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El secreto para convertir en arte el camuflaje de los prototipos

Paula Ulloa

Antes de su presentación oficial, los nuevos modelos de coches realizan sus primeras pruebas por carreteras abiertas al público cubiertos de un camuflaje destinado a ocultar sus líneas y secretos de estilo. El Renault Austral, que sustituirá en la gama al Kadjar, ha sido uno de los vehículos más perseguidos últimamente por los fotógrafos que se dedican a estos menesteres, y el jefe de Diseño del Grupo Renault, al que se conoce simplemente por su nombre de pila de François, se ha tomado el hecho como un reto: el de transformar la ocultación en una creación artística. Dicho de otro modo, ha hecho un camuflaje pensado para ser visto.

En las redes sociales, en internet o en las revistas especializadas, la caza de los spyshots (fotos espías) de coches de próxima comercialización es algo habitual durante todo el año. Las tomas son muchas, pero raras veces están al descubierto. En la mayoría de los casos, los prototipos pillados in fraganti durante las pruebas de rodaje están cuidadosamente cubiertos de adhesivos más o menos psicodélicos, muchas veces en blanco y negro. El objetivo es sencillo: protegerlos de las miradas indiscretas con el fin de que su revelación oficial no deje de ser una sorpresa.

Estos camuflajes esconden o deforman las líneas más significativas y los elementos de diseño característicos de un nuevo modelo, lo cual suele afectar a la calandra, las aristas de las aletas, el capó, las ópticas de los faros e incluso al logo de la marca.

Orgullosa de sus creaciones pero lógicamente temerosa de desvelar demasiado, Renault se encomendó a François para ocultar todo lo necesario del Austral y, al mismo tiempo, hacer de ello un desafío y hasta un juego. «Al trabajar en su camuflaje, queríamos convertir las últimas fases de prueba del coche en un momento clave del dispositivo de revelación oficial que, también, acompañara la nueva identidad visual de la marca», ha manifestado el responsable de Diseño.

Para sus pruebas en fase de pre-reveal, el vehículo se cubrió con unos adhesivos únicos ideados por François que no perjudicaban en nada su estilo, sino todo lo contrario. El diseñador se formulaba dos interrogantes: ¿por qué ocultar lo que es bonito con una máscara fea? ¿Por qué no ocultar una creación artística con otra creación artística?

Para obtener esa segunda piel se tomó como referencia a los barcos de guerra anglosajones de la Primera Guerra Mundial, que utilizaban un camuflaje llamado dazzle o razzle dazzle. Las naves estaban totalmente cubiertas de formas muy gráficas y únicamente en blanco y negro. Con este gran contraste se pretendía romper la perspectiva, los reflejos y la luz.

En esta fase del desarrollo, era indispensable crear una trampa para las líneas generales del Austral. El trabajo de François se inspiró en los principios básicos del dazzle pintado, sobre todo el fuerte contraste del blanco y el negro, fuente de fuertes vibraciones ópticas, complementado por una nota de color fosforescente para añadir al conjunto un punto más dinámico. El diseñador quiso jugar además con los nuevos códigos de la marca francesa y especialmente con el emblema, dado que el rombo se presta a jugosos juegos de líneas. 

Un rompecabezas de piezas a medida

Lejos de ser un adhesivo estándar integral, la cobertura del coche se ha realizado a medida para cada una de las partes de la carrocería. Se ha utilizado una maqueta 3D del Austral para ajustar perfectamente los motivos a la forma y al relieve del capó o las aletas traseras.

Los motivos, más pequeños en la parte delantera, se agrandan en la zaga para acentuar las perturbaciones visuales, y las superposiciones se concentran sobre todo en la zona de custodia trasera, donde más se expresa el diseño del coche. La calandra y las firmas luminosas, sobre todo en la parte trasera, también se han disimulado convenientemente. El pegado, pieza a pieza como en un rompecabezas, ha necesitado una minuciosidad extrema para no dañar la carrocería, tanto al recortar como al colocar los adhesivos.

François ya había creado el camuflaje del nuevo Mégane E-Tech 100% eléctrico, aunque en este caso la necesidad de disimulo de las líneas del coche no era tan fuerte. El tema gráfico no tenía la misma secuencia en las formas y jugaba más con el degradado del negro al blanco hacia la parte trasera del coche.

En cualquier caso, las líneas y los motivos gráficos y angulosos están muy de moda. Para el diseñador jefe de Renault, el camuflaje del Austral puede retomarse con infinitas variantes en todos los futuros vehículos y prototipos de la marca. Esta incluso ha recibido pedidos de clientes para hacerse con un Mégane eléctrico adornado con esta peculiar decoración.

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