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“El drama de la democracia actual es que quienes tienen la solución no tienen la legitimidad”

El catedrático de Filosofía, Daniel Innerarity.

Eduardo Azumendi

Vitoria-Gasteiz —

Lo relevante para resolver problemas de la sociedad es tener sistemas políticos eficaces y no tanto liderazgos de personas. Eso es lo que cree Daniel Innerarity, catedrático de Filosofía Política y Social, para quien “en España los problemas no son los políticos, sino el sistema. España tiene un grave problema de reforma estructural que es sistémico”.

Innerarity ha participado en los Cursos de Verano de la Universidad del País Vasco con la conferencia Gobernar en el siglo XXI. En su charla, ha planteado las claves y retos a los que se enfrentan los sistemas de gobierno en la actualidad. Según el filósofo, la existencia de sistemas inteligentes supondría la existencia de más controles en casos de corrupción política o relevos más naturales de personas en la actividad política. “Lo interesante para los sistemas políticos es la existencia de una inteligencia colectiva que permita prescindir de las personas sin problemas”.

El pensador ha llamado la atención sobre el “fuerte contraste” entre la sociedad, que se ha vuelto muy compleja, y los sistemas de gobiernos actuales que son “simples”. Además, hay dos grandes grupos que se pueden denominar populistas y tecnócratas, independientemente de que pertenezcan a un posicionamiento ideológico de derechas o izquierdas. “Es por un lado la idea de democracia idealizada, que choca contra la complejidad de la sociedad. El drama de las democracias actuales es que quienes tienen la solución no tienen la legitimidad y los que han sido elegidos legítimamente no pueden ofrecer soluciones”.

Otra disfunción de los sistemas políticos es que hay “más gente dedicada a enseñar a cómo ganar unas elecciones y muy poca a orientar sobre qué hacer una vez obtenido el poder”. Según Innerarity, un ejemplo claro de que actualmente toda la acción de gobierno está supeditada a ganar las elecciones sería el actual presidente de Estados Unidos Barack Obama. “Hay un gran contraste entre el excelente candidato Obama y el Obama gobernante”.

Cambio de contexto

Cambio de contextoLa actual complejidad de la democracia se explicaría porque “aún se bebe de los principios democráticos de las sociedades altamente simples de siglos pasados donde el nivel tecnológico era bajísimo y los espacios políticos eran cerrados y poco contaminados entre sí. Son categorías que aún utilizamos y hoy en día son inservibles”. En conclusión, es preciso renovar los conceptos que tienen que ver con cómo se idealizan los mismos en un contexto que ha cambiado radicalmente. “Se gobierna desde el momento en que existe una insatisfacción con el curso natural de las cosas. Pero esto es muy difícil. Un gobierno, por ejemplo, ha de controlar los mercados o tener una visión estratégica. Haciendo una metáfora, hay alguien que sea capaz de controlar totalmente a sus hijos. ¿De prever todo lo que van a hacer?”.

“El gobierno”, ha añadido, “está para estimular, crear una serie de condiciones, pero sobre todo no puede estar siempre encima. Al igual que el maestro y el médico ha de contar con la colaboración del ciudadano si no es imposible. Y como ocurre en estas profesiones, si tiene éxito en su labor tenderá a desaparecer de escena”.

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