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Más bagaje tecnológico para el renovado Audi Q2

Audi Q2.

Pedro Urteaga

El Audi Q2 es un SUV compacto y juvenil que no tenía competidor entre las marcas premium cuando salió al mercado y prácticamente sigue sin tenerlo hoy, cuatro años y más de 27.000 unidades vendidas después. Ahora, su renovación incide en ese carácter distintivo e incluye los necesarios avances tecnológicos en materia de conectividad y ayudas a la conducción.

El nuevo diseño explota, por tanto, los rasgos más personales del miembro más pequeño de la familia Q de Audi, empezando por los motivos poligonales que ya caracterizaban al frontal y a la línea de los hombros y que ahora se extienden a la parte trasera. El frontal también recibe modificaciones, como las superficies situadas bajo los faros emergiendo de una forma más llamativa.

Las grandes entradas de aire integradas, pentagonales, aportan una mayor expresividad, especialmente en la línea de equipamiento opcional S Line, y la parrilla Singleframe octogonal, donde aparecen de nuevo los motivos poligonales, reduce ligeramente su altura, lo que otorga al coche mayor sensación de anchura.

El Q2 incorpora faros led de serie y, como opción, faros Matrix Led, compuestos por siete luces individuales de alta intensidad y controladas electrónicamente que iluminan la carretera con la mayor visibilidad posible sin deslumbrar a los demás conductores, a los que se suman los 10 diodos que generan la luz de marcha diurna y los siete que se asocian a los intermitentes dinámicos. Si se equipan los faros Matrix Led, que cuestan 1.235 euros, los intermitentes dinámicos traseros son de serie.

Las cotas exteriores son prácticamente las mismas del modelo a la venta desde 2016, con un mínimo aumento de longitud (17 mm) debido al rediseño de ambos paragolpes. La capacidad del maletero es de 405 litros, que se amplían hasta 1.050 litros al plegar los respaldos de los asientos traseros. Estas cifras se reducen en 50 litros en las versiones con tracción quattro. Como opción, se puede solicitar un paquete de almacenamiento específico y el portón trasero eléctrico.

En el habitáculo cambia la forma de la palanca de cambios y de las salidas de aire, y se ofrecen tres tipos de inserciones para el salpicadero. De serie se suministra un cuadro de instrumentos en color que puede ser sustituido por el Audi Virtual Cockpit de 10,25 o 12,3 pulgadas. La pantalla central puede ser de 7 o de 8,3 pulgadas.

La dirección progresiva es también de serie, a diferencia del Audi Drive Select con cinco programas diferentes de conducción. Las suspensiones disponibles son tres: la estándar, una de tipo deportivo que rebaja 10 milímetros la altura de la carrocería (opcional sin coste en la línea S Line) y otra adaptativa.

Desde la versión básica, el usuario tiene a su disposición asistentes a la conducción como el regulador de velocidad, ayuda al arranque en pendiente, sistema de alerta frontal y asistente al aparcamiento trasero. Entre los elementos opcionales encontramos el aviso de salida involuntaria de carril, alerta de tráfico cruzado trasero, dispositivo de aparcamiento automático y asistente de conducción adaptativo, una dotación cuyas prestaciones mejoran gracias en buena parte a la nueva cámara frontal que incorpora el vehículo.

De momento, no se contemplan variantes híbridas del Q2, si bien desde Audi se señala que la tendencia general de la marca -como la del resto de los fabricantes- apunta a ofrecer una cifra creciente de modelos de este tipo y cada vez en mayor número de gamas, hasta llegar a las más bajas, de modo que no pueden descartarse en el futuro versiones electrificadas que en España lucirían el distintivo ambiental Eco.

En cualquier caso, el coche está a la venta de momento con motores de gasolina TFSI de 110, 150 y 190 CV y diésel de 116 (a partir de enero) y 150 CV, cambio manual de seis velocidades y automático S Tronic de siete, y tracción a las ruedas delanteras o integral quattro: todos acreedores a la etiqueta C de la DGT.

La gama se completará el año próximo con la llegada del deportivo SQ2 TFSI, que con 300 CV de potencia y 400 Nm de par motor máximo es capaz de alcanzar los 100 km/h desde parado en 4,9 segundos, lo que supone solo una pincelada de las brillantes prestaciones que puede desplegar.

Entre tanto, el Q2 normal está disponible en versiones básica, Advanced y S Line, y esta última es susceptible de transformarse en la exclusiva Black Line, definida por sus numerosos detalles en negro. Como ya hemos apuntado, desde el acabado estándar (a partir de 27.960 euros con motor 30 TFSI de 110 CV) se embarcan faros led delanteros, Audi Parking System trasero y control de velocidad, así como apoyabrazos delantero, dos tomas USB delanteras, cuadro de instrumentos en color y asistente de arranque en pendiente, entre otros elementos.

Adicionalmente, el cliente puede optar a dos interesantes paquetes de equipamiento. El Confort, orientado a mejorar la comodidad, consta de Audi Parking System Plus, cámara trasera, espejos exteriores plegables eléctricamente y antideslumbrantes, espejo interior antideslumbrante automático, apoyo lumbar, portón del maletero eléctrico, paquete de iluminación ambiente y llave de confort. Su precio es de 1.975 euros para la terminación Advanced y 1.765 euros si se combina con las S Line o Black Line.

La oferta se completa con el paquete técnico (1.395 euros), enfocado en las tecnologías de navegación y conectividad, en el que se incluyen el sistema de infoentretenimiento MMI Navegación Plus, interfaz específica para smartphone, Audi Sound System y Audi Virtual Cockpit. 

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