Las mujeres lideran el cambio a una movilidad más sostenible
Las mujeres españolas apuestan por el transporte público y compartido más que los hombres, que siguen prefiriendo moverse en su vehículo particular, tienen también mayor conciencia ambiental que ellos y se desplazan más y de forma más compleja y eficaz. Por todo ello suponen un catalizador de la transformación hacia una movilidad más sostenible, y su ejemplo está ya siendo replicado por los miembros de las nuevas generaciones, sea cual sea su sexo.
Todas estas son conclusiones del quinto estudio presentado en los últimos tiempos por ClosinGap, un clúster de 11 empresas que se dedica a analizar el impacto que tiene para la economía y la sociedad que las mujeres no dispongan de las mismas oportunidades que los hombres. BMW Group, una de esas 11 firmas, ha impulsado este último informe sobre el Coste de oportunidad de la brecha de género en movilidad, presentado la semana pasada en Madrid.
Del trabajo se desprende que las mujeres hacen un uso mayoritario del transporte compartido, tanto público como privado, mientras que los hombres se inclinan por el de carácter individual. La diferencia entre sexos es de 6 puntos en el caso del autobús y del tren y de 4 en el metro. Ellas muestran mayor preferencia por el transporte público, con excepción del metro -preferido por el 47% de los hombres y solo por el 39% de las mujeres-, y en el ámbito privado su predilección por el coche compartido y el taxi se sitúa 2 puntos por encima.
Estos patrones se trasladan a los nuevos modos de transporte, que representan ya el 5,1% de todos los que se realizan en nuestras ciudades: la mujer sigue apostando por un uso compartido con opciones como el coche compartido (11% frente a 9%), en el que varios pasajeros viajan juntos y reparten gastos. El hombre aún se decanta por modalidades individuales como el carsharing (8% frente al 5%), motosharing (7% frente al 3%) o bicisharing (6% frente al 5%).
Una de las lecturas más interesantes del estudio, confeccionado por la consultora Afi con base en 2.000 encuestas a personas de entre 18 y 65 años que viven en grandes urbes españolas, es la positiva repercusión económica que tendría la adopción de los hábitos de las mujeres por parte de toda la sociedad y que se calcula en 93 millones de euros al año ahorrados por el Estado. El cálculo se fundamenta del modo que se explica a continuación.
Un 12% menos de emisiones de CO2 al día
En términos agregados, el conjunto de las mujeres encuestadas emite 1.592 kilos de CO2 al día, por 1.795 kilos de los hombres, es decir, un 12% más. En términos individuales, estas cifras representan la generación de 3,1 kilogramos de CO2 al día por mujer, frente a los 3,4 kilogramos de CO2 al día por hombre. En cómputo anual, mientras que las mujeres generan 1.140 kilogramos de CO2 por persona, los hombres generan 1.245 kilogramos, 105 kilogramos más que ellas. En otras palabras, las mujeres generan un 9% menos de emisiones al día que los hombres, en parte por su mayor conciencia ambiental, de la que hablaremos luego.
Atendiendo al precio por tonelada de CO2 (24 euros), el valor económico de la contaminación de los hombres residentes en las ciudades analizadas asciende a 31.350 euros al día más que las mujeres. A lo largo de un año, esta cifra ascendería a 11,4 millones de euros. En lo que se refiere al coste socioeconómico de cada tonelada de CO2, calculado en 196 euros, si la sociedad se comportara como lo hacen las mujeres, el Estado podría ahorrar más de 93 millones de euros al año, según Afi.
Lo mejor del cambio de rumbo adoptado por las mujeres es que se está imponiendo entre los españoles menores de 35 años, con independencia de su sexo. Los jóvenes recurren por ello en mayor medida a los nuevos modos de transporte, y hacen un uso más eficiente de ellos. En el caso de los VTC (coches de alquiler con conductor), el 30% y 28% de las mujeres y los hombres jóvenes lo utilizan, registros que se reducen al 18% y 21%, respectivamente, entre los mayores de 35 años. La diferencia es más llamativa en el coche compartido: 18% y 14% entre los jóvenes frente al 5% y 7% de los mayores de 35 años.
De la mayor conciencia ambiental de las mujeres dan fe los siguientes resultados del informe: cerca del 90% de ellas compraría un vehículo eléctrico y un 80% un híbrido enchufable por ser más respetuosos con el entorno, cifras que se reducen al 81% y al 60%, respectivamente, en el caso de los hombres. Los jóvenes replican este comportamiento: el 40% y 42% de las mujeres y hombres jóvenes adquiriría un vehículo eléctrico respecto al 33% y 36% del promedio de los eventuales compradores.