De Scarlatti a la música del siglo XXI, en el Festival de Mendigorría

La variedad de estilos y formatos musicales es la seña de identidad de la XIX edición del Festival Internacional de Música de Mendigorría, que se celebrará entre el 29 de julio y el 10 de agosto en esta localidad de la Zona Media de Navarra. Serán un total de cinco conciertos protagonizados por solistas y grupos de proyección internacional y que ofrecerán obras que van desde Scarlatti y Bach a compositores contemporáneos. “El público va a tener la oportunidad de disfrutar de obras muy atractivas pero que no se escuchan en cualquier sala de conciertos”, señala el director y creador del festival, el pianista Alberto Urroz y recoge Europa Press.

Los cinco conciertos programados se celebrarán en la iglesia parroquial de San Pedro de Mendigorría, la sede más permanente del festival decano de la música clásica en Navarra, que se ha celebrado de forma ininterrumpida desde su creación en 2004. El relajamiento de los protocolos contra la COVID-19 va a permitir ampliar en esta edición el aforo de los conciertos, aunque manteniendo algunas medidas de precaución, ha añadido la organización.

El concierto inaugural lo protagonizará el 29 de julio Alberto Urroz, con un repertorio compuesto por seis sonatas de Domenico Scarlatti, la Escenas del Bosque (Waldszenen) de Schumann, la Fantasía dramática sobre Beatrice di Tenda de Bellini, de M. Sánchez Allú, compositor español del XIX cuya obra está recuperando el pianista, y la jota de concierto ¡Viva Navarra! de Joaquín Larregla. “Me hace especial ilusión interpretar esta última obra en el festival, siempre lo había soñado y por fin he encontrado tiempo para estudiarla”, comenta Urroz.

El segundo concierto lo protagoniza, el 31 de julio, la pianista Eloisa Cascio. Esta reconocida intérprete italiana, que ya actuó años atrás en Mendigorría, ofrecerá la Suite Francesa nº 5 de J. S. Bach, la Sonata para piano nº 8 de Mozart, y dos obras de J. Brahms, las Rapsodias Op.79 y Variaciones sobre un tema de Paganini.

El 5 de agosto es el turno del Ensemble Opus 22, un conjunto de violín, clarinete, saxofón y piano formado en Madrid por cuatro jóvenes músicos con gran proyección y especializados en música del siglo XX y contemporánea. En su programa interpretarán obras para cuarteto, dúos o solistas de Debussy, Messiaen, Mompou, Sciarrino, Gubler y autores contemporáneos a quienes han encargado estrenos como Alicia Díaz de la Fuente.

Alberto Urroz vuelve a ser el protagonista del cuarto concierto, el domingo 7 de agosto, con la interpretación de dos nuevas sonatas de Scarlatti (K. 380 y K.203), la Sonata KV 281 de Mozart y el Primer Cuaderno de la Suite Iberia de Isaac Albéniz, que incluye la pieza El Corpus en Sevilla, “especialmente apropiada”, explica el pianista, “para ser tocada en una iglesia”. En el concierto interpretará de nuevo Escenas del Bosque, la obra intimista de Schumann, y ¡Viva Navarra! de Joaquín Larregla, que ha incorporado a su repertorio en un claro homenaje a su tierra.

El festival tiene, el 10 de agosto, un broche excelente con el trío formado por Dmitry Yablonsky, violonchelista y director de orquesta de renombre internacional, hijo de la pianista rusa Oxana Yablonskaya que ya visitó el Festival en 2012, por la violinista Janna Gandelman, concertino de la Orquesta de Jerusalén, y Laia Martín al piano, una joven intérprete catalana que fue también alumna del Festival de Mendigorría. En su concierto ofrecerán obras para los distintos instrumentos de Enrique Granados, Schumann, Cassadó, Kodály y Sarasate.

“Es un programa muy atractivo por su variedad y por la calidad de las obras programadas y de sus intérpretes”, indica Alberto Urroz, quien subraya “el pequeño gran milagro que supone sacar adelante año tras año un Festival de estas características, con apoyos limitados pero un público fiel”. Los conciertos comienzan a las 21 horas, excepto los domingos 31 de julio y 7 de agosto, que lo harán a las 20.30. El precio de las entradas es de 10 euros y únicamente podrán adquirirse en la puerta de la iglesia de San Pedro, media hora antes de los conciertos.