La firma española Velca ofrece descuentos directos para sus motos y bicicletas eléctricas
Velca, la marca española especializada en modelos eléctricos de moto, ciclomotor y bicicleta, ha puesto en marcha una iniciativa orientada a sortear las limitaciones que presenta a su parecer el actual Plan Moves. Hablamos, en resumen, de una serie de incentivos directos que no exigen tributación ni burocracia alguna: concretamente, de 1.100 euros en el caso de una motocicleta, 600 euros para los ciclomotores y 300 para las e-bike.
Los cinco emprendedores responsables de esta firma explican que es el momento de mover ficha para impulsar la electrificación ante las “ineficiencias” del Moves y la inminente entrada en vigor de las Zonas de Bajas Emisiones a partir de 2023. De ahí que no se hayan limitado a invertir para desarrollar un producto, sino que han pensado también en la “accesibilidad al consumidor final”. Así, han capitalizado cuatro millones de euros en recursos propios para este plan privado de incentivos directos a la compra de un vehículo eléctrico.
Gracias a él, el conductor recibe al momento los descuentos referidos más arriba y, además, su moto o bicicleta eléctrica llega directamente a su domicilio, listo para rodar y sin que él tenga que desplazarse a ninguna parte. El coste del envío es de 100 euros en Madrid y 170 euros en otras comunidades dentro de la península.
Recordemos que Velca tiene en su catálogo los modelos de ciclomotor Bora, Bora + y Tramontana, las motocicletas Tramontana S, Calima y Calima S y las bicicletas eléctricas Fisterra y Gata.
Desde la firma fundada en febrero de 2020 -a las puertas de la pandemia de covid-19- se subraya que su plan de incentivos se dirige a todas las modalidades de dos ruedas y que se trata de medios de transporte que, en el caso de la motocicleta equivalente a una de combustión de 125 cc, se pueden conducir con el carné B de coche. “Esto es fundamental porque el Moves adolece de una perspectiva amplia de la movilidad, ya que se limita al coche y a determinados tipos de moto eléctricas”, aseguran.
En este sentido, Velca cuestiona la máxima de que el sustituto de un coche contaminante tenga que ser necesariamente otro coche. En parte porque el vehículo más vendido en España es actualmente un usado de más de 10 años, en parte porque el acceso a un coche nuevo es muy complicado por la crisis de los microchips, los retrasos de hasta siete meses en la entrega de un eléctrico, la inflación y la subida de los tipos de interés, entre otros factores.
En cambio, la compañía recuerda que las ventas de motos hasta octubre acumulan un crecimiento de casi el 7% y, en particular, las de motocicletas eléctricas aumentan más del 60%, según la patronal Anesdor. Sin embargo, las matriculaciones de turismos se contraen un 7% en el mismo periodo.
Velca llega a plantear que en el futuro sean las marcas las que se encarguen de ejecutar próximos planes de ayudas como el Moves y que posteriormente hagan cuentan con la Administración, de modo semejante a como hoy sucede con las gasolineras y el descuento de 20 céntimos por litro de combustible.
Electrificación para el público joven
Además, la compañía pone el acento en acercar la electrificación a las capas jóvenes de la población, muy comprometidas desde el punto de vista ambiental pero con escasos recursos para motorizarse dada la elevada tasa de paro en España en menores de 25 años.
En palabras del CEO de Velca, Emilio Froján, “la electrificación no solo depende de la infraestructura de recarga, sino de hacerla accesible al bolsillo de los ciudadanos. De nada sirve aumentar la dotación en 400 millones de euros en el Moves si estamos pidiendo a los conductores que anticipen sus ahorros, es decir, financiar su vehículo durante un tiempo y esperar meses a recibir la ayuda. Máxime en un contexto en el que la gente vive al día por la incertidumbre que nos rodea. No podemos poner el peso en el ciudadano; hay que repartir las cargas”.
Los incentivos acordados intentar paliar especialmente las limitaciones que ha exhibido el plan del Gobierno en comunidades como Asturias, Madrid, Cataluña, Baleares y Navarra, donde la segunda edición del Moves apenas hizo crecer un punto porcentual las matriculaciones de eléctricos.
Los principales motivos fueron “la falta de información, el exceso de burocracia (unos 15 documentos a rellenar), la descentralización de las ayudas, tener que anticipar su cuantía, la larga espera en recibirlas y su tributación posterior”, señalan desde la firma.