Seis razones por las que un modelo con baterías es igual de seguro que uno de combustión
Los usuarios que hayan dado el paso de adquirir un coche dotado de algún tipo de electrificación, o aquellos que se hayan planteado hacerlo, se han familiarizado bastante en los últimos tiempos con los procesos de recarga, la autonomía o la especial experiencia de conducción que se disfruta a bordo de estos vehículos. Tal vez la única duda que persiste en ellos cuando se acercan a un concesionario tiene que ver con el nivel de seguridad que ofrecen en comparación con los modelos tradicionales.
Peugeot se ha tomado la molestia de resumir y ordenar las razones por las que no es razonable desconfiar a estas alturas de la seguridad de los coches electrificados. La marca francesa asegura que sus eléctricos e híbridos enchufables presentan el mismo nivel de seguridad pasiva e incluso una mayor seguridad activa que sus equivalentes de combustión. Estas son las claves de sus elevados estándares en la materia:
Plataformas multienergía
Una plataforma comprende el suelo, el chasis y la arquitectura eléctrica y electrónica básica de un vehículo. Es el componente básico para desarrollar un coche suficientemente protector en las pruebas de choque, con un comportamiento seguro en la carretera y que pueda alojar los sistemas más avanzados de asistencia a la conducción.
Los vehículos 100% eléctricos y los híbridos enchufables de Peugeot se construyen sobre las plataformas CMP (Common Modular Platform) y EMP2 (Efficient Modular Platform), respectivamente, que comparten con los modelos de combustión de la firma. Esa es una de las claves de sus niveles elevados de seguridad, pues las plataformas multienergía del Grupo PSA (ahora Stellantis) han sido diseñadas desde su génesis para cumplir con los estándares más elevados y alojar diferentes sistemas de propulsión.
Gracias a ello, los modelos electrificados de la marca ofrecen la misma protección para los ocupantes en caso de impacto, e idénticos sistemas de seguridad pasiva y activa que sus contrapartes de combustión.
Idéntico rendimiento en los test EuroNCAP
El Peugeot 2008 obtuvo cinco estrellas y unas puntuaciones muy elevadas en los test de EuroNCAP realizados en 2019: ofrece un 93% en protección de pasajeros adultos y un 84% en la de niños, con un 73% en asistentes de seguridad activa. Algo parecido puede decirse del Peugeot 208, con un 91% en protección de pasajeros adultos y un 86% para niños, con un 71% en asistentes de seguridad activa.
En diciembre de 2020 se actualizó la evaluación de ambos modelos realizando pruebas adicionales a sus versiones eléctricas, que confirmaron que los e-2008 y e-208 merecen la misma calificación de seguridad que sus hermanos de gama de combustión.
Dinámica de conducción
Los coches eléctricos e híbridos enchufables pesan más que sus equivalentes de combustión por la masa de las baterías; pero al ir instaladas en el suelo del coche, tienen un centro de gravedad muy bajo. Además, al no incorporar un pesado motor sobre el eje delantero, el reparto de pesos entre ejes está más equilibrado. En el caso de los híbridos enchufables, la ubicación centrada y baja de las baterías también ayuda a equilibrar el balance de pesos entre ejes y reducir el centro de gravedad del conjunto.
Para el conductor, esto se traduce en una mayor seguridad al volante. El bajo centro de gravedad hace que el coche se sienta más pegado al suelo, sea más estable a cualquier velocidad y se balancee menos al tomar curvas o realizar cambios de dirección. El reparto centrado de pesos produce un carácter más neutro al tomar las curvas y una mayor nobleza de reacciones.
Asistentes a la conducción
Gracias al uso de las plataformas multienergía, los eléctricos e híbridos enchufables de Peugeot pueden contar con todos los sistemas de ayudas a la conducción de la marca. El Peugeot e-2008 dispone de control de crucero adaptativo con función stop & go e instrucciones ajustables de distancia de seguridad; Lane Position Assist, que mantiene el vehículo en la posición seleccionada por el conductor, Full Park Assist con función perimétrica Flankguard, freno automático de emergencia de última generación (detecta peatones y ciclistas, tanto de día como de noche, a velocidades de hasta 140 km/h) y alerta activa de cambio involuntario de carril con corrección de trayectoria desde 65 km/h, entre otros dispositivos: un auténtico arsenal tecnológico que introduce a este SUV en el nivel 2 de conducción autónoma.
Seguridad del sistema eléctrico
Las celdas de las baterías utilizadas por la gama electrificada de Peugeot están instaladas en un contenedor completamente blindado que protege todo el sistema de alta tensión con el fin de evitar cualquier tipo de fuga o descarga de electricidad. Además, los eléctricos puros cuentan con un sistema que mantiene en todo momento el sistema de baterías a una temperatura óptima, lo que despeja cualquier riesgo de sufrir un sobrecalentamiento.
El riesgo de incendio es otro de los mitos que siempre sobrevuelan por encima del vehículo eléctrico. Nada más lejos de la realidad, pues un modelo con motor eléctrico tiene un riesgo aún más remoto de incendiarse que uno térmico. La marca somete a sus baterías a unas exhaustivas pruebas que garantizan su resistencia al fuego, a las vibraciones, a las temperaturas extremas, a la sobrecarga e incluso a impactos virulentos por deceleración o compresión. Además, la integración de la batería en el coche resulta muy importante por seguridad, así como es clave partir de una plataforma diseñada expresamente para albergar sistemas de propulsión electrificados.
Seguridad en la recarga
La recarga de un coche eléctrico también es una operación completamente segura. Todos los actores que intervienen en el proceso, esto es, las estaciones de carga, la toma de corriente del propio vehículo y los cables de carga han sido diseñados para ofrecer la máxima seguridad incluso bajo la lluvia. Además, estos cables tienen un alto grado de protección ante el polvo y el agua, y se bloquean durante la recarga para evitar posibles accidentes e incluso robos.