Trump e Italia le aguan la fiesta a Macron

“El nuevo presidente ha venido obteniendo un indudable éxito de imagen, aunque más de una vez ha dado pasos en falso tratando de conciliar lo irreconciliable. Un año después de su elección, la retirada de Donald Trump del acuerdo sobre Irán, después de haberlo hecho del de el clima, constituye un indudable revés para un presidente tan preocupado por su imagen. Según un sondeo para Le Figaro, un 55% de los franceses lo perciben como demasiado alineado con el inquilino de la Casa Blanca”.

“Con un Donald Trump imprevisible, una Theresa May absorbida por el Brexit y una Angela Merkel debilitada, Emmanuel Macron se veía favorecido por un excepcional alineamiento de planetas para emerger en la escena internacional. Supo jugar esa baza. Pero ese alineamiento se ha convertido en su principal problema. El presidente norteamericano hace poco caso de las posiciones francesas. La canciller alemana arrastra los pies a sus ambiciosos proyectos europeos. La primera ministra británica solo se ocupa de su supervivencia. Por tanto Macros está solo”.

“La nueva situación que se ha creado en Roma supone un serio golpe para la estrategia europea de Macron, que desde su elección defiende una profundización de la zona euro, que es contestada en Alemania y en el norte del continente. “Quería ser el arquitecto de Europa y va terminar siendo, como sus predecesores, un bombero para hacer frente a las crisis”, subraya Yves Bertoncini, especialista en asuntos europeos.

“La reelección de Nicolás Maduro provocará nuevas sanciones norteamericanas contra Venezuela. Éstas, junto a las que la administración Trump acaba de volver a aplicar a Irán explican, al menos en parte, el nuevo riesgo de shock energético. Las sanciones sobre Irán podrían detraer del mercado de 400.000 a un millón de barriles al día, sobre el total de 2,4 millones que Irán ha conseguido producir”.

“Pero ese encarecimiento ya había empezado antes de la decisión norteamericana de retirarse del acuerdo nuclear con Irán. Respondiendo a varios motivos. En primer lugar al robusto crecimiento mundial. Aunque algunos países emergentes (Argentina y Turquía”) empiezan a mostrar signos de desequilibrios financieros, la pareja que tira de ese crecimiento (China y la India) ni se ha parado ni ha ralentizado su marcha. Juntos son de lejos la mayor fuente de demanda petrolífera. En segundo lugar está la reencontrada disciplina de la Opec: el cartel petrolífero ha acordado con los productores no Opec recortes de producción de 1,2 millones de barriles al día. En tercer lugar están los riesgos geopolíticos en Oriente Medio. Por último influye el factor cíclico de las inversiones. El largo periodo precedente de precios bajos ha llevado a las multinacionales a congelar varios proyectos de extracción y esto provoca reducciones de oferta”

“Europa tiene un gran problema. Muchas de las dificultades actuales proceden de la desastrosa decisión, tomada hace una generación, de adoptar una moneda única. A la creación del euro siguió una ola temporal de euforia. Luego la burbuja estalló. Y esa depresión fue empeorada por el consenso adoptado por sus élites, contradiciendo toda evidencia, de que la raíz de los problemas europeos no estaba en que los precios estaban desalineados, sino en los excesos fiscales, por lo que la solución era una austeridad draconiana que empeoró la depresión”.

“Por tanto no es realmente sorprendente que los grandes vencedores de las elecciones italianas de marzo hayan sido dos partidos anti-UE, sino que la sorpresa es que eso no haya ocurrido antes. Nadie sabe cómo va a terminar el asunto. Pero los precedentes de desarrollos similares son alarmantes”.