La Asociación 3 de Marzo tacha de “excluyente” el Centro Memorial Víctimas del Terrorismo
Cuando están a punto de cumplirse 42 años de la masacre del 3 de marzo de 1976, en la que murieron cinco trabajadores en Vitoria por disparos de la Policía cuando celebraban una asamblea, las víctimas siguen esperando algún tipo de justicia. La Asociación de Víctimas 3 de Marzo- Martxoak 3 Elkartea sigue adelante en su búsqueda de reparación, pero de momento no se ha producido el más mínimo gesto de reconocimiento por parte del Estado. “Cada vez son más indignantes las respuestas y menosprecios que recibimos”, denuncia la Asociación, que ultima los actos para conmemorar el aniversario.
Ejemplo de estos “menosprecios” es el reciente argumento del Tribunal Constitucional para no admitir la demanda de amparo presentada por la Asociación alegando que el caso “no tiene suficiente trascendencia constitucional”. “Hemos agotado la vía judicial española y estudiamos la manera de acudir al Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo y a otros estamentos internacionales como las Naciones Unidas”, señalan desde la organización. En este camino necesitan la colaboración de las instituciones alavesas y vascas.
Pero la Asociación también echa de menos un escenario de “igualdad” en el que todas las víctimas tengan todos los derechos reconocidos porque “la impunidad continúa”, no sólo con las víctimas del 3 de marzo. “Todas las víctimas del franquismo y del terrorismo de Estado siguen absolutamente desamparadas en sus derechos a verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición”. Para la Asociación 3 de Marzo, esta situación condiciona el modelo de democracia actual y hace un llamamiento especial a las instituciones vascas para que se desmarquen del 'Centro Memorial Víctimas del Terrorismo'. “Se trata de un modelo de memoria excluyente basado en la impunidad y el olvido de los crímenes de Estado que pretende imponer el gobierno español”.
“Va en la dirección contraria”, añade la Asociación, “a los principios de a igual vulneración igual tratamiento que marca la legislación internacional en materia de Derechos Humanos. Y, sin embargo, está teniendo el aval del Ayuntamiento de Vitoria y del Gobierno Vasco con la presencia en su patronato. Este modelo de memoria parece redactado por el mísmisimo Fraga Iribarne”.
