Podemos, ¿una fotografía 'viejuna' en color sepia?

Eduardo Maura, factotum en Podemos Ahal Dugu, es un 'enamorado' de las campañas electorales del PNV. Mientras otros jefes de campaña se fijan en los caminos y los equipos que llevaron a Barack Obama a la Casa Blanca, Maura sigue muy de cerca a los peneuvistas. Uno de los burukides peneuvistas que está en la sala de máquinas del PNV es Koldo Mediavilla, que desde la irrupción de Podemos en Euskadi ha seguido muy de cerca la, hasta las últimas elecciones, trayectoria ascendente de la formación morada. Maura y Mediavilla se miran fijamente desde la distancia.

Este fin de semana, el burukide peneuvista lanzaba una andanada (otra más) a las huestes de la formacion morada desde Deia, a los que directamente acusaba de haber copiado al milímetro y en tiempo récord los defectos de esos partidos de la casta de los que abominan y que quieren combatir. “Modernos en la formas, pero 'viejunos' en el fondo”, un “partido de élites en la que unos pocos, muy ideologizados, lo controlan y deciden todo”, acusaba Mediavilla.

Bueno, Maura piensa del PNV -y de este tipo de comentarios, incluidos lo de que son un partido casi prendado de sí mismo, al tiempo que arrogante con el adversario político- que casi siempre habla desde la atalaya del cinismo. “Me asombra la capacidad que tienen algunos de decirte al mismo tiempo que eres viejuno y a la vez que no tienes experiencia. Es esa posición cínica y acrítica con el lugar que uno mismo ocupa que te permite criticar a las personas por una cosa y por la contraria. Forma parte de una actitud política antigua que consiste en tener razón pase lo que pase”, le ha espetado este domingo Maura a los peneuvistas en los micrófonos de la Cadena Ser.

Que las críticas e invectivas lleguen de tu adversario político es lo normal. Lo esperable. El problema está cuando las andanadas llegan desde tus correligionarios. En las generales del 26J, Elkarrekin Podemos obtuvo 331.860 votos (29.05%), desbancando al PNV en votos y escaños. Algunos soñaban con asaltar los cielos de Ajuria Enea. No era el caso de Eduardo Maura. 

Los magros resultados cosechados por Elkarrekin Podemos -se pongan los paños calientes que se quieran y se hagan las interpretaciones que sean- con sus 11 escaños y 156.671 papeletas (15%)- y la pérdida de 123.511 votos hicieron saltar las primeras alarmas con la lectura que hizo el exlíder de Podemos en Euskadi, Roberto Uriarte. En un artículo publicado en este periódico -y reproducido por el resto de medios por su trascendencia- bajo el gráfico título 'No es culpa de Pili', Uriarte arremetía contra los principales dirigentes (Nagua Alba, Eduardo Maura y Lander Martínez). “La actual dirección política vasca vino a traer a Euskadi un experimento político: poner en práctica la variable más radical y fundamentalista de la hipótesis populista. Hablando en plata: vender humo”. También hizo una lectura crítica de los resultados Neskutz Rodríguez.

Ambos representan a sectores que han pugnado, sin éxito, por dirigir el aparato en Euskadi. “Y ambos equivocados”, según Maura, quien restó importancia a las críticas al señalar el día después de la publicación del artículo en Radio Euskadi: “solo he escuchado esas dos voces, ninguna más”.

Con el paso del tiempo y la toma de decisiones, hay más voces críticas que han levantado la voz por el hecho de que Lánder Martínez -que ha desplazado a Pili Zabala de la portavocía en la Cámara vasca- siga acumulando cargos institucionales y órgánicos -es secretario de Organización de Euskadi, secretario general del Consejo Ciudadano de Bilbao y asesor en el Ayuntamiento y ahora parlamentario y portavoz en la Cámara vasca-.

Pero donde más parece acertar Koldo Mediavilla es en cómo se adoptan las decisiones internas en la formación morada. Algo que ya fue motivo de controversia y polémica interna a la hora de la confección de las listas para las elecciones autonómicas. En esa ocasión, trascendió el veto de Podemos a Mikel Arana, exdirigente de Ezker Batua y cargo en el Gobierno vasco en el equipo del consejero Javier Madrazo. O en la utilización de “dossieres secretos” sobre determinados candidatos. Ambas cosas más propias del centralismo democrático y de los partidos estalinistas que de movimientos anticasta que abogan por regenerar la vida política desde la horizontalidad.

Si nos atenemos a lo recogido en el acta de la asamblea ordinaria del círculo de Podemos de la Llanada alavesa del pasado 28 de agosto, que duro poco más de una hora y media, el malestar fue mayor porque algunos sectores de las zonas más rurales de Álava se vieron también relegados de los primeros puestos para dar cabida a los candidatos de Equo y Ezker Anitza. “Se tomaron muchos datos en cuenta pero la responsabilidad es de Edu Maura”.  “Fueron seleccionados por Edu Maura”, se reitera en el acta, a la que ha tenido acceso este periódico.

Sobre el veto a Mikel Arana, hay una revelación sorprendente de Martínez al preguntarle en la citada reunión por la exclusión de la plancha del exdirigente que se enfrentó a Madrazo en EB y sobre los “valores éticos que lo distinguen respecto al resto de candidatos de IU y Equo no vetados”. ¿Nos pueden asegurar que este veto no responde a presiones de sectores Madrazistas (sic) que quieren cobrarse viejas venganzas, como se insinúa en ciertos medios?“

Martínez, según el acta del encuentro, responde: “Hay muchas razones, como que formó parte de un gobierno, fue parte de IU cuando hubo condenas en el partido y más razones que están en un dossier que no se puede mostrar, no son datos sacados de cualquier sitio”. ¿Fabrica Podemos, exponente de lo que se ha venido en denominar “nueva política”, dossieres secretos para tomar decisiones sobre sus candidatos?

Este grupo de la Llanada alavesa ha trasladado a Lander Martínez la “desilusión y desmotivación que se está extendiendo en el herrialde por la sensación de ser utilizados y no tenidos en cuenta”. El secretario de Organización, presente en aquella reunión, explicó, según el acta, que “cuando se toman las decisiones tampoco se sabe si son las correctas”. Este tipo de actas “no se visan desde la dirección” -apuntan fuentes del Consejo de Euskadi- y, aunque admiten que ha habido diferencias en el territorio de Álava, no creen que sea algo especialmente grave internamente.

En todo caso, Podemos seguirá conviviendo con esas voces críticas. Ya lo ha demostrado en su corta historia, llena de dimisiones (dos en el nuevo Consejo Ciudadano), contratiempos, éxitos electorales y sinsabores. Y sus 11 parlamentarios de Elkarrekin Podemos harán historia este lunes al cruzar la puerta del Parlamento vasco para llevar la voz de los “indignados”, los “de abajo frente a los de arriba”, los que creen que otra forma de hacer política es posible también en la Cámara vasca. Y los que sopesan (Eduardo Maura dixit) incluso cristalizar todo ese potencial en una candidatura a lehendakari en la investidura que ganará Íñigo Urkullu.