El Mazda6 Wagon se pertrecha con mejoras dinámicas y de equipamiento
Si no el único, el Mazda6 es seguramente el mejor embajador de las berlinas como vehículos que, a pesar de las modas, mantienen intacta su funcionalidad y pueden seguir siendo atractivas. La nueva generación del coche japonés no llegará hasta el próximo verano, pero Mazda ha querido abrirnos el apetito desvelando en el pasado Salón de Ginebra su carrocería familiar (Wagon), en la que ambos rasgos –lo práctico y lo bello– aparecen incluso realzados.
La marca de Hiroshima anuncia que el nuevo Wagon recibe la actualización más profunda realizada hasta ahora. Esa revisión a fondo comienza por la estética exterior, en la que se ha intentado conjugar una mayor sensación de poderío con las directrices de refinamiento y elegancia que impone el nuevo lenguaje de diseño de Mazda, el Kodo Design. Con el cambio de ubicación de los faros antiniebla, integrados ahora en los grupos ópticos delanteros, el paragolpes presenta un diseño más horizontal que realza la presencia del coche.
Las modificaciones son también exhaustivas en el interior, y comprenden materiales más lujosos, nuevo diseño de los asientos delanteros (que pueden ser ventilados por primera vez) y traseros, una pantalla central de 8 pulgadas, a la que se suma otra de 7 pulgadas en el cuadro de instrumentos de las versiones más equipadas, y la posibilidad de contar con head up display para ver la información fundamental del vehículo proyectada en el parabrisas.
Siempre atenta a satisfacer a un cliente emocional que valora mucho el dinamismo, Mazda ha trabajado intensamente en el rediseño de la suspensión, con el fin de garantizar un comportamiento más fluido y lineal, y la consiguiente mejora del confort de marcha. Se prometen mayor aislamiento, esto es, menor ruido y vibraciones, y un confort de rodadura superior al tiempo que la aerodinámica mejorada incide tanto en el propio comportamiento como en la eficiencia del coche. En combinación con la suspensión revisada, la dirección, cuya rigidez se ha reforzado, proporciona un tacto más lineal y una respuesta de carácter neutro.
La gama mecánica se compone de los motores de gasolina 2.0 y 2.5 Skyactiv-G, de 145 y 194 caballos, respectivamente, y de dos variantes del propulsor diésel 2.2 Skyactiv-D, de 150 y 184 caballos. El 2.5 adopta un nuevo sistema de desactivación de dos de sus cuatro cilindros para reducir el consumo cuando se circula a velocidades constantes entre 40 y 80 km/h.
Las mejoras introducidas por Mazda en el equipamiento de seguridad son también sustanciales. El conjunto de tecnologías de ayuda a la conducción, englobadas en el i-Activsens, incluye el control de crucero adaptativo con función stop&go, el mencionado head up display, que permite conducir sin apartar la vista de la carretera, y un sistema de visión 360º que utiliza cuatro cámaras para mostrar en la pantalla central el perímetro completo del vehículo.
El Wagon dispone asimismo de un limitador de velocidad inteligente que actúa conjuntamente con el lector de señales de tráfico. Sus nuevos faros de led adaptativos también han ganado en prestaciones, según la marca japonesa.