo cual nos permite contrafuertes flexibles que reducen el peso total de la zapatilla.
Las zapatillas de montaña, como toda la ropa de montaña, suelen ser de colores muy llamativos para poder ser visto en caso de quedarnos aislados o de que nos perdamos.
El material con el que está hecho el mesh – parte superior de la zapatilla que cubre el empeine – en las zapatillas para correr por ciudad suele ser ligero, compuesto por tela y con un pequeño refuerzo en la puntera y a veces en el lateral; esto las hace muy transpirables pero también muy permeables. En cambio, en las de montaña suele ser algo más pesado debido a que incluye materiales impermeables para poder pisar arroyos o charcos. Además, tienen refuerzos no sólo en la puntera, también en los laterales para evitar romperse con golpes y arañazos de los elementos. Aún así son muy transpirables también.
La lengüeta suele ser fina y ligera con el único uso de evitar que los cordones presionen el empeine. Sin embargo, en las de montaña suele ser algo más acolchado para evitar golpes o pincharnos con plantas. Y, en ocasiones, llevan una pequeña bolsa para meter los cordones y que no se enganchen con ramas.
Los nervios son elementos a los lados de los cordones que son tensados por estos y valen para que el mesh se adapte al empeine. En las de carrera por ciudad podemos verlos como unos cordones finitos a modo de soga para los cordones. Sin embargo, en las de montaña se integran en la zapatilla para evitar que se enganche con ramas. Aparecen como dibujos de la zapatillas.
Además, los cordones que tiran de los nervios pueden ser convencionales y atados con un nudo o puede ser una goma que se tensa con cierre de botón. Este tipo de cierre es más cómodo, más rápido y se adapta mucho mejor. Pero sí que es verdad que si se rompe es más difícil de cambiar.
Cómo elijo las zapatillas para el asfalto
Cómo elijo las zapatillas para el asfalto
Tras el análisis de las diferencias, te doy unos consejos a la hora de probarte y elegir zapatillas:
-Cuando te pongas las zapatillas asegúrate de que quede un espacio longitudinal de 0,5 cm. Que te quepa un dedo por detrás, o si te pones en una rampa hacia abajo que no te choque el dedo con la punta de la zapatilla.
-Asegúrate de que sean flexibles. Que puedan flexionarse longitudinalmente y rotacionalmente (girando las zapatillas como si fuera una valleta).
-Que no te aprieten el empeine. La horma – anchura de la zapatilla y del pie – tiene que ser la adecuada a tus pies.
-El contrafuerte tiene que ser duro. Aunque podría ser blando − y por tanto más ligero − siempre y cuando tu pisada además de ser neutra no produzca ni inversión (el tobillo se mete para dentro) ni eversión (el tobillo se va hacia fuera). Un ejemplo de zapatillas con contrafuerte ligero son las nike zoom.
-Si eres corredor desde hace años entiendo que tu técnica habrá mejorado. Busca unas zapatillas de contacto con mediopie. Si eres talonador, buscar unas zapatillas que las marcas llaman “pisada natural”.
-El precio debería estar entre unos 85 euros a 130 euros. Depende de las zapatillas que te gusten y la disponibilidad que haya por el número de tu pie. Pero si pagas más, salvo que sea por algo muy personalizado, estarás pagando la marca o el diseño, no por las zapatillas en sí. Si pagas menos de ese precio asegúrate de que sean buenas. Pueden ser una oferta de las webs de la propia marca u ofertas de los outlet. Si no es así ¡cuidado!
-Si tienes un tipo de pisada no neutra, compra unas zapatillas que se correspondan. Si usas plantillas compra unas zapatillas neutras. Si no, podría perjudicar el hecho de tener unas plantillas.
-El drop debe ser pequeño salvo que tengamos un gran sobrepeso, lo que nos obligará a seleccionar unas zapatillas con mayor drop.
-Si corres por montaña compra zapatillas con tacos, pero si corres por asfalto que sean sin tacos.
-Si eres corredor iniciado y por tanto te propones un 10K con sólo un par de zapatillas te vale. En cambio, si eres corredor de fondo o medio fondo compra 2 pares: unas más ligeras para competición o series a ritmo de competición y otras para los rodajes que te aguanten más kilómetros.
-Las zapatillas aguantan entre 900 y 1.000 kilómetros. Las de montaña llegan a los 1.200 - 1.300 kilómetros. Y las de competición las deberíamos cambiar con menos kilómetros.
-Para saber cuándo comprar nuevas zapatillas nos fijaremos en si la suela está desgastada, está desgastado el mesh o si la suela está aplastada y, por tanto, no amortigua.
-Y, por supuesto, aplicar todos estos detalles: “retorcerlas”, probarlas en cuesta o escalón, que el contrafuerte sea duro, una horma no estrecha, etc.
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