La visibilidad del PSE-EE en el Gobierno vasco es muy reducida, según el último Deustobarómetro hecho público este viernes. Apenas un 13,1% sabe que en Euskadi el PNV comparte las tareas ejecutivas con los socialistas.

La encuesta, presentada por sus responsables, María Silvestre y Braulio Gómez, ha sido confeccionada en base a un millar de encuentros online, realizadas a personas mayores de 18 años durante la primera quincena de mayo.

Concretamente, este trabajo de la Universidad de Deusto ha detectado que un 12,3% de los encuestados cree que el Ejecutivo vasco está formado sólo por el PNV con mayoría absoluta, que un 7,2% cree que el PNV gobierna solo pero en minoría y que un 28,3% cree que en Euskadi hay un gobierno del PNV con el apoyo parlamentario externo del PSE-EE. Apenas un 13,1% acierta con la existencia de una coalición entre ambas formaciones políticas.

Por otro lado, un 44% de los vascos es partidario de la celebración de un referéndum sobre la independencia política de Euskadi, mientras que el 23,6% votaría a favor de si se celebrase, por un 41,6% en contra. Además, a un 71% le gustaría que se celebrara un referéndum sobre los problemas cotidianos en la ciudad o pueblo donde vive.

Preguntados por sus preferencias sobre el modelo territorial, un 16% apuesta por un estado independiente (dos puntos más que hace seis meses); un 41% se decanta por más autonomía (un punto más que en el semestre anterior); un 28% se conforma con la misma autonomía (dos puntos menos que hace seis meses); y un 4% dice querer menos autonomía (un punto menos que hace seis meses).

Escaso apoyo para la amnistía a presos de ETA

Sobre las medidas que debería adoptar el Gobierno central respecto a los presos de ETA, un 5% es partidario de una amnistía general, un 3% de una amnistía a arrepentidos, un 7% de una amnistía a presos sin delitos de sangre, un 14% de una amnistía a arrepentidos y sin delitos de sangre, un 35% se decanta por el cumplimiento de condena acercándoles a cárceles cercanas a su lugar de residencia, y un 10% apoya el cumplimiento de condena sin acercamiento.

En cuanto a las condiciones que deberían darse para que el proceso de paz siguiera avanzando, un 54% cree necesario el reconocimiento del daño causado a todas las víctimas por parte de los presos de ETA, un 47% apoya el acercamiento de los presos a las cárceles vascas; y el 37% es partidario de permitir a los presos de ETA el acceso a los mismos derechos que tienen el resto de presos.

Además, un 36% opina que es necesaria la colaboración de los terroristas con la justicia para esclarecer atentados sin autoría; un 33% demanda la reparación de todas las víctimas; el 32% apoya el establecimiento de un marco ético común en el que apoyar la convivencia; un 24% respalda la excarcelación de los presos enfermos; y un 22% considera necesario el reconocimiento del derecho a decidir del pueblo vasco.

Para el 52,5% de los encuestados ETA ha sido una banda terrorista que ejerció la violencia sin justificación, un 21% dice que fue un grupo armado que puso en riesgo la legitimidad de las reivindicaciones nacionalistas, y un 26,5% afirma que fue un movimiento de liberación que utilizó la violencia como medio político.

El 81% de los entrevistados (dos puntos menos que hace seis meses) opina que en ningún caso se puede justificar la violencia para alcanzar fines políticos, y un 39% (seis puntos menos que hace seis meses) dice sentirse libre de expresas sus opiniones políticas en cualquier actuación.

Muchas movilizaciones

Además, en los últimos seis meses un 45% de los entrevistados dice haber asistido a una manifestación o concentración, frente al 17% de hace seis meses, y un 49% ha firmado una petición, 9 puntos más que en el semestre anterior. Un 88% está de acuerdo con que los ciudadanos se movilicen y protesten contra las medidas que adoptan los gobiernos que dañen sus intereses, frente a un 4% que se muestra en desacuerdo. Además, un 45% opina que la desobediencia civil es “una vía legítima para ejercer la participación política”, mientras que un 34% no lo cree así.

En opinión del 24% de los encuestados, la movilización ciudadana no ayuda en nada a que los políticos cambien sus posiciones, mientras que un 68% de los ciudadanos considera que sí influye.