Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Diez prototipos de Audi que han marcado las tres décadas de más éxito de la marca

Audi Rosemeyer.

Paula Ulloa

0

Desde hace 40 años se ha generalizado entre las marcas de coches la costumbre de desarrollar prototipos experimentales que exhiben en salones del automóvil o, más recientemente, en ferias tecnologías como el CES de Las Vegas y hasta en festivales como el Wörthersee en Austria. Como los de otros fabricantes, los concept cars presentados por Audi desde 1991 han adelantado no solo los rasgos de estilo que iban a definir a sus modelos futuros, sino también las soluciones tecnológicas que irían recalando en la producción en serie.

La marca de los cuatro aros se precia de no limitarse a crear simples maquetas de vehículos más o menos fantasiosos. En la mayoría de las ocasiones el prototipo se ha construido entero y es completamente funcional, con lo que se aprovecha de mejor manera las sinergias entre los departamentos de desarrollo y de producción. Sea como fuere, sus tres décadas de más éxito comercial coinciden con el tiempo que lleva desvelando su serie de concept, de los que destacamos los siguientes:

Audi Avus quattro (1991)

Presentado en el Salón de Tokio de 1991, este superdeportivo de 509 CV cuyo nombre rendía homenaje al mítico autódromo berlinés Avus tomaba las soluciones técnicas de otro prototipo del mismo año -el Spyder Concept- en lo tocante a la construcción ligera basada en aluminio y proponía una carrocería de este material que allanaba el camino al Audi A8 de 1994. Su motor W12 colocado en posición central fue también innovador por su carácter compacto gracias a la disposición de sus cilindros.

Audi AI2 (1997)

Se anticipó dos años a la llegada del primer Audi del segmento B con un modelo de estilo monovolumen dotado de carrocería de aluminio. Su ligereza y estudiada aerodinámica eran las claves de unos consumos sorprendentes. En su versión de producción, el A2 1.2 TDI registraba un consumo medio por debajo de los 3 litros /100 km utilizando neumáticos de baja resistencia a la rodadura y sistema start & stop.

Audi Rosemeyer (2000)

Un concept bautizado con el apellido de un célebre piloto de Auto Unión de los años 30 y que anticipaba el lenguaje de diseño de la marca para los años siguientes. Contaba con un bestial motor W16 de 700 CV y tracción integral quattro, y se adelantaba casi 20 años a los retrovisores virtuales -estrenados por el e-tron en 2018- al incorporar unas cámaras que captaban lo que sucedía a espaldas del conductor y lo mostraban en unos monitores en el habitáculo.

Audi Pikes Peak quattro (2003)

Este prototipo desvelado en el Salón de Detroit prefiguraba no solo el primer SUV de la marca alemana, el Q7, sino también el futuro del infoentretenimiento y de la instrumentación. Esta última se proyectaba mediante láser y simulaba una visión 3D, y las plazas traseras contaban con pantallas DVD, acceso a internet, toma USB y auriculares. También parecía de ciencia ficción entonces su sistema para detectar las marcas de la carretera y avisar al conductor de una salida involuntaria del carril.

Audi Nuvolari quattro (2003)

Otro supercar bautizado con el nombre de un piloto famoso y que embarcaba tecnologías que se fueron popularizando con el tiempo. Una de las más reseñables era su iluminación led con 18 diodos emisores de luz por faro que permitía variar el haz en las curvas sin emplear métodos mecánicos, además de abrir nuevas posibilidades para los diseñadores. El Nuvolari estrenaba el motor V10 biturbo que luego se utilizó en los R8, S8, S6 y RS6.

Audi A1 project quattro (2007)

Además de mostrar las futuras formas del A1 de producción, anticipaba los híbridos de Audi al combinar un motor de gasolina 1.4 TFSI conectado a las ruedas delanteras con otro eléctrico en el eje posterior. El coche podía también enchufarse a la corriente y ofrecía alrededor de 100 kilómetros de autonomía eléctrica. Su tracción integral quattro fue la primera sin conexión mecánica entre el tren delantero y el trasero.

Audi Crosslane Coupé (2012)

Presentado en el Salón de París, adelantaba el diseño de los futuros modelos Q de la firma de Ingolstadt y estaba equipado con un sistema de propulsión híbrida enchufable. Aunaba un motor tricilíndrico 1.5 TFSI y dos propulsores eléctricos con una potencia total de 177 CV y un consumo medio de 1,1 litros/100 km. La construcción ligera multimaterial (aluminio y plástico reforzado con fibra de carbono y con fibra de vidrio) le permitía pesar solo 1.390 kilos, batería de alto voltaje incluida.

Audi RS7 piloted driving concept (2014)

Pionero de la conducción autónoma, rodó en el circuito de Hockenheim a ritmo de carrera y soportando hasta 1,1 de fuerzas g laterales en curva. Para su posicionamiento disponía de señal GPS corregida que se transmitía al coche vía WLAN, mientras sus cámaras 3D comparaban la información en tiempo real con los datos almacenados.

Audi e-tron quattro concept (2015)

El que sería el primer modelo 100% eléctrico de la marca vio la luz en el Salón de Frankfurt mostrando una aerodinámica aventajada (Cx de 0.25) y una autonomía superior a los 500 kilómetros, según el ciclo de pruebas NEDC, gracias a una batería de 95 kWh. El prototipo incorporaba paneles solares en el techo para contribuir a la recarga de la batería y contaba ya con la arquitectura -un motor eléctrico para el eje delantero y dos para el trasero- que estrenarían tiempo después las versiones S de los e-tron y e-tron Sportback.

La familia AI (2017-2019)

El Audi Aicon de 2017 daba inicio a una serie de prototipos futuristas que tuvo continuidad con los AI:Race, Ai:Me y AI:Trail. Todos tienen en común el recurso a algún tipo de sistema de propulsión sostenible y un diseño que se adelantaba al futuro de los modelos de Audi. Los cuatro concept cars, que se juntaron en el stand de la marca en el Salón de Frankfurt de 2019, encarnan un nuevo concepto de movilidad para los años venideros.

Etiquetas
stats