Citroën C5 Aircross, poderío y funcionalidad
Con el bagaje a la espalda de 40.000 unidades vendidas desde su lanzamiento en China hace un año, el Citroën C5 Aircross aterrizará en Europa y en España a finales de este 2018. Este nuevo SUV mediano, de unos canónicos 4,5 metros, intenta establecer una nueva referencia en modularidad y confort, como es enseña de una marca que dispone de amplia experiencia en la fabricación de monovolúmenes superventas como el C4 Picasso y que ahora pone el acento en los todocamino debido a su imparable popularidad.
El C5 Aircross tendrá a finales del año próximo una variante híbrida enchufable, la primera que comercialice Citroën, con una batería que proporcionará 60 kilómetros de autonomía eléctrica y con tracción total. Entre tanto, todas las versiones llevarán tracción delantera y montarán motores convencionales. En concreto, las opciones son un propulsor 1.2 PureTech de 130 caballos y otro 1.6 de la misma familia que rinde 180 CV; en diésel, un 1.5 BlueHDi de 130 CV y un 2.0 BlueHDi de 180. Los motores más pequeños se combinan con un cambio manual de seis velocidades, y los más potentes, con uno automático de ocho marchas; el diésel 1.5 dispone de ambas posibilidades.
Para marcar la pauta en funcionalidad y confort, la firma francesa ha dotado al nuevo modelo de una segunda fila de asientos ideal para cualquier familia. Las tres plazas son deslizantes (15 cm), reclinables entre 19 y 26,5 grados, escamoteables y ¡de la misma anchura!, algo que casi habíamos olvidado que existía. Las butacas pueden tener además un mullido específico más grueso para incrementar la comodidad de los pasajeros. El maletero ofrece una capacidad que oscila entre los 580 y los 720 litros, en función de la posición de los asientos traseros; con estos abatidos, alcanza los 1.630.
El C5 Aircross estrena un sistema de suspensión de amortiguadores progresivos hidráulicos destinado a mejorar la calidad de filtrado de las irregularidades que es tan distintiva de la marca de los dos chevrones. Basada en su experiencia en la competición, esta tecnología hace trabajar conjuntamente al amortiguador y al muelle para contrarrestar los rebotes que se generan especialmente en zonas muy irregulares fuera de carretera.
En el interior nos encontramos con un salpicadero de nuevo y moderno diseño en el que destacan un cuadro de instrumentos en forma de pantalla TFT de 12,3 pulgadas y una segunda pantalla, en posición central, de 8 pulgadas que agrupa todas las funciones de información, conectividad, entretenimiento y navegación.
Entre los muchos sistemas de ayudas a la conducción, de serie u opcionales, es obligado mencionar la cámara de estacionamiento de 360 grados, una cámara acoplada al espejo retrovisor interior que asiste al sistema de conducción semiautónoma en autopista y el dispositivo activo que impide la salida del carril por el que se circula.
Todo este arsenal de argumentos no es suficiente si no se remata con un envoltorio lucido como el que Citroën se ha preocupado de buscar para su nuevo SUV. El sustantivo que resume lo buscado es poderío, y se manifiesta en un frontal robusto que sigue la línea de diseño más reciente del fabricante, una carrocería fluida y punteada por la presencia de airbumps y las grandes ruedas que caracterizan a todo modelo todocamino. Además, respondiendo a un gusto creciente por la personalización, el coche ofrecerá hasta 30 combinaciones exteriores diferentes.
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