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Se busca a los pirómanos que queman contenedores en Malasaña

Incendiar contenedores es un delito que algunos desaprensivos practican de forma esporádica en el centro de Madrid. Pero esta semana ha tenido especial incidencia y virulencia, además de crear varias situaciones de peligro a vecinos y paseantes de Malasaña.

El primer caso del que este periódico tiene constancia tuvo lugar el lunes, con la quema coordinada de dos islas de reciclaje en la calle Fuencarral, separadas por apenas 150 metros. Testigos presenciales afirman que vieron a varias personas encapuchadas prender el fuego.

La racha siguió el miércoles con al menos otro contenedor que ardió en la calle San Bernardo, a la altura de su número 38, frente a la travesía que comunica con Cruz Verde. La rápida intervención de los bomberos, cuyo nuevo parque está ubicado a pocos metros, impidió que el fuego se propagara.

Los pirómanos no se detuvieron ahí sino que fueron a más: el viernes ardieron hasta tres contenedores más de los que Somos Malasaña tiene constancia. Uno más en San Bernardo, otro en la calle San Vicente Ferrer muy cerca del anterior y un tercero en Plaza de España.

La Policía busca a los autores de estas temerarias acciones, que ponen en peligro las casas de los vecinos, los coches y motos aparcados junto a ellos y a las personas que caminan por las calles del barrio. Cualquier persona que tenga una pista sobre los autores de este delito de daños puede ponerse en contacto con la Policía Local (010 y comisaría de Soledad Torres Acosta) o con Policía Nacional (091 y comisaría de Luna).

Cada quema de contenedores supone un delito de daños mediante incendio, con penas de cárcel que van de 1 a 3 años.