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La consolidación de Podemos como segunda fuerza alumbra una mayoría de izquierdas en Euskadi

Nagua Alba, junto a su equipo de la candidatura Aurrera Begira

Aitor Guenaga

Podemos ha llegado a Euskadi para quedarse y para revolucionar el tablero político y las posibles alianzas que se puedan tejer tras las elecciones autonómicas, previstas en principio para el próximo otoño. La nueva oleada del Euskobarómetro que dirige el catedrático de Ciencia Política de la UPV, Paco Llera, sitúa a Podemos en segunda posición con entre 19 y 21 escaños por detrás del PNV, formación que volvería a ganar los comicios vascos, pero que pasaría de los 27 escaños que tiene en la actualidad a 22-23 representantes.

Esa posición le otorga un papel de “árbitro de la situación” a la hora de la conformación de nuevas mayorías, como aseguran los responsables del estudio electoral, elaborado en la segunda quincena de enero. Y se abre un posible eje de izquierdas hasta ahora inexplorado en la política vasca. De hecho, la secretaria general del PSE-EE, Idoia Mendia, ha destacado en una entrevista en ETB antes de difundirse unos datos que ya conocía, que a partir de las próximas elecciones autonómicas, “se abre un eje muy interesante de políticas de izquierdas entre EH Bildu, Podemos y el PSE-EE que puede traer muchos beneficios a este país”. Aunque ha condicionado cualquier pacto a los programas y políticas a desarrollar en beneficio de la ciudadanía.

Los dos grandes damnificados de esta nueva correlación de fuerzas en el Parlamento vasco tras la irrupción de Podemos son EH Bildu y el PSE-EE. La coalición soberanista caería a la tercera posición -en la actualidad es segunda fuerza- y pasaría de los 21 representantes a tener únicamente 13, mientras que los socialistas de Idoia Mendia quedarían relegados al cuarto puesto -ahora son terceros- y pasarían de los 16 escaños que tienen en la actualidad a nueve escaños.

Los populares parece que han alcanzado su suelo electoral y retrocederían como máximo dos escaños (de diez el PP pasaría a 8-9 actas). El otro partido emergente que tendría representación en la Cámara vasca es la formación de Albert Rivera, que lograría entrar en el Parlamento por vez primera con entre 1 y 3 representantes, expulsando a Gorka Maneiro, único representante de UPyD en estos momentos. Tampoco lograría representación Ezker Anitza (IU-Unidad Popular).

Los responsables del Euskobarómetro, un estudio elaborado por el Departamento de Ciencia Políta de la Universidad del País Vasco (UPV), constatan una “erosión significativa de la fidelidad de casi todos los electorados” y también un dato que puede trastocar los resultados de la encuesta: el nivel de indecisos se eleva al 24%. La participación se situaría en torno al 67%, ligeramente superior a la registrada hace cuatro años.

Gobernabilidad complicada

Por intención de voto el PNV tendría 29,3% (350.000 votos), Podemos 25,2% (300.000 papeletas), EH Bildu 16,3% (180.000 votos), PSE-EE 7,7% (150.000 papeletas), PP 9,4% (100.000 votos) y Ciudadanos 3,6% (40.000 papeletas). La correlación de fuerzas en el caso de la intención directa de voto sería idéntica. Por primera vez en la historia de la Cámara vasca, salvo la etapa de la ilegalización de la izquierda abertzale (2009, cuando Patxi López logró ser lehendakari con los votos del PP de Antonio Basagoiti) no habría una mayoría mayoría nacionalista, aunque hay que recorcar que Podemos es un partido que defiende el derecho a decidir y una consulta legal también en Euskadi.

En todo caso, la irrupción de Podemos, según esta encuesta, pone patas arriba el tablero político vasco. Algo que ya se constató en las pasadas elecciones generales, donde la formación morada ganó en votos al PNV, aunque éste obtuvo un escaño más que el partido de Pablo Iglesias. El partido morado, que acaba de elegir a su nueva secretaria general, la diputada Nagua Alba, tras la crisis de noviembre con la dimisión de Roberto Uriarte, sigue disputando la hegemonía al PNV, Y sobre todo le complica la gobernabilidad. El eje de pacto deseado por el líder peneuvista, Andoni Ortuzar, y el lehendakari, Íñigo Urkullu, descansa sobre la suma PNV-PSE (32 con la horquilla más alta de la muestra), que con el Euskobarómetro en la mano quedaría muy lejos de la mayoría absoluta (38 escaños)

Los responsables del Euskobarómetro plantean dos hipótesis de una gobernabilidad que se complica aún mas. El mantenimiento del PNV al frente del Ejecutivo depende “del apoyo o la anuencia” de la coalición independentista, de Podemos o de las dos fuerzas autonomistas (PSE y PP), “por lo que el Gobierno de coalición o la alianza parlamentaria PNV-PSE se presenta como la fórmula más probable, aunque no segura”.

La otra alternativa sería la sustentada sobre un pacto entre Podemos-EH Bildu, que “necesitaría el concurso, improbable, del PSE-EE” para articular una mayoría de izquierdas. No descartan los politólogos del Euskobarómetro un pacto PNV-EH Bildu con el apoyo de Podemos, algo que “parece más improbable en las actuales circunstancias”, añaden. Entre otras cosas porque el nuevo equipo de Podemos ha dejado claro que su objetivo es que el cambio llegue también a Euskadi, “y eso pasa por mandar a la oposición al PNV”, ha repetido Nagua Alba tras ser elegida líder de la formación morada en el País Vasco.

Ficha Técnica:

Entrevistas individuales realizadas a domicilio entre el 19 de enero y el 31 de enero pasados.

Tamaño y diseño muestral: 600 entrevistas. 30 secciones censales en 21 municipios de los 251 que tiene Euskadi (2 en Álava, 9 en Bizkaia y 10 en Gipuzkoa).

Error muestral: Para un nivel de confianza del 95%, el error para el conjunto de la muestra es de más-menos 4,08%.

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