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Vuelta a empezar para que ‘Los Caídos’ de Pamplona deje de ser un monumento franquista

Monumento de los Caídos, en Pamplona.

Rodrigo Saiz

El Tribunal Administrativo de Navarra (TAN) ha anulado el acuerdo de la Gerencia de Urbanismo del 13 de febrero de 2019 en el que se determinaba el fallo del jurado del concurso de ideas para la transformación del monumento a los Caídos. En el acuerdo estaba recogido que las siete propuestas elegidas entre un total de 48 proyectos que se presentaron pasaban a una segunda fase en la que serían expuestas a la ciudadanía, que podría presentar sus aportaciones a cada una de ellas. Ahora todo queda anulado y habrá que volver a valorar todas las propuestas.

El monumento se construyó en 1942 en honor a los 4.500 navarros del bando sublevado que fallecieron la Guerra Civil. “Navarra a sus Muertos en la Cruzada” es el mensaje inscrito en la fachada frontal del monumento, que ahora está cubierto por un cartel que pone: Sala de exposiciones.  Además, en el panteón del edificio permanecieron hasta 2016 enterrados los restos de los generales golpistas Emilio Mola y José Sanjurjo, que en noviembre de ese año en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica fueron exhumados. La retirada de los restos mortales de los generales franquistas no hizo que el monumento dejara de estar rodeado de polémica, en 2017 los cineastas Clemente Bernad y Carolina Martínez denunciaron a través de un documental sobre el edificio, que la Hermandad de Caballeros de la Cruz celebra misas mensuales para rememorar el triunfo del golpe de Estado el 19 de julio de 1936 en Navarra.

La grabación de dicho documental provocó un cruce de denuncias entre ambas partes: la agrupación filofranquista llevó a los tribunales a los cineastas, y uno de ellos, Clemente Bernad, fue condenado a un años de prisión y a una multa de 2.880 euros por un delito de descubrimiento y revelación de secretos, al haber colocado una cámara y un micrófono ocultos en una de las rejillas de ventilación de la cripta; por otro lado la Asociación de Memoria Histórica denunció a la Hermandad de los Caballeros de la Cruz ante la Fiscalía Superior de Navarra ante la posible ilegalidad de las misas que celebran cada año rememorando el golpe de Estado.

Por toda esta polémica el Ayuntamiento de Pamplona encabezado entonces por Joseba Asiron, de EH Bildu, decidió en 2017 convocar un concurso internacional para decidir el futuro del monumento que está situado al final de la calle Carlos III de Pamplona. El concurso comprendía no solo la actuación sobre el edificio de Los Caídos en virtud de los parámetros marcados en la Ley de la Memoria Histórica, sino también la reordenación urbanística de la plaza de la Libertad, el parque de Serapio Esparza (la parte trasera del monumento) y las calles adyacentes, dejando libertad para decidir si mantener, transformar, eliminar o sustituir el actual edificio aunque en todos los casos había que dotarlo de nuevos significados cívicos compatibles con la memoria democrática. Además, era obligatorio mantener el aparcamiento subterráneo bajo la plaza y sus accesos, así como la estructura viaria, especialmente las calles Iturralde y Suit y Aoiz. Al concurso, convocado por la Gerencia de Urbanismo municipal, se presentaron 49 propuestas, de las que 48 fueron declaradas como válidas por ajustarse a estas bases.

Los 48 proyectos válidos fueron valorados por un jurado encabezado por el propio Asiron y que estaba formado por profesores de Arquitectura e Historia del arte de diferentes universidades o directores de Urbanismo, entre otros. Como secretaria del jurado actuó la letrada de la Gerencia de Urbanismo Rebeca Sánchez.

Este jurado seleccionó siete proyectos para pasar a una segunda fase en la que recibirían aportaciones de la ciudadanía y posteriormente los autores tendrían dos meses para desarrollarlas y llevarlas al grado de anteproyecto. A esta segunda fase todavía no se ha llegado ni se va a llegar en un tiempo porque este miércoles el Tribunal Administrativo de Navarra ha ordenado que el concurso se retrotraiga a la fase de valoración de todas las propuestas presentadas al considerar que “la inexistencia de actas o informes con valoraciones y ponderaciones de las propuestas hace suponer que la valoración se hizo a tanto alzado, no existiendo constancia de cuál ha sido el modo y manera por la cual el jurado ha clasificado las propuestas”. El tribunal añade que “únicamente existe una referencia a los criterios generales que han servido para descartar las propuestas sin individualización alguna y no puede servir como motivación de las propuestas rechazadas, rechazo que tampoco ha sido notificado a los interesados junto con los motivos que han conducido a la exclusión de las propuestas”.

Ahora el jurado tendrá que valorar de nuevo todos los proyectos que se presentaron en la fase inicial, por lo que las opciones para el futuro del Monumento a los Caídos vuelven a ser múltiples. De los siete proyectos seleccionados por el jurado, seis proponían reformarlo y uno derribarlo por completo.

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