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Sobre este blog

Carlos Elordi es periodista. Trabajó en los semanarios Triunfo, La Calle y fue director del mensual Mayo. Fue corresponsal en España de La Repubblica, colaborador de El País y de la Cadena SER. Actualmente escribe en El Periódico de Catalunya.

La voz más influyente en las redes sociales italianas es un albañil en paro

Carlos Elordi

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Sobre este blog

Carlos Elordi es periodista. Trabajó en los semanarios Triunfo, La Calle y fue director del mensual Mayo. Fue corresponsal en España de La Repubblica, colaborador de El País y de la Cadena SER. Actualmente escribe en El Periódico de Catalunya.

No lo hace por razones políticas ni de militancia en partido alguno. Simplemente escribe para sacarse un dinero. No muchísimo. Unos 600 euros al mes como máximo. Pero las notas que publica en Facebook son seguidas, y apoyadas, por millones de italianos. Creando corrientes de opinión o alimentando las ya existentes, “la página de Francesco Gangemi, y las de otros espontáneos como él, aunque no tan seguidos, ha conquistado un espacio relevante en las conversaciones sobre política en Italia”, escribe Il Corriere della Sera. “Se expanden porque son simples y brutales. Es imposible determinar cuánto orientan la opinión pública. Lo que es seguro, como le ocurrió a Donald Trump en 2016 cuando dobló el seguimiento en Facebook de Hillary Clinton, es que anticipan y amplifican las tendencias que luego emergen en las urnas”.

Su página se llama 'sputtaniamotutti3.com' (“pongamos a parir a todos3”). Es la tercera de la serie. Tuvo que cerrar las dos anteriores porque el regulador de internet no le podía reconocer como gestor de contenidos. En agosto generó casi un millón y medio de interacciones. “Más que el primer ministro Giuseppe Conte, casi el triple que el fundador del Movimento 5 Stelle, Beppe Grillo. Y en sus dos encarnaciones anteriores 'sputtaniamo' alcanzó los diez millones de lectores con un solo post”.

Sus textos son breves, de dos o tres párrafos como máximo y escritos con un léxico de estudiante de secundaria. Dos ejemplos. Uno, una declaración imaginaria del ministro del interior y líder de la Lega Matteo Salvini: “182 migrantes han conseguido desembarcar en Lampedusa. Si creen que me han jodido se equivocan de lleno. Volveré a mandar a esos criminales a sus casas. Palabra de honor”. Dos, un comentario sobre las propuestas de disolución del Partito Democratico, el referente del centro-izquierda. Gangemi sugiere que se compre “un producto que se vende en los supermercados”.