“Sin voluntad de diálogo sólo nos dejan el camino de la confrontación”
El pasado 14 de marzo fueron desalojados, pero los distintos colectivos que iniciaron una breve aventura de dos meses de 'okupación' de los edificios municipales de Corredera de San Pablo 20 y Barco 39 están dispuestos a dar la batalla por conseguir realizar en los mismos un centro social “de producción de lo común” para un barrio como el de Malasaña, con importantes carencias dotacionales públicas.
El Consistorio, en la actualidad, lo que quiere hacer con ellos es venderlos, así que no lo van a tener fácil para conseguir que primero, recalifique la parcela en disputa (que pasaría de residencial a dotacional básica) y, segundo, les ceda los edificios y les otorgue autonomía en el proceso de “rehabilitación y gestión” de los mismos; máxime cuando, según denuncian, “el Ayuntamiento niega los mínimos espacios formales de participación
ciudadana“, cerrando así el camino del diálogo y dejando sólo abierto ”el de la presión, la confrontación y el
conflicto“.
Paso al frente: “Viableeconómicamente yútil socialmente”
Paso al frente: “
Sea como fuere, esta mañana se ha presentado ante los medios de comunicación el llamado 'Proceso Corredera', proyecto en el que están involucradas de forma directa una veintena de asociaciones, espacios sociales y redes de economía
social, que se sustenta “un modelo arquitectónico solvente y en un modelo económico que garantiza la financiación del mismo”, según han asegurado sus portavoces.
Según los defensores de esta propuesta, “existen amplios antecedentes deproyectos similares
, como el de Tabacalera o el del Centro Social Seco. “El documento de rehabilitación y cesión de Corredera es viable
económicamente y
útil socialmente, en un barrio infradotado como es
Malasaña y en una
ciudad aquejada de una deuda pública salvaje, cuyo Ayuntamiento ha
desatendido por completo cualquier demanda de carácter
social“, han asegurado.
Del mismo modo, ayer estaba previsto presentar el proyecto a la concejala de Urbanismo, Pilar Martínez, quien había aceptado recibir a una representación de los colectivos implicados a petición de ACIBU. Sin embargo, al parecer, finalmente la edil sólo accedió a encontrarse con los representantes vecinales, a pesar de que se le expuso la necesidad de que “tanto arquitectos como economistas pudieran asistir
a la reunión para exponer correctamente el proyecto“.
“No están en ruina”
“No están en ruina”
Por último, añadir que el equipo de urbanistas y arquitectos que participan en el 'Proceso
Corredera' sostienen en un informe que han elaborado que el estado de los edificios municipales de Corredera y de Barco no
es ruinoso -tal y como argumenta la Empresa Municipal de la Vivienda (EMV)- y que los problemas más serios que presentan han sido
“generados por la propia EMV con una
rehabilitación costosa y negligente, provocando humedades y flujos de
agua en el interior del inmueble“.
Según este informe, en los dos meses que ha durado la 'okupación' “las negligencias habían
empezado a subsanarse con el trabajo de rehabilitación que se estaba ya
realizando y que, a día de hoy, nadie está llevando a cabo“.
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