Carmena denuncia la manifestación neonazi de Malasaña por delitos contra las libertades
Los gritos xenófobos de los neonazis y las decenas de pegatinas que dejaron a su paso por Malasaña el pasado sábado no saldrán gratis a los manifestantes de ultraderecha. El Ayuntamiento de Madrid ha presentado este viernes una denuncia por la protesta ante la Fiscalía de Madrid.
El inicio de acciones judiciales, adelantado por eldiario.es, era previsible después de que se registraran el sábado numerosos gritos en contra de los refugiados y los manifestantes dejaran numerosas pegatinas con simbología nazi y fascista a lo largo del recorrido de la manifestación, pese a que los organizadores, Hogar Social Madrid, intentaron por todos los medios evitar la aparición de banderas franquistas o alusiones a Hitler, según pudo comprobar Somos Malasaña. Estas pegatinas han sido recogidas por la policía como parte de las pruebas incriminatorias.
La Policía Municipal de Madrid aprecia en un informe “un delito contra las libertades y los derechos fundamentales”, recoge eldiario.es, que cifra las posibles penas entre uno y cuatro años de cárcel. Según los agentes, la manifestación tenía “una clara intención de criminalizar a las personas extranjeras y refugiadas como generadores de terror y acusándolas de terrorismo”.
La manifestación neonazi, que tenía como destino la plaza del Dos de Mayo, fue permitida por la Delegación del Gobierno de Madrid, dirigida por una exdiputada regional del PP, que firmaba la autorización a la vez que decretaba la prohibición de esteladas en la final de Copa del Rey. Vecinos, asociaciones y partidos políticos (salvo el PP) se mostraron en contra de su celebración, pero finalmente la marcha se celebró entre la indignación vecinal y las diferentes protestas de los malasañeros, que entonaron cánticos contra los fascistas, tiraron huevos e incluso dos homosexuales se dieron un intenso beso en su presencia.
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