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“Los delincuentes son los banqueros que roban y estafan, y no los avalistas a quienes persiguen”

Familiares de avalistas en una concentración de Stop Desahucios en el Boulverd de San Sebastián

Paola Fernández

San Sebastián —

Hace años que la pareja de octogenarios Rodrigo y Elisa avalaron a su hijo cuando pidió un préstamo para comprarse un piso. Por desgracia, hace tres años que perdió su trabajo y no pudo hacer frente a la cuota hipotecaria de 1.200 mensuales. Por ello, el banco se la comenzó a reclamar a sus padres, quienes con su pensión tampoco podían pagarla. Este caso es un ejemplo real de la situación de muchos pensionistas, que pueden verse avocados a la pérdida de viviendas, totalmente pagadas hace años, por avalar a sus familiares.

Sin embargo, el final de esta historia es algo más esperanzador. Otra de las hijas de Rodrigo y Elisa, Maruja, asegura que “a base de lucha hemos conseguido la dación en pago del piso de mi hermano y de mis padres, y un alquiler social de 430 euros al mes durante 10 años”. Así, por lo menos “pueden estar tranquilos 10 años en su casa”. La deuda total ascendía a 239.000 euros, y aunque Maruja cree que “es verdad que se debía todavía mucho dinero”, el banco “ni nos han regalado nada, ni nos han hecho un favor, el favor se lo hemos hecho nosotros a ellos”.

Por su parte, Olga Alberdi, avaló a su cuñado en el año 2003 y el año pasado, tras una llamada del banco, se enteró de que su cuñado había dejado de pagar la cuota de la hipoteca del piso y además se encontraba en paradero desconocido. Así, le reclamaban una cuota mensual de 534 euros, cuando su pensión es de 600. Gracias a que acudió a la plataforma de Stop Desahucios y a la movilización de sus vecinos, consiguió que la Caja Laboral le escuchase y le mandaron al mediador del Gobierno vasco. Allí les contó su caso, en el que había ciertas irregularidades, ya que su cuñado había rehipotecado el piso sin contar con el avalista. Finalmente, consiguió que le dieran la razón, y firmaron nuevas escrituras en las que Olga ya no aparece como avalista.

Desde la Plataforma de Stop Desahucios Gipuzkoa han realizado un llamamiento a las personas que se encuentren en esta situación, a que “acudan y que pidan ayuda porque no son delincuentes, los delincuentes son los banqueros que roban y estafan”. Además, “juntos podemos contra esta enorme e inhumana estafa bancaria que es la burbuja inmobiliaria”, han señalado. La portavoz de la Plataforma, Rosa García, apunta que sobre todo están luchando para denunciar las cláusulas abusivas de las hipotecas, y sobre todo una cláusula que supone que “los avalistas sin saberlo están renunciando al derecho de orden y excusión, esto es, que dan autoridad al banco a que subaste en primer lugar su vivienda, ya pagada, y a que embargue sus pensiones o sus nóminas”, antes que subastar la vivienda hipotecada de los principales deudores.

Por otro lado, han instado a Kutxabank a que “imite el ejemplo de las otras dos entidades, Caja Rural de Navarra y Caja Laboral”, que han negociado con la familia de Maruja y con Olga, respectivamente y “retire la subasta de la vivienda pagada de la pensionista Juana Loro”. Esta mujer, que también es avalista de su hijo y pensionista, está luchando porque se retire la demanda de subasta contra la vivienda ya pagada, con la dación de pago de la vivienda y el local de su hijo. Además, desde Stop Desahucios denuncian que le acaban de denegar la justicia gratuita por cobrar al mes una pensión de viudedad de 974 euros, impidiéndole defender su vivienda.

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