El derecho a la vivienda, ETA y la especulación
Por primera vez en democracia se aprueba una ley de de Vivienda que desarrolla el mandato constitucional que dice que todo español tiene derecho a una vivienda digna y adecuada. La Constitución es intervencionista según se mire y esta ley puede ser papel mojado según la miren las Comunidades Autónomas que la tienen que aplicar. Aún estábamos leyendo los detalles y ya hubo quien dijo que la norma era ETA, porque aludir a la extinta ETA parece que da votos y es la última carta a jugar en una partida en la que ya estaban todas boca arriba sobre la magra inversión en vivienda pública, la oferta distorsionada por la especulación y los pisos turísticos y una falta de perspectiva social en política residencial.
Dejando a la inexistente ETA fuera del debate, ¿puede pagar un ciudadano con un sueldo medio un alquiler en Madrid o Barcelona? La respuesta es no. Es evidente la situación de exceso de demanda y que España es uno de los países de la Unión Europea con menos viviendas sociales de alquiler y esto no lo arregla la nueva ley. Lo que todos conocemos como “ya no puedo vivir en mi barrio” se traduce en zonas del mercado residencial tensionadas, aquellas donde los precios de los inmuebles han subido tanto que están expulsando a los vecinos hacia otros sitios. La ley establece que es una zona tensionada aquella en la que el coste de pagar el alquiler, incluidos gastos y suministros, supone un esfuerzo para el inquilino de más del 30% de la renta media de la zona, o los precios han subido en los últimos cinco años más de tres puntos por encima del IPC. Esto debería ser suficiente. Amigos, no, a pesar de estos requisitos objetivos será necesario que la comunidad autónoma dé el visto bueno y esto supondrá en Madrid que tienes la misma posibilidad de encontrar un piso que puedas pagar que cruzarte con tu novia italiana de Erasmus.
¿Qué más dice la ley, además de que como inquilino no vas a volver a pagar la mensualidad que te pedía la inmobiliaria por hacer un trabajo que nunca habías contratado? Hay una reserva de suelo para vivienda protegida del 40% en el suelo urbanizable y del 10 al 20% en suelo urbano no consolidado (actuaciones de reforma o renovación de la urbanización). La única esperanza y la mejor noticia. Solo la construcción de vivienda pública que aumente la oferta de alquiler social paliaría este problema. No se ha hecho hasta ahora pero como no podemos volver a los 80 lo que importa es que se haga ya.
Lo que no parece tener una solución a medio plazo es el fomento de la vivienda pública. Entre 2000 y 2020, España le dedicó solo un 0,06% del PIB, cuando la media de la UE fue del 0,5% y no parece que la situación vaya a cambiar de forma notoria. Estamos, pues, muy lejos de garantizar una vivienda digna para todos.
Evitar desahucios sin alternativa habitacional que afecten a una familia en situación de vulnerabilidad es otra de las disposiciones de una ley pionera que llega tarde e insuficiente para afrontar el gran problema de la vivienda. Y aún así, bienvenida y que se noten sus efectos que no serán, a pesar de muchos, los que creen que conquistar derechos es la destrucción.
Tener una casa no te otorga ningún derecho. Necesitarla, sí.
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