Entrevista exclusiva (y falsa) a Elon Musk
Musk nos atiende por videollamada con un prototipo de gafas inteligentes, las ElonVision, mientras hace yoga en una piscina rodeado de peces dragón abisales con un canuto entre los labios.
Señor Musk, si prefiere que le llame más tarde…
El más tarde no existe, hijo. Solo hay ahora. Solapo actividades porque la vida es finita. Mientras hablo contigo intento resolver la conjetura de Hodge. Los recovecos inexplorados de la geometría algebraica me mantienen despierto. Tienes 235 segundos.
¿Para qué?
233.
Vale, eh… ¿Por qué ha decidido adquirir Twitter?
A la gente con hambre no le puedes dar peces. Si lo haces, hoy comerá mero o rape o lo que sea, ¿y luego qué? No voy a andar dándoles peces todos los santos días, no soy una jodida piscifactoría. Tienes que darles la red. ¡La red!, ¿entiendes? Yo os doy la red y ¡ale, a pescar!
Ha sugerido que piensa devolver la libertad a Twitter. ¿Cómo se concretará eso?
He comprado Twitter, pero no soy vuestro padre. Soy el vecino enrollado que os regala un cohete con una bolsa de hachís escondida bajo el panel de mandos y que, a lo mejor sí, a lo mejor no, tiene una aventura con vuestra madre, ¿entiendes por dónde voy?
No… estoy seguro.
Lo que quiero decir es que no creo en la utilidad cognitiva de los límites. ¿Por qué crees que la droga es ilegal? Porque el poder no puede permitir que el inconsciente colectivo entre en contacto con la Pachamama, por eso. Las élites nos quieren castrados. Yo digo no. Yo digo freedom.
¿No es paradójico que el hombre más rico del mundo hable de las élites como algo ajeno?
Es que el dinero no existe. A los pobres siempre os cuesta entenderlo. Verás, el dinero es un constructo social, como los derechos humanos o La Patrulla Canina. Yo ahora mismo estoy en pelotas, no tengo ni un centavo, así que técnicamente soy un menesteroso, totally broke.
Pero… O sea, según Forbes usted tiene un patrimonio de 265 miles de millones de dólares.
No me escuchas. Eso no es real. Son datos en servidores, nada más. Igual que tu amistad en Facebook con tu prima. ¿Eres amigo de tu prima? No. Nadie que tenga más de 15 años es amigo de su prima, eso es una aberración. La realidad real está aquí dentro, en tu cabeza. Mi misión es que todos lo descubráis. Estoy aquí para liberar al mundo de su yugo mental.
Hay quien considera que tiene usted un cierto tono… mesiánico.
A Jesucristo le decían lo mismo, ¿y sabes qué? Si eso no le detuvo a él, a mí tampoco. Es evidente que las mentes pequeñas se sienten amenazadas por la genialidad, llevo toda la vida lidiando con ello, desde los dos años, cuando monté mi primera startup.
¿Montó una startup con dos años?
Sí. Intenté internacionalizar la producción de leche de mi madre. Fue nuestro primer roce serio.
Otro de sus esfuerzos empresariales se basa en fusionar el cerebro humano con la inteligencia artificial. ¿Cómo va eso?
Nos están poniendo muchísimas trabas para experimentar con humanos. Tenemos un proyecto piloto, Frank se llama, que puede enviar mails apretándose el lóbulo de la oreja izquierda. No hemos conseguido resolver el problema de adjuntar archivos, pero estamos trabajando en ello.
¿Y qué me dice de su proyecto de conquista espacial a través de SpaceX?
Para mí es obvio que no podemos dejar el espacio en manos del sector público. Piénselo. ¿De verdad queremos que lo primero que los extraterrestres vean de la humanidad sean unos funcionarios?
Entiendo, pero…
Se acabó tu tiempo. Me voy a reinventar el electromagnetismo. Sé libre. Sé tú.
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