Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Loreto Sesma: “Lo que le falta al movimiento feminista es unidad”

Loreto Sesma

Maialen Ferreira

0

A sus 22 años, Loreto Sesma (Zaragoza, 1996) ha publicado cinco libros y ha sido la ganadora más joven - y la tercera mujer- del Premio Internacional de Poesía Ciudad de Melilla. Como tantos otros autores, el salto al papel lo dio desde Internet, en su caso, desde YouTube, donde comenzó a colgar videopoemas a los 15 años. Es una periodista alejada de las redacciones, por culpa de su carácter indomable. Su última obra, 'La Princesa', es una versión feminista de 'El Príncipe de Maquiavelo', para quien “la mujer no tiene nombre ni posición a lo largo de su relato”.

Sesma critica el “feminismo de boquilla” y es consciente de que le critican por su forma de vestir o las fotos que publica en sus redes sociales: “Tengo 22 años y publico fotos en bikini porque me sale de los ovarios”. Habla de una forma directa y no titubea al mencionar a sus 'haters': “Llega un punto en el que este tipo de críticas son un poco ”copy page“, todos dicen lo mismo, la mayoría no se han leído nuestros libros. Cuando se trata de una crítica constructiva soy la primera en sentarme y escuchar”.

¿Cómo comenzó en el mundo de la escritura?

Empecé a escribir a los 9 años. Fue un mecanismo que yo misma cree para convivir con una sensibilidad que de pequeña te hace sentir un poco distinta. Quieres formar parte de todo lo que ves y no puedes, porque al final eres un poco distinta y tienes que aprender a conocerte y aprender a vivir con eso. Esa fue mi manera de hacerlo. Con 15 años cree mi canal de YouTube en el que recitaba mis textos, con 17 me llamó una editorial para publicar y a partir de ahí empezó mi andadura.

¿Cómo ve a Instagram como mecanismo para dar a conocer a jóvenes escritores?

Veo que hay distintos modos de usarlo. Hay autores que lo que hacen es poner fotos de sus libros, hay gente que solamente pone frases y yo, la verdad, es que de mis libros pongo muy poquito. Me parece una buena ventana porque es una democratización de las vías. Antes tenías un editor y si te interesaba publicabas con él. Ahora tienes esa ventana que son las redes sociales. También veo un 'lado B', que es que hay muchísimos. Entonces, tener que destacar entre toda esa gente tiene que ser complicado. Al final, lo que he hecho es ser yo misma y hacer lo que me apetecía hacer. Subo fotos y vídeos cuando me apetece y cuando me nace hacerlo.

Algunos escritores critican el cambio de paradigma en la literatura que está surgiendo con la llegada de los escritores 'millenials'. ¿Qué opina al respecto?

Opino que al final están juzgando un fenómeno que acaba de empezar. Igual que a nosotros se nos exige que seamos pacientes y que el tiempo nos va a dar el lugar que nos merezcamos, ya sea el olvido o una trayectoria literaria, también ellos tienen que darnos esa 'chance' con el tiempo de a ver dónde quedamos. Llega un punto en el que este tipo de críticas son un poco 'copy page', todos dicen lo mismo, la mayoría no se han leído nuestros libros. Yo en el momento en el que sea una crítica constructiva soy la primera en sentarme y escuchar, porque quiero permanecer aquí. Es evidente que tengo que aprender, tengo que desarrollar nuevos mecanismos y crear nuevas herramientas. Y eso requiere que alguien también te ayude a hacerlo. Pero la crítica por criticar, y que me digas qué tipo de fotos subo a Instagram o el número de ejemplares que vendo no me sirven.

¿Por qué es necesario un libro como 'La Princesa' en la sociedad actual?

Ahora mismo hay muchísimas cosas sobre el feminismo. Lo que he intentado desde 'La Princesa' es hablar de las mujeres que conformaban mi vida, de las niñas que están naciendo ahora mismo. Por eso es un alegato al feminismo, pero también es una crítica a un tipo de feminismo. Una crítica a aquellas que siguen la senda tradicional, mujeres que viven ancladas en el pasado y que son las primeras que no dejan avanzar al resto de mujeres. Como a las feministas que solo se puede seguir su sendero e intentan quitar esa imposición y esa lacra social imponiendo la suya. No estoy nada de acuerdo.

¿Y cuál es su crítica sobre ese tipo de feminismo del que habla?

Critico dos cosas: el feminismo de 'boquilla', que es poner dos pies de foto en Instagram y no saber quién es Simone de Beauvoir o pintarme la cara de morado, pero solo un día al año, el 8 de marzo y luego no hacer nada por cambiar. Y luego, el feminismo extremo, que solo eres feminista si odias cierto tipo de cosas. A mí el otro día me criticaron por depilarme ¿qué tendrá que ver una cosa con la otra? Cada una tenemos nuestra senda y yo soy feminista siendo mujer que ya es muchísimo. Tengo que pelear con hombres que se piensan que soy menos por el hecho de serlo y con las mujeres que también me señalan. Todo ello, en mundos de por sí machistas. Yo soy periodista y en la literatura también hay mucho machismo. Me encanta el mundo de la música y en el mundo de las discográficas también hay mucho machismo. ¿Cómo lucho? Viviendo, siendo mujer no hay otra manera de hacerlo.

¿Ha sufrido algún tipo de discriminación en su trabajo por el hecho de ser mujer y, además, tan joven?

Sí. Yo tengo el pleno al 15, soy joven y además soy mujer. Es como que todo se junta. Gané el año pasado el Premio Internacional de Poesía Ciudad de Melilla y lo primero que se dijo fue las fotos que yo subía a Instagram, cuando el libro no había ni salido a la venta. Pensé ¿de verdad me están juzgando por eso? Era la más joven en ganar ese premio y la tercera mujer. Recibo continuamente comentarios acerca de mi cuerpo, de mis fotos en bikini, que subo porque tengo 22 años y porque me sale de los ovarios. Y resulta que para algunos vendo libros porque subo fotos en bikini.

En un capítulo del libro narra cómo en una entrevista de trabajo le preguntan si quiere ser madre. ¿Nos queda mucho aún por hacer con respecto a la igualdad en el mundo laboral?

Fue algo que me llamó mucho la atención. Tengo 22 años y me lo preguntaron a mí. Creo que ni me he planteado si quiero ser madre, entonces yo qué sé. Supongo que sí, porque si proyecto mi futuro sí que quiero tener hijos, pero por ejemplo casarme me da absolutamente igual. Me impactó muchísimo porque es como que nos obligan a tener nuestro sector más personal muy desarrollado porque tenemos que ser buenas madres, hijas, hermanas, novias, esposas, abuelas....Pero nuestro ámbito más profesional no porque entonces la hormiguita se va a hacer gigante. Es muy fuerte que en 2019 una mujer cobre 5.000 euros al año menos que un hombre. ¿Por qué pasa? Porque no tiene acceso a los grandes puestos. ¿Por qué? Por ser mujer. ¿Por qué? Porque al contratar a una mujer lo primero que te preguntas es “ah no, se va a quedar embarazada por lo tanto va a estar nueve meses de baja”.

¿Qué considera que le falta al movimiento feminista de España?

No creo que haya un movimiento feminista, creo que hay como un árbol con 300.000 ramas. Lo que le falta al movimiento feminista es que haya unidad, tanto por parte de hombres como de mujeres, y que en esa unidad se busque un objetivo común, que al final es de lo que trata el feminismo. Se nos ha olvidado que el feminismo es la búsqueda de la igualdad, fin. En esa búsqueda está muy bien todo lo de las pancartas, pero luego tiene que haber un cambio y ese cambio es que llegues a un curro y no te pregunten si quieres ser madre; que vayas a una reunión y digas que no te quieres casar y no te miren como a un bicho raro; que tomes tus propias decisiones; que puedas hablar libremente de la masturbación. Debemos buscar esa unidad para que todo esto acabe sucediendo.

¿Considera que a los jóvenes no les gusta la lectura?

Sí y no. La lectura es un fenómeno de contagio total. A la gente le gusta leer, lo que pasa es que aún no ha encontrado el libro que le guste. Hay lectura, poca, pero luego tienes libros de poesía como los más vendidos. Lo importante es encontrar la tecla y que la persona dé con el libro para que se contagie.

No recibió ni un euro por las ventas de su primer libro. ¿Qué ocurrió?

El editor se fugó con el dinero de todos los autores. Estamos todos con pleitos, pero él está en busca y captura. Creemos que está en México porque vimos en la prensa mexicana que había ganado un torneo de póquer. Yo sé que ese libro se vendió muchísimo, tuve una reunión con él para cerrar las cosas y me debía unos 60.000 euros. Un dinero que no he visto nunca ni lo veré. Lo único que quiero es liberar ese libro y a partir de ahí decidir si lo vuelvo a publicar o no, pero por lo menos tener los derechos de mi libro, que lo he escrito yo. Es de locura.

Etiquetas
stats