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Votar para que el descuido no sea un sucedáneo de la mentira

#CuidaMadrid #Vota4M

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Entre el ruido de sobres como sables, entre sonrisas sibilinas como veneno sibilante, entre bulos que se extienden como nieve que tapa y congela la verdad, entre sondeos que expelen intenciones como de fosas sépticas, la ciudadanía se organiza para suplir la campaña sin debates a la que Madrid fue abocada por la violencia y el fascismo. Así, la plataforma #CuidaMadrid. Conviene darse una vuelta por sus datos para entender, más allá de las balas y las navajas y los abrelatas, por qué es imprescindible y es urgente acabar en la urnas con 26 años de gobiernos del Partido Popular en la Comunidad de Madrid. Gobiernos corruptos. Las de #CuidaMadrid lo demuestran a través de una exhaustiva serie de infografías, que animan a compartir antes del 4M. Lo resumen con una frase demoledora: Madrid tiene los peores datos de bienestar en Europa.

Son infografistas, ilustradores, periodistas, expertos en big data, profesionales de la sanidad, la educación, la economía  y el medio ambiente, que se han propuesto movilizar el voto de izquierdas visibilizando, a través de datos oficiales o contrastados, el desastroso estado de la región, y apelan, para vivir mejor, a la necesidad imperiosa de dar un vuelco a la realidad neoliberal que ha construido el PP. Vota para vivir bien, dicen. Parece el eslogan de cualquier formación, pero este lema no está vacío como si fuera otra fake news de Ayuso y sus compinches de Vox. Por el contrario, rebosa de un contenido que debiera avergonzar a quien, cual hooligan, apoye con su voto a los gobiernos artífices del desastre o a quien, banal, se deje llevar por un desafecto abstencionismo. Hay razones, muchas y esenciales, para acabar con el expolio de los gobiernos corruptos de ese mismo PP del que solo se separaron nominalmente los fascistas que aspiran ahora a ser sus principales socios en un nuevo gobierno. Muchas de esas razones las da #CuidaMadrid. La primera de ellas puede sorprender: Madrid no es de derechas, según el estudio número 3.317 del CIS preelectoral. Consiste en ratificar en las urnas el 40,6% del voto de izquierdas recogido. Sencillamente, gana la derecha si la izquierda no va a votar.

A partir de ahí, los datos son abrumadores. Comparada con el resto de Comunidades Autónomas, Madrid tiene la ratio más baja de escuelas infantiles públicas por habitante: 1 por cada 5.088, frente a La Rioja (1 por cada 3.500), Castilla-La Mancha (1 por cada 2.197) o Extremadura (1 por cada 1.715); y 1 escuela de Primaria pública por cada 8.381 habitantes, frente, por ejemplo, a Extremadura, donde hay 1 por cada 2.622. Faltan 1.769 escuelas de Primaria para igualar esa ratio. La fuente es, entre otras, el Ministerio de Educación. Las perjudicadas son las familias, el profesorado y, por supuesto, las niñas y niños madrileñas. Según datos del Ministerio de Sanidad, Madrid es la segunda Comunidad que menos invierte salud pública: 1.340 euros por habitante y año, frente a una media de 1.486 euros. Faltan además 3.300 camas en los hospitales públicos madrileños y 11.359 enfermerxs. Las perjudicadas somos todas. Según datos del IVIMA y de la EMV, el PP de Madrid ha vendido a fondos buitre 4.860 viviendas de protección pública, algo único en España e inaudito en Europa. Además, Madrid es la provincia con el alquiler de vivienda más caro de España. Las perjudicadas somos todas, especialmente las familias y las personas más vulnerables. Según criterios de las OMS sobre muertes evitables por contaminación, en Madrid serían 206, frente a las 185 de París, las 102 de Barcelona o las 18 de Bruselas. Se evitarían 2.380 muertes al año si Madrid tuviera un aire con los niveles de contaminación de Reikiavik. Las perjudicadas somos todas, especialmente las fallecidas. Según datos del Ministerio de Cultura, entre otros, Madrid es la Comunidad que menos invierte en Cultura y más invierte en tauromaquia, es decir, en tortura animal. Los principales perjudicados son los animales, pero también la infancia y la cultura, es decir, todas. Según, entre otros, datos de Metro de Madrid, en hora punta hay 18 trenes a la hora en servicio en las líneas principales, frente a los 36 trenes por hora que circulan en Londres o los 35 en París. Las perjudicadas por un transporte público deficiente somos todas, principalmente, las personas con economías más precarias. Y así todo.

Si estas cifras marean, aburren, desmoralizan, cabrean, desesperan, imaginemos a lo que llegarán si vuelve a gobernar el PP, y más si lo hace en colaboración con su socio natural que es Vox. No podemos permitirnos olvidar los datos trágicos y sangrantes relativos a la pandemia: de marzo a abril de 2020, la Comunidad de Madrid ordenó no derivar a hospitales a los enfermos, por Covid y por otras causas, de las residencias de mayores. Murieron sin atención médica, en abandono y soledad, 7.291 personas ancianas con alto nivel de dependencia. Un crimen que debiera sentar en el banquillo al Gobierno madrileño del PP. Sin embargo, Ayuso y su amiga Monasterio culpan de ello a Pablo Iglesias. Mienten. Son crueles con la ciudadanía, son crueles con ese candidato, y mienten. Sabiendo, pues, como sabemos que la movilización el 4M de los votantes de izquierdas acabaría con la corrupción, la mentira y la crueldad que representan Ayuso y Monasterio, el PP y Vox, ¿vamos a cometer el descuido de no depositar nuestra repulsa en la urna, el descuido de no manifestar que aspiramos a vivir mejor en Madrid? “El descuido es un sucedáneo de la mentira”, escribió Marguerite Yourcenar.

Si nos descuidamos, si no cuidamos Madrid, nuestra comunidad, nuestra salud social, nuestra prosperidad, nuestra vida, seremos cómplices, insignificantes sucedáneos, de las mentiras de quienes han destruido nuestro bienestar. La prueba son los 2.480 millones de euros perdidos por corrupción en la Comunidad de Madrid del PP. Muchos millones, robados, con los que podrían haberse hecho muchas cosas. Si nos descuidamos, seguirán los mismos corruptos, que ahora vienen sin pudor de la mano de un fascismo que ni siquiera quisiera nuestra imperfecta, casi irreal democracia. Frente a esa posibilidad, nos queda recuperar aquel espíritu de comunidad, aquel apoyo a los sanitarios y sanitarias, aquella emoción de no sentirnos tan solas que representaron durante el confinamiento los aplausos a las ocho, volviendo el 4M a dar nuestro aplauso en las urnas a esa vida mejor. Las imágenes de este vídeo de Miguel Basurama transmiten mejor que mil palabras toda aquella emoción y esta oportunidad:

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