Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
El PSOE convierte su Comité Federal en un acto de aclamación a Pedro Sánchez
Las generaciones sin 'colchón' inmobiliario ni ahorros
Opinión - El extraño regreso de unas manos muy sucias. Por Pere Rusiñol

Huyendo del tallaje industrial

Idoia Martín, creadora de Rousse, reivindica la moda libre de tallas

Alba Díaz de Sarralde

Su taller actual es la mesa del salón de su casa. Entre telas, hilos y alfileres se encuentra la máquina de coser de su madre. Ahora es su instrumento para crear de cero y, desde ese pequeño altar donde se apoya, la vitoriana Idoia Martín apuesta por su filosofía y la meta que le ha buscado a su nueva marca de ropa y complementos: crear moda huyendo del tallaje industrial.

Idoia Martín (Vitoria, 23 años) estudia Administración y Dirección de Empresas en la Universidad del País Vasco, aunque su pasión siempre fue el diseño. Desde pequeña dibujaba sus ideas y, a partir de plantillas, bocetos y lápices, plasmaba esas creaciones en recortes de papel. El pasado año dio el primer paso y comenzó un curso de diseño de moda en una pequeña academia de Vitoria-Gasteiz. Este año, a punto de terminar sus estudios y esperando a comenzar un curso superior online de la Escuela Internacional de Estilismo y Moda, se ha volcado por completo hacia su verdadera vocación y ha decidido emprender con su propia marca, Rousse.

Rousse es diferente para cada persona porque su seña de identidad es que no hay tallas cerradas. ¿Por qué quisiste emprender de esta manera?

Poner en marcha este proyecto surge desde varios focos. El principal es una crítica a la industria de la moda o textil de hoy en día y al punto de vista respecto a los cuerpos y las tallas que se están fomentando en la sociedad. Sabemos que esa clasificación de tallas viene desde hace años y que últimamente se está intentando normalizar, especialmente, el tallaje grande, pero pienso que no es solo eso lo que hay que mejorar. Las personas no solo tenemos talla grande o talla mediana, o pequeña. Cada persona es diferente y especial: somos altas, bajas, con más hombros, menos o más pecho, más o menos tripa, menos o más culo... Estamos diseñados con una infinidad de características que nos hacen nuestros y eso no quiere decir que unos seamos más normales que otros, todo lo contrario: nos hace más especiales.

Es decir, no tener talla va más allá del “tamaño” de la prenda.

Sí. Da la sensación que hay infinidad de posibilidades para personas con una talla media, mientras que las tallas grandes o pequeñas están contadas. Además, es totalmente viable que las prendas se ajusten a nuestros cuerpos, aunque lleve un poco más de trabajo. De hecho es algo que algunas marcas ya están intentando mejorar. Otro foco de los que comentaba antes es que hay marcas que se dedican a tallas concretas y tienen una variedad reducida. Por ejemplo, las tallas grandes en personas jóvenes. Las marcas donde la mayoría de las personas jóvenes compran ropa suelen tener muy pocas tallas que superan la L, lo que obliga a personas con talla grande a acudir a industrias dedicadas a las tallas grandes. Pero estas marcas no tienen mucha ropa asociada a las tendencias.

Entonces, ¿Rousse lleva las tendencias a todos los cuerpos?

Sí, y queremos remarcar que se puede creer en un mundo donde no hay tallas, ni etiquetas. Donde podemos respetar cada cuerpo, donde todos somos igual de especiales y donde no existen cánones de belleza ni reglas que clasifiquen a las personas.

¿Y qué supone trabajar a medida?

Como todo, tiene sus ventajas y desventajas. Lo que más nos gusta es que da paso a que las personas puedan personalizar sus prendas. Nosotros ponemos el diseño y ellas nos proporcionan sus tallas para que lo que compran les quede lo más ajustado que se pueda a sus gustos. Poder elegir medidas como el largo o el ancho ya es un gran avance. Sin embargo, existe el problema de tomarse las medidas.

En cuanto a la fabricación de las prendas, es más compleja. Hay que trabajar prenda por prenda porque cada persona pide medidas diferentes. Aun y todo se toman patrones base, por lo que no se pierde tiempo con las modificaciones. Es como tener acceso a la alta costura pero a precio de industria y, lo más importante, de manera eficiente en la producción.

Entonces no hay clasificación por tallas. ¿La hay por género?

Hay prendas unisex, precisamente porque queremos eliminar cualquier etiqueta que clasifique a la sociedad. Si bien es verdad que por patrón se diferencian cuerpos de mujer y de hombre, hay muchas prendas que pueden ser compartidas por ambos, así que vemos lógico que cualquier persona pueda acceder a dichas prendas. Quizá llamarlo ‘unisex’ también es una etiqueta, pero lo preferimos así.

Reivindicas el 'tallaje libre', el diseño abierto o los patrones unisex. ¿Tratas de ser responsable en más ámbitos?

Aún nos queda mucho por crecer y funcionamos siendo lo más responsables posible tanto con la sociedad como con el medio ambiente. Según vayamos creciendo, intentaremos hacer muchas más mejoras. Hay muchas cosas que queremos llevar a cabo y otras muchas que ya estamos mejorando. El ‘packaging’, por ejemplo, lo hemos evolucionado a algo más orgánico que las bolsas de plástico y estamos en continua búsqueda de telas orgánicas y ecológicas con las que confeccionar nuestros diseños. Pero todo tiene su coste, así que avanzamos más lentamente de lo que nos gustaría.

La marca nace en 2019. En el primer catálogo hay cantidad de complementos y los primeros diseños de camisetas. ¿Hacia dónde viaja Rousse ahora?

Estamos deseando pasar a otras prendas, pero la previsión a corto plazo es otra tanda de camisetas nuevas en otros tonos. Quizá alguna cosa más. Con los accesorios, por su parte, cada vez que tenemos una idea nueva la sacamos adelante. 

¿En qué te inspiras a la hora de diseñar?

Hasta ahora han sido las propias telas las que nos han llevado a nuestros diseños. La verdad es que hemos conseguido unas telas muy divertidas y con mucha personalidad. Por ejemplo, una con estampado de plátanos que, además, ¡huele a plátano! Para la siguiente tanda de camisetas nos hemos inspirado en una idea un poco más bohemia: pasaremos a la pintura y el tinte para ropa e intentaremos destacar más aún que lo que hacemos está hecho totalmente a mano.

¿Cómo consigues llegar a la gente?

De momento solo funcionamos con Instagram y Facebook, donde colgamos nuestras fotos y novedades, información, etc. Especialmente para nosotros es nuestra herramienta con la que difundir nuestro mensaje.

Teniendo en cuenta todo el trabajo, desde el diseño a la confección, pasando por la presencia en internet, ¿qué está suponiendo Rousse para ti?  

Una locura, la verdad [ríe]. Parte de la financiación para este proyecto proviene de un trabajo totalmente independiente que tengo, por lo que tengo las 24 horas del día repartidas en, a veces, únicamente trabajo. Pero sarna con gusto no pica, y a quien algo quiere algo le cuesta, así que con fuerza seguimos poco a poco adelante.

Muchas personas no se atreven a emprender aunque tengan ideas innovadoras. Viendo tu experiencia con tus primeros pasos, ¿qué les dirías?

La verdad es que ser emprendedor y, sobre todo, autónomo en este país, es bastante complicado. No por las ayudas que existen, sino por tantas trabas que muchas veces te ponen. A pesar de ello pienso que siempre es una buena idea emprender, especialmente en mi caso, que me permite combinar un hobby con un trabajo. Además, pienso que en este mundo hay personas con ideas maravillosas que podrían ayudar mucho al mundo pero que por el motivo que sea no las llevan a cabo. Hay que ser pacientes y atrevidos, especialmente si creemos que con nuestra idea vamos a revolucionar el planeta. Puede que salga bien o puede que salga mal, pero lo que es cierto es que quien no arriesga no gana.

Etiquetas
stats