El fabricante de electrodomésticos BSH ha confirmado este lunes al Gobierno de Navarra y al Ministerio de Industria en una reunión por videoconferencia el cierre de su fábrica en Esquíroz, Navarra, y el consiguiente despido de sus 660 trabajadores en la comunidad foral. La presidenta navarra, María Chivite, ha afeado a la empresa que no haya querido “flexibilizar” el plazo de cierre a la espera de que se pudiese concretar una posible compra de la planta. “No les han importado los trabajadores”, ha lamentado.
La dirección de BSH, que anunció su intención de cerrar la fábrica en Navarra a finales del 2024 alegando pérdida de competitividad en el mercado a pesar de no tener pérdidas, iniciará el 17 de junio la negociación del Expediente de Regulación de Empleo (ERE), que afectará a los 660 trabajadores de la planta. En total, entre empleos directos e indirectos, dependían de la fábrica unos mil puestos de trabajo.
“Le hemos trasladado nuestro desacuerdo con esta decisión”, ha señalado María Chivite, que ha asegurado que “se están trabajando proyectos industriales que pueden ser solventes” y que se habían comprometido a dar una respuesta “en unas semanas”. Por ello, ha continuado la presidenta, se había solicitado al fabricante de electrodomésticos que “flexibilizara” los plazos a la espera de obtener una respuesta. Incluso, ha apostillado Chivite, se les puso encima de la mesa la posibilidad de ir aplazando el cierre “de 15 días en 15 días”. “Nosotros les hemos transmitido que es mejor trabajar en alternativas industriales teniendo paz social, pero la empresa no ha tenido a bien flexibilizar. No ha tenido en cuenta la parte de los trabajadores y el empleo”.
A partir de ahora el Ejecutivo foral va a “redoblar esfuerzos”, ha destacado la presidenta, para buscar alternativas de industrialización de la planta que permitan mantener los puestos de trabajo. A este respecto el consejero de Industria, Mikel Irujo, ha añadido que desde el mes de enero se ha contactado “con innumerables” empresas de diversos sectores como el de las renovables, el de la automoción o defensa, de las que algunas han mostrado “su interés” en comprar la fábrica de Esquíroz y que incluso ya han visitado las instalaciones.
“Hemos pedido tiempo porque realmente necesitamos más tiempo para hacer este proceso de una manera ordenada y bajo la premisa de asegurar los puestos de trabajo”, ha explicado el consejero, para afear la “falta de humanidad” de la dirección de BSH por no atender a las peticiones del Gobierno navarro y del comité de empresa.
Desde la empresa señalan a este periódico que la decisión de cerrar la planta de Esquíroz “ha sido el resultado de un examen exhaustivo de varios escenarios y medidas a lo largo de los años”. “Lamentablemente, en nuestros mercados, la demanda de electrodomésticos ha disminuido en los últimos años, lo que ha dado lugar, entre otras cosas, a un problema de sobrecapacidad productiva”. Aseguran que han estado “abiertos” al diálogo con “todos los interlocutores” para “explorar alternativas para la reindustrialización de la planta” y que “continuará el proceso en curso con representantes de las administraciones regionales y nacionales” para tratar de encontrar un nuevo inversor. Finalizan asegurando que son conscientes “de su responsabilidad hacia sus empleados” y que se comprometen “a hacer todo lo posible para negociar, con vistas a alcanzar un acuerdo”.
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