El PSOE critica la orden autonómica sobre quemas de podas agrícolas: “no tiene suficiente rango legal”

La diputada del Grupo Parlamentario Socialista María Dolores Martínez Pay ha lamentado que el Gobierno regional haya apostado por regular las quemas agrícolas mediante una orden autonómica que no tiene suficiente rango legal y que deja en manos de los ayuntamientos una materia para la que realmente no tienen competencias.

Además, ha recordado que el Grupo Parlamentario Socialista presentó un proyecto de ley de gestión de residuos agrícolas el pasado 9 de diciembre en la Asamblea para solucionar un problema que “durante muchos años los gobiernos del PP llevan obviando, a pesar de las graves consecuencias que supone esta actividad para la salud y el medio ambiente”. La petición fue rechazada ese mismo día por el PP, a lo que Martínez Pay ha asegurado que la comunidad decidió aquel 9 de diciembre “envenenar” el aire que respira la ciudadanía.

Martínez Pay ha indicado, por otra parte, que la “única solución” que planteó el ejecutivo regional fue una orden de medidas urgentes relacionada con las quemas de podas agrícolas, vinculada al estado de alarma por el coronavirus y que prorrogó hasta en dos ocasiones. Sin embargo, ha aclarado la diputada que esta orden “no tiene rango suficiente” y, “además de no solucionar nada, deja a los ayuntamientos la responsabilidad en una materia en la que no tienen competencias, porque los únicos que pueden autorizar quemas son los agentes medioambientales, dependientes de la comunidad”.

Para Martínez Pay, la pandemia ha servido de excusa al Gobierno regional para llevar a cabo en materia legislativa una “regresión ambiental” mediante una orden, dictada en mayo de 2020, que deja “muchas lagunas y no abarca la importancia y gravedad del problema”. “Necesitamos una ley seria y rigurosa”, ha apostillado para concluir.

La diputada socialista ha destacado que los resultados científicos demuestran que la contaminación atmosférica es un factor que aumenta el riesgo de mortalidad por Covid-19 y multiplica por cinco el riesgo de infartos cerebrales.