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“Luce tipazo tras el embarazo” o la presión que hace que el 72% de mujeres se vean peor después de ser madres

Una madre con sus dos hijas.

Elena Couceiro

“Un día la buenahija1 llegó diciéndome que en el cole le habían dicho que tenía ”las piernas gordas“. Me quedé sin palabras, pero me hizo reflexionar muchísimo sobre lo importante que es reforzar su autoestima y educarlas en quererse mucho desde pequeñas, en que la belleza no está en el tamaño de sus piernas... o de su culo”, contaba en Instagram la creadora del Club de MalasMadres, Laura Baena, publicando una imagen en bañador y de espaldas de sus hijas y de ella misma.Este club había lanzado meses antes la campaña #BellezaSinFiltro, que inspira un informe publicado hoy sobre la autopercepción de las mujeres tras ser madres.

“Luce tipazo tras el embarazo”, “el secreto de las famosas para recuperar la figura tras el embarazo”, “figura envidiable a pocas semanas de parir”... Los medios de comunicación y las redes sociales están repletos de titulares o comentarios que imponen un canon de belleza irreal, “envidiable”, incluso a las pocas horas de dar a luz. Según el estudio del Club de Malasmadres (en el que han participado más de 16.000 mujeres), el 86% afirma que el hecho de no encajar en el canon de belleza imperante en la sociedad les afecta a la autoestima.

El 72% de las mujeres encuestadas afirman verse peor o mucho peor que antes de ser madres y menos de un 18% mejor o mucho mejor que antes. Maite Egoscozabal, autora del estudio, afirma que “este es el dato principal y demuestra que ”la maternidad impacta en la percepción de nuestra belleza“. El Club se pregunta: ”¿Qué está haciendo que las mujeres no se vean como les gustaría? ¿Es una cuestión individual y personal o son factores externos que impactan en la percepción de su propia belleza“.

La autora del estudio considera que con esta campaña se está abordando una cuestión social. De manera espontánea y natural, compartiendo una imagen de su rostro lavado en redes sociales con la etiqueta #BellezaSinFiltros, Laura Baena, “ha conectado con una necesidad de mucha gente y ha provocado un movimiento social”, reflexiona la socióloga, del mismo modo que al romper la imagen de madre abnegada y perfecta o reivindicar medidas de conciliación el Club canaliza el sentir de muchas madres.

Y es que, según el informe, el 76% de las mujeres no se siente reflejada en los cánones de belleza transmitidos en los medios de comunicación, un 82% no se siente representada por el canon de belleza que impera en el mundo de la moda y 70% no se siente reflejada en el canon de belleza que transmiten las redes sociales.

Egoscozabal señala que con la campaña y el estudio quieren poner el acento en que “el canon de belleza social no nos permite ser libres al cien por cien. Eso genera insatisfacción y frustración”. Este club había lanzado meses antes la campaña #BellezaSinFiltro, que Baena define como “un movimiento que hemos generado de manera espontánea y que muestra que somos distintas, somos únicas y todas somos bellas cuando nos quitamos complejos, nos queremos más y lo transmitimos al mundo. ¡Ya está bien de sentirnos mal o fuera de una sociedad que solo muestra un único canon de belleza!”.

Esta es la idea que motiva la campaña #BellezaSinFiltro y el estudio que el Club de Malasmadres lanza este jueves y que pone el acento en la insatisfacción de las mujeres, especialmente las madres, con respecto a su aspecto físico, y la frustración que supone no encajar en el canon de belleza imperante en la sociedad. Baja autoestima.

Volviendo a los resultados, las mujeres se muestran tremendamente exigentes con su aspecto físico: le dan una importancia de 7 puntos sobre 10. Al mismo tiempo, la valoración de su propio aspecto físico es baja. Solo el 4% de las mujeres encuestadas valoran con un 9 o 10 su aspecto físico. La media de valoración del físico por parte de las participantes en el estudio es un 6,1. Llama especialmente la atención que para las no madres el aspecto físico es más importante que para las madres. Al mismo tiempo, la valoración sobre su imagen es más positiva en el caso de las mujeres que no son madres que en el de mujeres madres.

Al mirarse al espejo, las mujeres sienten más bien frustración (69% de las participantes lo mencionan) e insatisfacción (lo mencionan en un 84% de los casos) que aceptación (que menciona el 51% de las mujeres).

Las mujeres, señala el estudio, consideran que los principales obstáculos que impiden que se vean como desearían son fundamentalmente dos. En primer lugar las encuestadas mencionan la falta de tiempo para cuidarse o hacer deporte. Egoscozabal llega a afirmar que “lo que nos hace sentirnos más bellas es tener ese tiempo para nosotras”. En segundo lugar, las participantes mencionan el canon de belleza impuesto socialmente. Por eso la socióloga reivindica que “hay que seguir visibilizando la necesidad de que todos los agentes sociales (medios de comunicación, moda e incluso las redes sociales) transformen su manera de mostrar la belleza y que la hagan más real y diversa, porque esta impactando en la autoestima de las mujeres y las expectativas que nos estamos poniendo”.

El Club de Malasmadres quiere subrayar que “el tiempo para cuidarte no debe ser un privilegio, sino una necesidad”. De esta manera, vuelven a poner el foco en la necesidad de avanzar en medidas de conciliación y de la corresponsabilidad en la pareja, al tiempo que se muestran combativas contra la presión social que supone para las mujeres el ideal no solo de belleza sino también de maternidad. “Hay un montón de esferas que están generando una presión sobre la mujer, que no nos hace libres, como la presión de cumplir con el rol de madre perfecta. Por eso necesitamos romper con eso y visibilizar la maternidad real”, concluye Egoscozabal.

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